La Conferencia Episcopal está desatada

* * editado el día 17 para añadir el logo de las Linces : http://laslinces.blogspot.com/

La Conferencia Episcopal ni siente la crisis hipotecaria ni tiene problemas económicos como el resto de los españoles. Acaba de anunciar a bombo y platillo una campaña para “iluminar conciencias” (remover estómagos diría yo). Con la que está cayendo, no encuentran cosas mejores en las que gastarse el dinero que en contratar y repartir 30,000 carteles, 1,300 vallas publicitarias y 8,000,000 de folletos en 37 ciudades españolas – deben pensar que cualquier gasto es poco para evitar abortos. Les da igual que el número de parados siga subiendo, que las familias no puedan llegar a fin de mes, que no puedan mantener a sus hijos, que muchos hijos tengan que dejar los estudios para mantener a los padres, que el nivel de analfabetismo siga subiendo (en ciudades como Córdoba llega al 5% según el Instituto Andaluz de Estadística), que cada vez haya más adolescentes con enfermedades e infecciones de transmisión sexual, que no haya camas y centros de rehabilitación suficientes para atender a los sin techo alcohólicos y toxicómanos; que falten médic@s y enfermer@s en los hospitales, que los centros de detención de inmigrantes estén colapsados… lo verdaderamente importante es asegurarse de que su mensaje pro-vida llegue al mayor número posible de personas. Mensaje pro-vida que, míralo abajo, viene a decir que la mujer es una estúpida que no puede decidir sobre su propio cuerpo pero es lo suficientemente autónoma para criar a un hijo. Por cierto, observa en la foto que lo que aparece al lado del lince es un niño. Es decir, hay que salvar al macho español.

No sé por qué creen que la nueva ley del aborto (cuando la haya) va a hacer que todas las mujeres de España corran como locas a hacerse un aborto. No es el caso pero, aunque lo fuera, la Conferencia Episcopal debería tomar ejemplo de las miles de iglesias y templos que en el resto del mundo están a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. No me he vuelto loca. En EEUU judíos, budistas, católicos, metodistas, episcopales… se han unido en una coalición religiosa que ofrece talleres de sexualidad, información sobre planificación familiar, maternidad responsable, prevención de embarazo en adolescentes, prevención y tratamiento del Sida y otras enfermedades e infecciones de transmisión sexual… desde una perspectiva religiosa pero sin querer poner una venda en los ojos o promover sólo la abstinencia.

Tampoco se por qué han tenido reservado todo este poderío y este despliegue de medios durante tanto tiempo. No sé yo como no han empapelado el País Vasco con carteles anti-ETA cada vez que había un atentado. No sé cómo no se les ocurrió contratar vallas publicitarias para iluminar conciencias y parar los abusos en las residencias de ancianos, las violaciones dentro de matrimonios de conveniencia, los abusos a inmigrantes, los malos tratos y asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, la trata de blancas… por no hablar de la de folletos que podían haber imprimido cada vez que una lesbiana o un homosexual han sido agredidos pero, claro, es que ese es otro tema: nos lo tenemos merecido por pervertidos.

Por cierto, ya que andan sobrados de efectivo, la Conferencia Episcopal podría hacerle una transferencia a sus colegas de EEUU – esos que están cerrando iglesias (a) porque pagar las compensaciones económicas por los casos de pederastia los ha dejado en la ruina (b) porque se han declarado en bancarrota precisamente para no tener que pagar las compensaciones.