Padre del año

Un californiano rumboso recién separado, Alan Edwards, es otro padre del año. Un padre coraje dándolo todo por sus hijos. Todo… hasta la vida… aunque se los haya llevado por delante con él. Un niño de 9 y una niña de 5 años. En lugar de devolvérselos a la madre, le quitó el airbag al coche, puso al niño en el asiento del copiloto, a la niña en el asiento de atrás, los dos sin cinturón de seguridad y empotró el coche contra un camión que estaba aparcado. Todo porque la madre había osado vender la casa familiar y empezar a rehacer su vida sin él. Con dos cojones.

Una hija de 17 años que Edwards de una relación anterior que no tenía contacto con su padre porque no le daba la gana ha dicho en una entrevista que el padre las había amenazado a su madre y a ella hace años, que este asesinato múltiple se veía venir porque pasó de obsesionarse con ellas a obsesionarse con su nueva mujer y con los hijos que tuvieron. Pero luego estos malos padres no son malos padres. ¡Qué va! Se les va la olla a todos, pobreticos ellos.