Los japoneses están de la olla

La semana pasada circuló por internet el vídeo de una cantante de 20 años japonesa que se había rapado el pelo al cero y suplicaba a lágrima viva el perdón de sus managers y sus fans por haber pasado la noche con su novio. Ella se llama Minami Mineghisi y forma parte del grupo AKB48 que tiene nada menos que 88 cantantes. Las cantantes están divididas en 4 o 5 grupos para que puedan actuar diariamente en un teatro, ir a televisión, dar conciertos y salir a actuar al extranjero. Las afortunadas miembras del grupo deben tener entre 14 y 20 años, comportarse “modestamente”, no fumar, no beber, no ser mala influencia para la juventud nipona y no tener novio conocido para que los fans mantengan la ilusión de que pueden tener algo con ellas. Lo cortés no quita lo valiente y en los vídeos musicales y/o campañas de publicidad de diferentes productos en las que participan las presentan como lolitas o niñas aputonadas que se besan en la boca o se pasan un caramelo de boca en boca sujetándolo con los dientes. A los 20 años las echan del grupo porque ya son viejas. Si sacan los pies del tiesto, las obligan a humillarse públicamente como a esta chiquilla y las castigan (a pesar del acto de contrición pública Minami ha pasado de cantante a aprendiz). ¿Eso es un grupo o una secta religiosa? ¿no hay leyes laborales en Japón?