Sandy: Monotonía, terror y humor
© María Lapachet, Catalunya Press
Sábado. Primer día; Esperando a Sandy
Primer día no
oficial del huracán Sandy. Tengo la sensación de que los americanos son unos
exagerados. Así que me lo tomo casi como un sábado cualquiera. Voy al super a por cosas
que me hacen falta pero sin caer en
histerias: coca cola light, agua con gas, patatas fritas, galletas y ganchitos por si acaso. El
frigorífico, congelador y despensa ya
los tengo llenos suelo hacer la compra “gorda” 2 veces al mes. Se me olvida comprar salami y me doy
cuenta ya en casa. Paso de volver al
super. Pienso que debería teñirme el pelo pero voy a que me hagan la cera, manicura y pedicura y
escojo modelito para una fiesta de
Halloween en Astoria (Queens). Paso el día escuchando a Kd Lang. Salgo a cenar y voy a la
fiesta sin problemas. Lo único raro es
que hace demasiado calor para esta época
del año.
Domingo. Segundo día; Esperando a Sandy
Después de dormir
3 horas escasas amanezco relativamente temprano
e hiperactiva. Voy a la lavandería y cruzo al supermercado donde ha estallado la histeria colectiva. La
zona de la charcutería está imposible
así que vuelvo a irme sin salami por segundo día consecutivo. Compro más agua con gas de
sabores por si las moscas. Al sacar la
ropa de la secadora anuncian en la tele que la MTA (autoridad metropolitana de transporte) va
a suspender el transporte público a
partir de las 7 de la tarde.
De vuelta a casa
llamo a mi madre y le dejo un mensaje diciéndole que estoy marujeando y bien. Después llamo a
una amiga de Connecticut y 2 le comento que parece mentira que estemos a punto
de recibir un huracán cuando hace un
tiempo estupendo ¡voy sin chaqueta y bufanda
a pesar de lo friolera que soy! Lo único que me tiene rayada son los pájaros: se ven más pájaros de
lo normal y están muy revolucionados. Mi
amiga tiene una despensa como la mía (siempre
llena) pero tiene que salir a comprar gasolina para su generador por si se quedan sin electricidad
que será lo más probable porque viven en
una zona apartada y a poco que llueva siempre
se cae algún árbol y les jode el tendido eléctrico.
Al llegar a casa
llamo a mi jefa para ver si tengo que llamar a mis compañer@s de trabajo y decirles que no vayan
mañana. Después de varios intercambios
electronicos con mi jefa y compañeras de trabajo queda claro que no hay que ir a
trabajar mañana. En casa me da la vena nonaino, me enchufo a la
Pantoja, lJurado, Lolita y Ketama en el
iPod falso - muy de moda y que se compran en Chinatown por 30€-. Cocino. Pimientos con
salchichas y pasta con salsa de tomate y ajo al horno de bote de Paul
Newman.
En la tele repiten
la misma información hasta la saciedad. Me pongo a ver películas de miedo y a comer ganchitos.
Me pego 2 siestas. Whatsupeo con una
amiga española que vive en Washington que sigue sin saber si les van a cortar el metro
hasta casi las 7 de la tarde.
Walking Dead y
Amish
Veo la repetición
de los episodios de esta temporada de The Walking Dead. Después cambio a Breaking Amish:
reality sobre adolescentes de la
comunidad Amish que viven en Nueva York durante
2 meses y tienen que decidir si se vuelven
a sus comunidades o si se quedan
a vivir con los gentiles.
Lunes. Tercer Día; Momento Hollywood y llega Sandy
7:40 am. Amanezco,
llamo a mi madre, le dejo un mensaje diciéndole
que está lloviendo y hace aire pero no una cosa exagerada. Me vuelvo a la cama.
9:00 am. Pongo la
tele mientras preparo el desayuno. El gobernador de Nueva York anuncia que mañana los colegios
públicos no estarán abiertos pero no
dice nada del transporte público; después repite lo dicho hasta la saciedad: hay que tomarse esta
tormenta en serio, no podemos salir de
casa, no podemos ir a los parques públicos, etc. El
gobernador de Nueva Jersey dice más o menos lo mismo y explica el protocolo para poder acceder a los
3 tipos de albergues que tienen en Nueva
Jersey (comunitario, de la ciudad o del Estado).
Después tiene un momento de esos que hacen que piense que vivo en una película de Hollywood cuando
se dirige a las niñas y niños del estado
de Nueva Jersey diciéndoles que no tengan miedo.
9:45 am. Aprovecho
para contestar mails y hacer marketing viral en Facebook y Twitter. Dos amigas
que viven en Coney Island han pasado de irse a albergues y han amanecido
achicando agua. Momentos de Humor con @RomneyStormTips Me parto leyendo las recomendaciones de Mitt
Romney vía @RomneyStormTips (cuenta
falsa, parodiándolo): “las personas que se encuentren en la
trayectoria de Sandy deberian ir a su
segunda o tercera casa para estar a salvo”, “hoy
nuestros pensamientos y oraciones están con los banqueros de las islas caimanes”,
10:32 am. Mi
casera está en la oficina que tienen arriba y me llama por teléfono para ver si estoy en casa o en el
trabajo (levanto la ceja a lo Scoby Doo
y me pregunto en qué mundo vive). No cree que haya problemas pero quiere que ponga mis
cosas encima de la 4 mesa del salón y los sofás. Me explica que han metido las
macetas y los cubos de basura en el
garaje que tenemos en la parte de atrás y que han tapado con tablones de madera las
ventanas de su casa en los Hamptons y
van a pasar el huracán en la casa de Valley Stream. Queda claro que
@RomneyStormTips tenía razón…
12:05 pm. Me pongo
“a limpiar” durante 5 minutos y descanso
durante 15 o 20. Pongo la tele. En Nueva
Jersey ya han anunciado que mañana no
habrá transporte público. Me pregunto cuándo dirán algo en Nueva York.
