Permiso de armas

Como tengo memoria selectiva, yo ya no me acuerdo de si en España tenía estos problemas con los hombres. En Inglaterra e Irlanda, siendo española y morena sí causaba revuelo porque allí todo lo typical Spanish les encanta.

No sé qué me ven pero me salen gilipollas como todas partes como amigos al niño aquel del anuncio de Donetes:

En la terminal de autobuses, esperando al segundo autobús del día, leyendo tranquilamente en un banco me sale un tío jamaicano o de alguna otra isla caribeña con un: “Why u so serious? I'm gonna make you smile....". Di que sí muchacho, me he pasado toda la vida esperando este momento, que vivía sin vivir en mi hasta que tú has decidido interrumpirme mientras me leo “The paranoia switch. How terror rewires our brains and reshapes out behavior – and how we can reclaim our courage” de Martha Stout para hacerme sonreír.

En la universidad, me sale el típico jugador de fútbol americano al que a estas alturas seguro que le saco 10 años y me dice que si lo necesito me puede dar un tour por el campus. Amoave, enteraó, que eres tú un enteraó, llevo viniendo a Adelphi desde que llegué a EEUU, posiblemente me conozca el campus mejor que mi propia casa. Tira, tira y que corra el aire.

Por la calle, hablando por teléfono con una amiga, me cruzo con un impresentable norteamericano calvo, gordo y con pinta de no haberse duchado en dos meses que me dice: “Hello...” y como ve que lo ignoro se encoge de hombros y suelta un “Alright" resignado. Pero vamos a ver tío, ¿tú quién te crees que eres? ¿Brad Pitt? ¿George Clooney? ¿tú me has visto a mi cara de "muchos amigos"? ¿no ves que estoy al teléfono?

En el supermercado de los chinos de al lado de mi casa… el año pasado contrataron a un empleado o bien italo-americano o bien hispano que me tiene frita. Es verme y venirse detrás mía a decirme "How you doin'?" al más puro estilo Joey de Friends. Más de una vez y más de dos he estado a punto de estrellarle una botella de Pepsi de 2 litros en la cabeza. Y ahí no queda la cosa. Ahí no queda la cosa. He dejado de ir a ese supermercado porque el tío me pone de los nervios; me toca ir hasta Pingalamorra a comprar las cosas más básicas para no verlo. Hace un par de semanas estaba en el porche de mi casa hablando con una amiga y oigo un "hola preciosa", levanto la vista y era él. Me sentó malamente el “preciosa” y me repatea que sepa dónde vivo (una cosa es que sepa que vivo en la zona y otra muy distinta que sepa que vivo a una manzana del supermercado donde trabaja).

Bajando por la Séptima Avenida a paso ligero para no llegar tarde a una cita con un grupo de amigas en Cubbyholy, paso delante de un Deli y tres o cuatro dominicanos me sueltan: “eso está caliente”, “está buscando, “anda que no va buscando diablo”, “Mírala”… “Eso” llevaba puesto un vestido, una chaqueta cerrada para no enseñar escote antes de tiempo y unas sandalias normalitas. “Eso” no se dio la vuelta para mandarlos a la mierda porque no iba con tiempo de sobra.

Lo peor de todo es que con estos capullos siempre me quedo con la duda de si contestarles o callarme. Si les contesto, corro el riesgo de meterme en una pelea que no me apetece lo más mínimo porque puedo acabar hasta violada dependiendo del número de tíos que haya y lo a pecho que se tomen que una mujer los mande a la mierda – por no hablar de los espontáneos que salgan a meterse conmigo y llamarme de puta para arriba (que lo he visto, tíos que no sólo no defienden a las mujeres sino que se dedican a meter cizaña). Si les contesto, corro además riesgo de que piensen que les estoy entrando en el juego i.e. que aunque les mande a la mierda eso lo ven muchos como un hacerme de rogar un poquito, porque ya se sabe que "las mujeres decimos que no cuando queremos decir que sí" y que me resista es parte del cortejo.

Si no les contesto, luego me paso medio día cabreadísima intentando explicarme cómo, por qué y con qué derecho puede ir nadie por la vida hablándole a otra persona como si fuera un trozo de carne. ¿Es falta de educación? ¿es falta de cultura? ¿lo maman en sus casas? ¿es culpa de las madres? ¿es culpa de los padres? ¿por qué no les ha dicho nadie que en EEUU no se le puede hablar así a una niña, adolescente o mujer? ¿por qué hay mujeres a las que les gusta que les entren de ese modo en cualquier parte? ¿por qué padres, madres, familiares varios o mujeres les ríen la gracia? ¿por qué me tienen que tocar a mí todos los locos? Si yo estoy leyendo tranquilamente o voy por la calle con mis gafas de sol a lo Pantoja o estoy hablando por teléfono tranquilamente ¿por qué tienen que interrumpirme? ¿qué les empuja a hacer que deje de leer? ¿cómo piensan que voy a colgarle el teléfono a quien sea y bajarme las bragas allí mismo pa’que me penetren?

Ayyy si es que, de verdad, ¡os juro que en cuanto pueda me saco un permiso de armas, me compro una pistola y me quedo sola!

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