Shangay Lily: Fernando Tejero, el pregonero armarizado de FELGTB y COGAM
* * * Quería escribir
algo este fin de semana sobre las declaraciones de Fernando Tejero (su “no
debería de haber un día del orgullo gay” manda huevos) pero total ¿para qué? Si
ya lo ha bordaó Shangay Lily.
© Shangay Lily, Público
El patético
ejemplo que ha dado hace una semana el actor Fernando Tejero (Aquí no hay quien
viva, La que se avecina) ha sido despreciable. Hemos tenido que leer sus agrias
protestas por el terrible modo en que, según él, le han sacado del armario “a
patadas”. Primero se lo contó a la prestigiosa revista política y nada
involucrada en la vida privada de nadie ¡Qué me dices! (El corazón más
divertido), en una entrevista con la prestigiosa activista, filósofa libertaria
y periodista de investigación Marta Cibelina. Pero ha sido el medio
cristofascista Periodista Digital el que ha corrido (como hace siempre la
derechona franquista) a utilizar sus declaraciones para atacar a la comunidad
gay, al activismo y al propio Orgullo, del que el actor dice que no debería
existir (¿sólo cuando tú paseas tu ego por las fiestas?). El titular del medio
cristofascista, por supuesto, aprovecha los ataques del actor cordobés contra
los activistas y el activismo (que eso es lo que está haciendo con sus quejas
de que a los armarizados no hay que decirles nada) para plantar un titular tan
poco dañino como El dolor de Fernando Tejero: “¡Me han sacado del armario a
patadas y de manera morbosa!”. Este insultante titular viene acompañado de un
subtitulo que incide en demonizar a la comunidad gay y al activismo, dando a
entender que los armarizados cobardes deberían ser la norma en nuestro
colectivo y el silencio nuestra humilde respuesta a sus agresiones, afirmando
un despreciable “No debería de haber un día del orgullo gay, yo no me considero
ni distinto a nadie, ni diferente a nadie”.
Fernando Tejero ha
leído 3 (¡tres!) pregones del Orgullo Gay, dos en Madrid (2006 y 2012) y uno en
Sevilla (2011). Por no mencionar su participación(2013) como jurado de ese
machista, clasista y sexista concurso de cuerpos normativizados que es Mr. Gay
Pride. Pero lo más grave es que ha tenido el papo (y el mal gusto) de utilizar
su twitter para, agarraos los amantes de “con quién se acuesta y su vida son
algo privado”, Fernando Tejero reclama dinero a su ex novio Mister Gay Pride
vía Twitter . Para a continuación ligar abiertamente en twitter con otro
jovencito al que le tira el tejo y le obliga a decirle “Lo de los amores, mejor
en privado”. ¿Y ahora nos viene a hablar de privacidad? ¿O sea, para
beneficiarte de ser famoso y jurado del premio, para deslumbrar a tus 47 años a
un chaval de 19 años al que luego reclamas deudas, qué casualidad, sí te viene
bien la visibilidad gay, pero para luchar por desconocidos que no te beneficien
te mata del dolor? Chico, esa ruindad y egoísmo de absurdigay es, repito, algo
penoso.
La declaraciones
de Tejero son, simple y llanamente, pura homofobia. Plantan el mensaje
peligrosísimo de que la homosexualidad es algo negativo que se debe ocultar y,
mucho peor, siguiendo la estrategia de la nueva derecha que aplica una homofobia
sigilosa que pretende pasar como lo contrario: defensa de los pobres
homosexuales que se ven obligados por sus activistas a sufrir la homofobia, el
actor está abogando por esa destructiva diferenciación que la derecha homófoba
sigue intentando recuperar entre lo público y lo privado. Lo público está
prohibido para cualquier homosexual, porque nuestra vida está reducida al
dormitorio, no podemos hablar de nuestros sentimientos, nuestros afectos,
nuestra mirada en público. Y eso es lo que, querido Fernando, en tu inabarcable
egoísmo, estás diciéndole a las y los niños, adolescentes, mayores que viven
atemorizados en ambientes menos privilegiados que el tuyo (nuestro), que no
deben sentirse orgullosos ni compartir sus sentimientos reales, que deben
ocultar ese amor porque es algo privado, sucio, despreciable.