12:30 pm. Voy a la
manzana de al lado a comprar comida china. Todas las tiendas de mi calle están
cerradas menos el supermercado asiático,
el restaurante de comida china, una licorería y un bar irlandés. Apenas llueve, pero voy a salir
volando así que cierro el paraguas antes
de llegar a la esquina.
12:43 pm. Me
llegan los primeros mails y mensajes de amistades con fotos que han visto en Twitter o Facebook
preguntándome si estamos así de verdad o
son fotomontajes. La mayoría lo
son. Lo que se ve en la tele es el nivel del mar en
Long Island y los ríos que rodean
Manhattan más altos de lo normal. Se espera que las olas superen los 5 metros por encima del nivel
del mar.
2:28 pm. Hablo con
mi madre que está más puesta que yo porque está viendo el huracán paso a paso en la
CNN. Pongo la tele pero me aburro llevan diciendo 2 días lo mismo.
Pongo un maratón de “Law & Order” y
me pongo a colocar la ropa limpia.
4:20 pm. Hago algo
que no he hecho en los 10 años que llevo viviendo en Nueva York: separo la ropa de
invierno y de verano. Como los yanquis no saben lo que es un altillo
guardo la de verano en cajas de plástico
y las coloco estratégicamente bajo la
cama y arriba en los armarios.
Se acabó la
monotonía
5:19 pm. A mi
amiga la de Washington acaba de írsele la luz. Aquí todavía tenemos luz, pero empieza a oírse el
airazo.
5:43 pm Contesto
mails y mensajes en Facebook de gente que está preocupada. Mis amistades de Nueva Jersey se
desesperan. Empiezan a tener que achicar
agua, se han quedado sin luz o, simplemente,
no pueden seguir escuchando el aullido del viento durante más tiempo.
6:03 pm Las luces
en casa empiezan a hacer cosas raras. Rezo para que no se me vaya la luz y, sobre todo, el
cable. El cable es lo que me permite ver
la tele y conectarme a internet. Sin internet soy capaz de hacerme un harakiri.
6:09 pm. El aire
me abre 2 ventanas del salón de golpe y (perdonen la expresión) me cago viva. Demasiada cafeína
y demasiadas películas de miedo. En la
calle se ven los árboles moverse pero sigo sin percibirlo como una cosa exagerada.
Supongo que sería diferente si estuviera
fuera. Han cerrado @RomneyStormTips.
Y llega Sandy…
6:23 pm. Empieza a
hacer un aire considerable. Se oyen bomberos y ambulancias. La luz sigue haciendo cosas
raras y me quedo sin cobertura en el
móvil.
6:28 pm Me quedo
sin luz. Empiezo a encender velas y cojo
un cuchillo de la cocina.
6:38 pm. Sigo sin
luz. Me quito el albornoz y me pongo camiseta y
pantalones de chándal para estar
medio presentable si llega un asesino en serie o un violador.. vaya a ser
que me maten y el juez de turno diga que
no opuse resistencia por estar en pelota picada. ¡Ah, que eso sólo pasa en España! Me río por
no llorar. Sigo sin 6 cobertura en el móvil y
¡horror! casi sin batería. Ya no podré enviar la crónica.
6:41 pm Me paseo
delante de las ventanas buscando cobertura con el blackberry en la mano en plan mono de El
Rey León el día que presentó a Simba. Se
oye un airazo tremendo y pitidos no de alarma sino como de un camión de descarga. No veo
nada.
6:56 pm Sigo sin
luz. 16 velas encendidas. ¡Tengo el dormitorio que parece un video de Madonna, oigan! Me encierro
a cal y canto. Me vuelve la cobertura.
Rézole a todo lo que recuerdo para que
me vuelva la luz pronto.
7:03 pm Sigo sin
luz. Abro la puerta de mi dormitorio porque voy a cogerme un colocón horrible con tanta vela de
amor y lujo (cada una con un perfume exótico diferente). Vamos,
que no pensaba yo quedarme sin luz y me
he quedado sin luz. ¡Toma “sois unos
exagerados”! Me acuerdo de mi jefe y su: “esto son 3 o 4 gotas y el martes estoy volando a
Florida”…
Momento Escarlata
O’Hara
9:25 pm Llevo 3
horas sin electricidad. Ya nada me indica qué hora ni qué día es. ¿Perderé la
noción del tiempo? Me paseo por el apartamento temiendo que me salga un zombi o
un vampiro a pegarme un mordisco. Tengo
un momento Escarlata O’Hara y a Dios pongo por testigo que jamás volveré a ver
ni una sola película de miedo por mucho
maratón de películas de Halloween que me
pongan en todas
las cadenas…..
Me avisan vía whatsup de que lo más gordo del
huracán acaba de llegar a New Jersey.
Decido meterme en la cama a dormir y mañana será otro día. Y otra crónica. Sin
enviar, claro.
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