Sobre la reforma de la Ley del Aborto y el derecho a la intimidad

Hasta pesadillas estoy teniendo con Rajoy que estos días ha salido en todas partes diciendo que la ley del aborto falta al respeto de los padres. ¿Son los padres los que se han quedado embarazados? ¿les va a afectar a ellos el embarazo de las hijas? Si una hija no tiene la suficiente confianza con los padres para hablar de anticonceptivos ¿debe obligársele a hablar con ellos de la opción de un aborto? ¿para qué? ¿para qué le obliguen a tener el niño? ¿para que la echen de casa? ¿para que la obliguen a casarse? Si una chica decide abortar y no puede hablar del tema con los padres es porque los padres no la toman en cuenta para nada, imponen por la fuerza su sistema de valores y sentimientos, la valoran únicamente en función de sus notas o que no saque los pies del tiesto y, por supuesto, no respetaran su decisión de abortar. Y, a todo esto, ¿quién protege el derecho a la intimidad de las hijas? Rajoy desde luego no.

Acaban de condenar a un padre a un año de cárcel por haber puesto una grabadora en el baño de la hija. Me parece una condena muy acertada: un año de cárcel y 5 años alejado de ella. Hay quien se lleva las manos a la cabeza, piensa que ese hombre es un buen padre y no entienden que lo metan en la cárcel. Yo alucino. ¿Desde cuándo ser padre o madre significa que tienes que saber absolutamente todo lo que hace tu hija? ¿desde cuándo ser padre o madre te da autoridad para abrir su correo, leer sus emails, leer su diario o ponerle cámaras de video? Por mucho que sospeches que la niña es anoréxica o se droga o se prostituye para comprar ropa de marca, ya está bien de saltarse a la torera los derechos de las niñas y adolescentes en nuestro país. Ponerle una cámara de video a tu hija en el baño, sea por el motivo que sea, es cuando menos enfermizo (si me apuras, a escasos pasos del incesto) y a la vista está de que tiene delito cuando lo han condenado. Aplaudo a la persona que haya dictado sentencia.

Volviendo al proyecto de Ley del aborto, mis únicas pegas (de momento) son:

(a) que además de tu ginecolog@ tienen que verte y aprobarte el aborto otros dos médicos – tal y como está la Seguridad Social, el niño te hace la comunión antes de que te vea tu ginecolog@; si metes a otros dos profesional@s en la ecuación, apaga y vámonos. Además, es como decir que la mujer es una pobre idiota incapaz de tomar decisiones por su cuenta pero capaz de embaucar a su ginecolog@ - de ahí que se añadan dos nuev@s profesionales al proceso – el estado tiene que asegurarse de que hay una verdadera necesidad para el aborto i.e. por mucho que reformen la ley, para el gobierno de Zapatero, el feto sigue teniendo más valor que la mujer.

(b) los tres días que hay que esperar entre la visita inicial y el momento en el que te hacen el aborto. Hay casos y casos. Puede que esperar tres días le vaya bien a una chica de 16 años que no haya recibido educación sexual en su vida ni conozca alternativas como adopción, ayudas a madres solteras, etc. Pero si eres una mujer de unos 30 y te han violado, obviamente, tener que esperar los tres días hasta abortar es una nueva bofetada en la cara: no sólo perdiste poder sobre tu cuerpo durante X número de horas CUANDO te violaron sino que encima el estado te niega la opción de tomar una decisión CUANDO tú quieras.

En fin, Zapatero puede hacerse todas las fotos que le dé la gana e intentar colgarse medallas con esta reforma de la ley del aborto (que veremos a ver en qué queda), pero la mujer en España sigue siendo una ciudadana de tercera.

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