Todavía en 2011
iba diciendo en entrevistas “Estoy convencido de que hay una mujer para mí en
alguna parte”. Hombre, no te mientas y escondas tu vida enviando ese mensaje de
que la homosexualidad es mala. O diciendo a Rosa Villacastín en la revista,
también marcadamente intelectual, rigurosa y nada dada a inmiscuirse en la vida
privada, Diez Minutos: “Si encuentro a una mujer que quiera tener un hijo
conmigo, bien”, dando a entender que las familias homoparentales no existen y
que dos hombres no pueden tener hijos. Delicia de cristofascistas, pero vamos,
que en 2013, mientras se tiraba de los tuitpelos con su ex pidiéndole dinero en
público, en una entrevista con Europa Press tenía los huevos de contestar a la
pregunta “¿Qué características tiene que tener una mujer para captar tu
atención?” un cobarde “Muy poca cosa. Sobre todo que me haga reír y que sea
inteligente. Mi problema es que tengo mucho miedo al dolor. Con mi última
pareja lo pasé tan mal que creo que estoy poco receptivo con el amor y de
alguna manera tengo una coraza que no me deja avanzar, pero creo que todo
llegará”. Tela. ¿Se platea en algún momento a cuántas personas LGTB habría
ayudado con un simple “Soy homosexual y tendré un hijo con un hombre al que
amaré orgullosamente”? No, es evidente que no.
Y a todo ese
rebaño de cobardes, endohomófobos y absurdigays que han corrido a defender al
“pobre Fernando” con el surrealista argumento de que “nadie tiene obligación de
salir del armario” (en mi propio Facebook se puede ver una ristra de absurdeces
que desafían a la más precaria inteligencia), ¿dónde creéis que estaríais
vosotros si todos los activistas y personas que sacrificaron su vida o sus
trabajos o su comodidad para luchar por la visibilidad y avances de la
comunidad LGTB pensasen con vuestro egoísmo, cobardía y ruindad? ¿Creéis que si
todos usasen vuestro “este no es mi tema, que se pringue el de al lado, que a
mi me viene mal” o “nadie está obligado a hacer nada”, habría habido algún avance,
tendríais el matrimonio, las leyes de protección, los precedentes legales de
parejas lesbianas que han denunciado discriminación, de activistas que se
manifestaron arriesgando su vida, la posibilidad de ver modelos positivos en
los medios que os hiciesen sentir menos solos, menos asustados cuando, de
adolescentes o niños, os veíais como un bicho raro aislado y despreciado por
vuestro entorno? ¿Cómo os atrevéis a decir esas sandeces de “si sales del
armario bien y si no también”, “Si eres activista bien y si eres homófobo
también”, “si eres un homosexual abiertamente bien y si le das una paliza de
muerte al que va abiertamente de homosexual también”… Un discurso que recuerda
al misógino-machista de “el feminismo es lo mismo que el machismo”. ¡Ignorangutanes!
Venga, absurdigays, que hasta vosotros tenéis que tener más neuronas que eso.
Las nuevas
generaciones han olvidado y negado la lucha que ha conseguido que ellos vivan
el libertad. Y lo peor es que se han acostumbrado a esa protección y les
incomoda que los activistas les hagan sentir obligados a defender lo conseguido
(que se está perdiendo precisamente por esa actitud), en lugar de venderse por
unas migajas del amo patriarcal, el jefe del curro, los amigos, o encajar en un
grupo homófobo sin incomodar a nadie, a pesar de que hagan chistes homófobos o
incluso insultos (a cuántos de estos he visto callarse la boca cuando
insultaban a “maricones” o “bolleras” o “travelos” con su justificación de “no
es mi asunto, hay que tener un poco de humor”).
