Justicia para Amina y Sarah Said

Acaban de pasarme este enlace a una petición para que la madre de Amina y Sarah Said sea detenida y llevada a juicio por facilitar el asesinato de sus hijas en el 2008: http://www.change.org/petitions/irving-police-to-arrest-patrica-said-for-her-involement-in-the-murders-of-her-daughters.

Hijas de madre norteamericana y padre egipcio, Amina y Sarah habían nacido y crecido en EEUU, tenían 18 y 17 años respectivamente cuando fueron asesinadas por su padre y su único crimen había sido vestirse a la occidental y tener novios norteamericanos. Un crimen de honor en toda regla y un nuevo ejemplo de lo hipócritas que son estos barbaros: matan para defender la honra familiar, algo de lo que dicen sentirse muy orgullosos pero luego no se quedan a esperar las consecuencias. No, luego se esconden como ratas.

El padre de Amina y Sarah lleva en paradero desconocido desde que las asesinó el 1 de enero del 2008 pegándoles 2 tiros a Amina y 9 a Sarah. Por el contrario, al parecer la madre sigue haciendo su vida en Texas. Por lo que leí en su día sobre el caso y lo que he visto en la información que hay en el enlace de la petición, Patricia Said Owens era una mujer como cualquier otra mujer norteamericana que se enamoró de un egipcio, se convirtió al islam, se casó con él a finales de los 80s y no hizo nada por proteger a sus hijas contra los abusos del padre. Durante las navidades del 2007, el padre descubrió que sus hijas tenían novios americanos y pistola en mano las amenazó con matarlas si no dejaban de verlos. Amina y Sarah pudieron salir de casa y fueron a su trabajo donde la madre también trabajaba. El encargado y l@s compañer@s de trabajo hicieron una colecta para ayudar a las chicas y a su madre, le dieron días libres a la madre para que ayudase a sus hijas e incluso se ofrecieron para ir a la policía con ellas y/o ayudar a protegerlas. La madre se pasó por el forro esos gestos y esas ofertas de ayuda y se llevó a sus hijas a casa donde el padre las estaba esperando con un cabreo monumental.

Amina y Sarah sabían que tenían las horas contadas. O se escapaban de casa o el padre iba a matarlas. En lugar de irse sin decir nada, cometieron el error de contárselo a la madre. La madre les dijo que siempre había querido dejar al padre y les pidió que se la llevasen con ellas. Las chicas acceden y las tres acaban en Kansas, en casa de una tía de la madre a la que la madre le dice que no podía consentir que sus hijas se fueron de casa con sus novios y por eso ha huido con ellas. De Kansas deciden irse a Tulsa (Oklahoma), una ciudad donde las niñas puedan ir a la universidad. En Tulsa buscan un apartamento, compran muebles y también un teléfono móvil con un número de teléfono que no le dan al padre. Ellas no se lo dan. Lo que ellas n saben es que la madre está en contacto con el padre, ha decidido volver con él y ha decidido engañarlas para que ellas también vuelvan a casa. La madre sabe que las hijas no volverían a Texas ni muertas porque hacerlo es una sentencia de muerte para ellas. Les dice que quiere ir a poner flores en la tumba de su madre (abuela de Amina y Sarah) y que van a pasar fin de año en casa de su tía. Ya en Texas, Amina y Sarah se enteran de que la madre va a volver con el padre.

El día de año nuevo Amina recibe un mensaje de texto pidiéndole que llame a la madre. Se pone en contacto con ella y la madre le pide que vuelva a su casa. Amina se niega. La madre se pasa todo el día llamándola por teléfono para rogarle que ella y su hermana vuelvan a casa, decirle que su padre ha cambiado, asegurarle que todo está bien y que sólo quieren que vuelvan a casa para salir a comer juntos como una familia normal. La madre va a casa del novio de Amina y consigue convencerla para que vaya a casa aunque sólo sea por unas horas. Dos o tres horas más tarde, Amina y Sarah estaban muertas.

A pesar de que su conducta demuestra claramente que fue parte instrumental en el asesinato de las hijas y de que hay testigos dispuestos a declarar contra ella, el departamento de policía de Irving nunca llegó a presentar cargos contra la madre supongo que por ser políticamente correctos (válgame el cielo, que nadie nos acuse de islamófobos). La petición que me han pasado pide que la detengan y la lleven a juicio. En mi modesta opinión, deberían detener también al hermano porque un día después del asesinato estaba dando entrevistas contando alegremente que sus hermanas recibieron “lo que se merecían” por saltarse las reglas.

Firma aquí la petición: http://www.change.org/petitions/irving-police-to-arrest-patrica-said-for-her-involement-in-the-murders-of-her-daughters

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