Terror en el hipermercado

Vengo del supermercado con un cabreo bueno. He pasado a comprar tampones camino de casa y ya que estaba le he echado un ojo al pollo, pavo, gallina y no sé qué más porque va a nevar mañana y el miércoles y me he dicho: “cómprate algo pequeñito y lo pones en la olla a cocción lenta con un poquito cebolla picaita, su pimiento y un chorreoncito de vino” (estoy muy maruja desde que me regalaron la olla en Navidades, no lo niego). Me pongo a mirar algún pollo, pavo o gallina que no sea muy grande y se me acerca un notas a preguntarme si quiero irme a su casa a cocinarle la cena y contarme que iba a comprar un pollo, tiene a la mujer en Honduras y él no sabe cocinar. Yo me he hecho la longuis porque pensaba que conmigo no podía ir, que ese tío habría ido al super con algún amigo, se habría despistado y pensaría que yo era el amigo. No sé a ti pero a mí sí me ha pasado que si voy a comprar con la novia o amiga de turno me despisto y meto las cosas en el carro que no es y hablo con quien no debo.

Total, que me voy a mi bola y el tío me sigue por el pasillo de los congelados con su pollo en la cesta y me pregunta si quiero irme a su casa cocinarle. Yo sigo ignorándole y me voy a pagar mis tampones. Se me pone el tío detrás y me dice que si puedo cocinarle el pollo. Me doy la vuelta, le pregunto si me habla a mí, me dice que sí, le digo que por supuesto que voy a cocinárselo, que me pregunte cómo voy a hacérselo, me pregunta cómo le voy a cocinar el pollo, saco los tampones de mi cesta y le digo: “relleno de tampones”. Ahí el tío se ha cambiado de fila y ha empezado a hablar en inglés de Burgos (hasta ese momento me había hablado en castellano): “you crazy, you crazy…”(estás loca) y comentándoles a las personas que tenía al lado: “she crazy” (está loca). Total, que como cuando me arranco no hay quien me calle, le he terminado de montar el pollo preguntándole en inglés si él cree que es muy normal seguir a una mujer que no conoce de nada por el supermercado preguntándole si va cocinarle algo a cada paso y cómo tiene encima los huevos de decirme que la loca soy yo. Ha acabado yéndose tres cajas más abajo para que dejase de ponerlo a parir y no escuchar a dos señoras mayores que se han metido y me han dado la razón.

Me he quedao descansando, pero el cabreo no se me va a pasar tan fácilmente. No sé en qué mundo viven todos estos rodolfos valentinos. Es que no me explico qué tienen en la cabeza, si alguna vez les ha funcionado “el truco del pollo” (me río por no llorar porque la cosa tiene cojones), si ligan mucho o levantan muchas mujeres (que dirían ellos) así, si es que las heterosexuales están así de desesperadas en este país… digo en este país porque a mí estas cosas en Córdoba no me pasaban, mireuste. ¿Qué les darán de comer de pequeños, en qué mundo creen que viven para ver totalmente normal perseguir a una mujer por el supermercado para que les cocine pero no entrarles en la cabeza que una mujer pueda darse la vuelta y mandarlos a la mierda?

Comments

  1. Anonymous7:33 PM

    Ah, una respuesta hecha para los casos en que alguno tras haberme defendido me dice loca (al parecer es herramienta común de esos engendros). Es mi frasecita hecha de: -¿Loca?... ¡La que te parió en vez de abortarte!- Eso en general los pone mal...
    Bueno, creeme que por anécdotas por el estilo no pararíamos, te mando un abrazo.

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  2. Jajaja ¡Muy buena respuesta! Tomo nota para terminar de liarla parda la próxima vez que me salga alguno de estos capullos.

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