Teresa Mollá Castells: Veinte mujeres asesinadas por el patriarcado
* * mi
Tere, magnífica como siempre. Te recuerdo que está recaudando dinero para
publicar sus ensayos: http://www.verkami.com/projects/8178-pensamientos-reflexiones-rabias-y-protestas-ensayos-feministas-de-tere-molla.
Si, a
fecha de hoy (23 de marzo) ya han sido veinte las mujeres asesinadas por los
terroristas machistas que el patriarcado engendra y sólo estamos a finales del
primer trimestre. Y hay dos casos que se siguen investigando pero que, al
parecer, también serían asesinatos machistas.
Y son
ya más de mil doscientas ochenta las
mujeres asesinadas por el patriarcado desde mil novecientos noventa y
cinco. ¿Dónde están quienes defienden la vida en estos casos?
Todavía
no ha acabado el primer trimestre del año y las cifras son espeluznantes. Más
de veinte mujeres asesinadas y agredidas por quienes afirmaron amarlas. Y las
asesinaron.
Aparte
de las concentraciones que las feministas realizamos periódicamente haya o no
asesinatos machistas con el fin de denunciar este sin fin de asesinatos, nadie
alza la voz más allá de los momentos puntuales en donde el asesinato cae en tu
pueblo o ciudad o cuando se acerca el veinticinco de noviembre que entonces
todo se tiñe de dolor y referencias a este terrorismo.
Sólo
las feministas y algunos hombres que van despertando de la pesadilla patriarcal
y nos acompañan, denunciamos a lo largo del año este goteo incesante de
asesinatos. Los poderes públicos, encargados de velar por la vida y la
integridad de las personas, se dedican a “lamentar lo ocurrido” y a mirar a
otra parte. O todavía peor con estos que nos (des) gobiernan, a seguir
recortando partidas y recursos destinados a la prevención y a la
sensibilización para evitar estos episodios.
La
formación y sensibilización en igualdad no interesa a esta gentuza que nos
(des) gobierna porque cuestiona su forma de entender el mundo y las cosas. Y
esa visión es la que impone el patriarcado. Una visión misógina, androcéntrica
y, por supuesto desigual. Una visión con relaciones sentimentales completamente
asimétricas en donde el varón ha de volver a gobernar en su casa con mano
férrea y ha de imponer su ley a toda costa. Sin concesiones ni negociaciones.
Ese es el modelo que buscan. Y, por supuesto todo aderezado con los “hijos que
dios nos mande, vengan como vengan” ¿Les suena? A mi sí.
Y para
ello se están apropiando de los medios audiovisuales para transmitir por todas
las vías ese tipo de sociedad, o ¿Acaso no vemos ya en la publicidad como han
vuelto a surgir en los anuncios las familias con dos o más criaturas, en la que
cada cual tiene su papel claramente asignado, según el mandato patriarcal? Lo
están haciendo y nadie se lo está impidiendo. Están volviendo a imponer modelos
los simbólicos que refuerzan ese patriarcado asesino con cada anuncio, con cada
programa basura que emiten.
¿Dónde
están los defensores de la vida en estos casos? ;¿Cuándo y dónde se manifiestan
cada vez que asesinan a una mujer?, ¿Dónde está la Justicia en esos casos?
¿Dónde las asambleas de indignados que también lo deberían estar por estos
asesinatos? ¿Dónde están las muestras de dolor hacia los familiares de las
víctimas, que lo son del terrorismo machista por parte de las autoridades del
Estado? ¿Dónde quedan las informaciones imparciales, no sesgadas, ni
sensacionalistas por parte de los medios de comunicación? ¿Dónde quedan las
voluntades políticas de poner fin a este reguero de muertes?
La
dilatada experiencia en la denuncia de este tipo de terrorismo me dice que es
algo que no interesa. No interesa denominarlo como lo que es, TERRORISMO,
porque a las partes implicadas como lo son los de faldas largas y negras, los
de los frufrus, quienes nos (des)gobiernan, quienes asumen posiciones
jerarquizadas y funcionan a golpe de órdenes y todas las personas que defienden
por “por acción u omisión” medidas encaminadas a perpetuar el feroz patriarcado
en que vivimos, no quieren cambiar las cosas.
Y no
quieren cambiarlas, porque les funcionan a ellos que son, mayoritariamente
quienes ostentan el poder en todos los ámbitos. Y cambiarlas cosas sería tener
que renunciar a demasiados privilegios a los que no están dispuestos a
renunciar.
La
ferocidad del patriarcado se mide en número de mujeres asesinadas. Y llevamos más
de veinte en menos de tres meses. Y esto no parece que vaya a cambiar mucho. Al
menos mientras no echemos a esta gentuza del poder. Y ya no me refiero sólo a
quienes nos (des) gobiernan, que también y los primeros. Me refiero también a
quienes dirigen medios de comunicación, a quienes dirigen la Conferencia
Episcopal, el Consejo General del Poder Judicial, lo máximos responsables de
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que en demasiadas ocasiones,
también, miran hacia otro lado, a los dirigentes de los bancos y no sólo de los
grandes bancos y de las patronales que potencian un capitalismo feroz basado en
la injusticia, inequidad, desigualdad y por tanto en el desigual reparto de
recursos que siempre repercute negativamente sobre la vida de las mujeres, y a
todo persona que no colabore en la construcción de un mundo más equitativo, más
solidario y con mayores oportunidades de igualdad entre las que tienen los
hombres por serlo y las que tienen las mujeres.
Quizás
sea una utópica y seguro que, como dice mi sabio padre, yo no lo veré, pero
estoy segura que algún día habrá un levantamiento en contra de estos asesinatos
de mujeres y entonces el patriarcado temblará.
Por
ahora, seguiremos denunciado todo lo que podamos y mientras nos quede un hilo
de voz a estos asesinos machistas que son quienes lo perpetran y quienes lo
permiten con acciones u omisiones.
Ben
cordialment,
Teresa
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