Campaña contra las violaciones correctivas a lesbianas en Sudáfrica 2

He amanecido tarde porque he pillado el primer gripazo de la primavera. Tenía la bandeja de entrada llena de emails de mujeres que quieren sumarse a la campaña de recogida de firmas contra la violación correctiva de lesbianas. Algunas me han mandado su nombre, dirección y DNI cosa que me sorprende y me asusta al mismo tiempo (abajo pongo lo ya escrito sobre el robo de identidad).

Gracias por el interés y por sumaros a la campaña. No quiero ser borde – simplemente me da cosa que compartáis datos personales tan alegremente. Yo no estoy recogiendo las firmas i.e. no necesito que me mandéis vuestro DNI ni ninguna otra información.

Para firmar la petición, sólo hay que seguir este enlace: http://www.thepetitionsite.com/takeaction/516925943?z00m=19752318.


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Robo de identidad (12 de enero del 2009)

Estoy contagiada de la paranoia norteamericana y me llama muchísimo la atención que en España cuando se recogen firmas contra la violencia domestica, la puesta en libertad de violadores, algún cambio en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, esto y lo de más allá, en internet o en persona, te pidan que entres tu número de DNI. Algo totalmente impensable en EEUU donde el robo de identidad esta a la orden del día.

Más que paranoia, es una necesidad. El robo de identidad es un problema super serio. Básicamente, alguien te roba tu numero de la seguridad social y puede conseguir un trabajo, abrir nuevas cuentas bancarias y pagar con cheques bajo tu nombre, pedir tarjetas de crédito, hasta comprarse una casa… y meterte a ti en un buen follón porque eres la que se queda colgada con la deuda. Aunque consigas demostrar que has sido víctima de un robo de identidad, tu historial crediticio se va a la mierda y te pasas varios meses peleándote con los bancos, las tiendas y en muchas ocasiones con agencias de cobro de morosos que lo que quieren es recuperar su dinero. Sin historia de crédito, historial crediticio o como se diga en español, despídete de tener tarjeta de crédito, hipoteca, financiación para un coche…

Aquí a nadie se le ocurre poner en internet su número de carnet de conducir o de peatón, su número de pasaporte o el numero de la seguridad social. Ya no. Con el número de carnet de peatón/conductor (que hace las veces de DNI en muchos estados), una buena fotocopiadora y algo de maña, cualquiera se puede hacer un carnet de identidad a tu costa. Con este tipo de identificación pueden hacer de todo, desde alquilar coches a irse a la Seguridad Social a decir que han perdido la tarjeta, echarle morro y ¡bingo! ya tienen una nueva identidad (sólo tienen que esperar a que les manden la tarjeta a “tu” nueva dirección para empezar a desplumarte).

Es fácil que tu identidad la robe…

1. La gente que trabaja en bancos u oficinas de diferentes tipos donde tienen acceso a toda tu información o los que roban esos portátiles que desaparecen sospechosamente de vez en cuando con información de 20,000 clientes.

2. Los que se dedican a ir por tu basura buscando recibos del banco, cualquier tipo de documento con tu numero de la seguridad social y cosas que puedan serles útiles (por eso casi todo el mundo tiene mini destructoras de documentos en casa)

3. El que te roba el bolso en un descuido y se encuentre con tu carnet, numero de la seguridad social, tarjetas de crédito, etc (normalmente no llevamos todas las cosas encima al mismo tiempo)

4. Empleados de restaurantes y otros negocios donde pagues con tarjeta de debito o crédito: sólo tienen que pasarla por una maquina especial, apuntar tu nombre y empezar a cargar sus compras en un duplicado de tu tarjeta.

5. Los grupos que se dedican a mandarte emails del banco donde te piden que compruebes tus datos y entres de nuevo tu contraseña (por supuesto aquí lo primero que hacemos es mandar esos emails al departamento de phishing del banco)

6. Gente que llama por teléfono haciéndose pasar por gente de la compañía de teléfono, cable/internet, gas, etc y te piden que des tu numero de la seguridad social

No todos los robos de identidad son por dinero. De todas las opciones, la menos mala, es que te quiten la identidad porque alguien verdaderamente necesite cambiar de identidad (léase mujer maltratada) o encontrar trabajo (léase inmigrante ilegal). Esta gente no va a joderte la historia de crédito aunque puedes tener un problema con Hacienda en enero cuando te enteres de que estas “trabajando” en varios sitios a la vez sin saberlo.

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