Jada
Jada es una chica
de 16 años de Houston (Texas) que fue violada por partida doble el mes pasado.
Fue a una fiesta organizada por amigos, le dieron a beber algo con droga y lo
próximo que recuerda es despertarse tirada en el suelo. No sabe cuántos la violaron
ni cuántas veces. Si de por sí que te droguen y te violen es fuerte, fortísimo
es que después sus compañeros de curso empezasen a intercambiar emails,
mensajes de texto y fotos de ella drogada, con espumilla cayéndole por la cara,
desnuda de cintura para abajo y tirada en el suelo en twitter.
El remate del
tomate es que haya gilipollas que se hayan hecho fotos en la misma pose en la
que estaba ella después de la violación. Y peor aún que entre esos gilipollas
haya niñatas de la misma edad que Jada, que quizá vayan al mismo colegio que
ella, que vayan a las mismas fiestas y que vete a saber si no serán las
próximas víctimas de “los de las droguitas”.
Jada, que como
víctima de una violación tiene todo el derecho del mundo a su intimidad y a que
no la conozca nadie porque las víctimas de violación siguen llevan un estigma y
son vistas como carne de cañón por muchísimos cabrones, ha tenido a sus 16 años
el coraje de salir en televisión porque no quiere que se la conozca sólo como
la víctima de una violación y espera que, ya que su cara ahora la conoce todo
el mundo, alguien salga adelante para denunciar a sus violadores.
Comments
Post a Comment