Ébola en Manhattan
Maravíllome
de mí. Bueno, no de mí sino de mi señora madre porque cuando me he levantado he
visto que no me había llamado ni me había escrito un chorro de emails asustada
toda ella no sólo porque el ébola ha llegado a Manhattan sino porque el médico
de Médicos sin Fronteras vive 2 calles más abajo. No sé exactamente a cuántas
manzanas de mi edificio, pero lo suficientemente cerca para compartir las
estaciones de metro de Saint Nicholas (metro A) o la de Broadway a la altura de
la calle 145 (metro 1). Yo no estoy preocupada en absoluto porque ni aunque hubiéramos
coincidido en el metro en hora punta y lo hubiera tenido de pie a mi lado todo
el rato podría haber cogido ébola sólo por respirar el mismo aire. Como han
pasado 24-48 horas de la última vez que cogió el metro, aunque hubiese tosido,
se hubiese dedicado a escupir en el suelo o lamer las barras del metro, ya poco
voy a coger.
Maravillosa
la reacción del ayuntamiento de Nueva York y el alcalde. Tienen material sobre
el ébola online en inglés, francés y español desde hace semanas y la conferencia
de prensa que el alcalde dio anoche ya está disponible online.
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