Agresiones sexuales en las prisiones españolas

El mes pasado en la cárcel de Sangonera La Verde (Murcia) un preso agredió a una funcionaria que vigilaba el módulo de enfermería. Por lo visto, el preso se colocó a la espalda de la funcionaria y se masturbó a la vez que la sujetaba para que no pudiera salir de la enfermería. La funcionaria vigilaba a 45 presos que estaban en ese módulo ella sola y precisamente tuvieron que ser otros dos presos que estaban en la enfermería los que le parasen los pies y lo sacasen del módulo antes de que llegase otro funcionario.

Yo alucino. Por una parte, ¿dónde estaba el resto del personal de la cárcel? ¿qué hacia esa funcionaria vigilando a 45 presos ella sola? Al margen de que sea mujer, aunque fuese un hombre, ¿cómo o por qué tienen a una sola persona vigilando a 45 presos? Y ¿por qué no pudo pararle los pies? ¿no enseñan a l@s funcionari@s técnicas de autodefensa, defensa personal, control en situaciones de riesgo, etc? ¿no iba armada?

Por otra, Instituciones Penitenciarias ha intentado quitarle importancia al asunto asegurando que no es una agresión sexual y cuando menos “discutible”. Tómame encuestas. Si que te cojan de la cintura y se masturben delante de ti sin tu consentimiento no es una agresión sexual, ¿qué es lo que es? ¿un favor que te están haciendo? ¿qué hay que hacer entonces con ese preso? ¿darle un premio?

El sindicato ACAIP (Agrupación de los cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciaras) por su parte dice que les preocupa que este tipo de agresiones se repita ahora que la igualdad ha llegado a los trabajadores de prisiones y las mujeres van a vigilar a presos masculinos. Acaip cree que lo que hay que hacer es educar en igualdad a los presos. ¿Educar en igualdad a los presos? ¿se han vuelto locos? ¿qué le van a decir a un pederasta, un maltratador o un violador que les vaya a cambiar la vida? ¿qué les pueden enseñar en un cursillo en la cárcel que modifique su conducta? Si no respetan a las mujeres fuera de la cárcel, difícilmente van a respetarlas dentro por mucho cursillo, mucha terapia y muchas clases que quieran pagarles.

Lo que hay que hacer es dejar de tener tantas consideraciones con los presos – que en España parece que piensan que todos los presos son buenos olvidándose de que están en la cárcel y no en un hotel de 5 estrellas. Las funcionarias tienen que recibir una educación y una preparación que les permita hacer frente a todo tipo de situaciones, ir armadas, llevar un taser y no dudar en utilizar lo aprendido en caso de que algún preso intente pasarse de la ralla. Verán como así ni se repite este tipo de agresiones ni se da lugar a otras cosas.

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