Pero, entrando en
el fondo del asunto, el peor problema no
es Fernando Tejero y sus ataques a los activistas y compromiso solidario que le
regalaron sus derechos, la verdadera tragedia de todo esto es que las
asociaciones que dicen luchar por la comunidad LGTB y su visibilidad elijan año
tras año a este tipo de personajes como ejemplos de nuestra comunidad. Desde
Paloma San Basilio hasta Chenoa, nos es impuesta, para explicarnos cómo debemos
vivir, una oportunista troupe sin el más minimo compromiso (no, bonitas, decir
en una entrevista “yo tengo muchos amigos gays” no es ningún compromiso), e
incluso atacar a la comunidad veladamente abogando por un modelo conservador,
homófobo y de derechas. ¿En qué están pensando FELGTB y COGAM cuando escogen a
estos personajes y niegan a los activistas verdaderos que deberían ser apoyados
ya que en los medios masivos son negados por “radicales”?
Por desgracia esto
hila con mi denuncia El Orgullo gay como negocio (Bienvenidos al gaypitalismo)
de hace unos días (que ya había planteado en mi entrada anterior Gaypitalismo:
Orgullo Empresarial), en la que exponía el inexplicable poder absoluto y
control que la asociación de gaympresarios AEGAL mantiene sobre las
asociaciones FELGTB y COGAM (a los que, como documento en el artículo, ataca e
insulta repetidamente), imponiendo a los pregoneros y actuaciones de cada
Orgullo.
Este año teníamos
a Conchita Wurst y Ruth Lorenzo que, casualmente, fueron contratadas por
Alfonso Llopart para su chiringuito privado Shangay Pride, tras lo cual, y de
repente, a última hora, fueron convertidos en pregoneros (momento que fue
utilizado escandalosamente para promocionar la fiesta privada una y otra vez
tanto por Boris Izaguirre como por los pregoneros). Por no mencionar la ristra
de cantantes pop ligadas a la revista privada Shangay –que, repito, me fue
robada, por algo lleva mi nombre, en una sucia artimaña por mi exsocio Alfonso
Llopart para asociarse con Pedro Zerolo que compró mi parte– que año tras año
aparecen como pregoneras: Chenoa, Soraya, Marta Sánchez (que se permitió
llamarnos “maricones” porque la interrumpieron en su pregón y que tiene ése
sólido compromiso con la solidaridad cimentado durante su relación con el PP),
Paloma San Basilio, que publicó su absurdo pregón en su blog en ese nada
homófobo diario llamado ABC… También Fernando Tejero tiene una relación directa
con AEGAL al ser jurado de Mr. Gay Pride (evento privado organizado en
exclusiva por AEGAL) y ser pregonero. ¿Es AEGAL, y sus gaympresarios, el que
marca la agenda de las asociaciones gays que deberían buscar el interés general
de la comunidad gay? ¿Por qué?
¿Hasta cuándo
vamos a seguir premiando el egoísmo, cobardía y ruindad de estos absurdigays
que facilitan la destrucción de los avances duramente conseguidos por los y las
activistas de la comunidad gay para sustituirlos por un criminal gaypitalismo
que privatiza, mercantiliza y está convirtiendo esos valiosos avance en
machismo, endohomofobia, racismo, elitismo, clasismo, conservadurismo… valores
de esa derecha que paga bien a los traidores? Desde luego, mientras ignorantes,
egoístas y obtusos sigan defendiendo esta cobardía como “derecho” (“derecho a
la ruindad” debería llamarse) esto va a seguir retrocediendo en favor de la
cómoda élite que está justificando al verdugo y vendiendo nuestra lucha por
unas migajas. La dignidad no la regalan, se lucha por conquistarla. Cada día,
cada hora, en cada espacio personal… no en cómodas aglomeraciones que invitan
al anonimato o escondido en tu miedo o comodidad egoísta.
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