¿Podemos viajar solas las mujeres?
Harriet
Chalmers Adams, Dominick Arduin, Ann
Bancroft, Jeanne Baré, Jean Batten,
Gertrude Bell, Isabella
Bird, Amelia Earhart… cuando pienso en todas estas exploradoras, pioneras y/o
expertas en recorrer el mundo a solas, me pregunto si de verdad les fue todo de
color de rosa, si las respetaron y ayudaron allá por donde fueron, si el
respeto a la mujer que viaja sola ha caído en picado desde entonces o si en los
viajes de estas mujeres hay partes que sus biógraf@s han decidido borrar o que
ellas mismas no han querido contar nunca.
Y esto
me lo pregunto porque (a) estoy preparando varios viajes en solitario este año
y tengo amigas que me han recomendado que busque alquileres relámpago en
Craigslist en lugar de irme a un hotel, y (b) en Italia han detenido y está a
la espera de juicio un policía (Dino Maglio) que usaba la página web coachsurfing.com
para captar víctimas. El verano pasado violó a una chica australiana de 16 años
que estaba alojándose en su casa con su madre y con su hermana. A raíz de la
denuncia, se han decidido a denunciarlo otras 5 víctimas. Vete a saber a
cuántas más haya violado sabiendo que no lo denunciarían por vergüenza y por
machismo internalizado (i.e. culparse a sí mismas de la violación por haberse
metido en su casa alegremente).
Para mí
la moraleja de todo esto es que no te puedes fiar ni de la Virgen. Nunca he
sido yo muy de irme a África o Asia sola porque sé el valor nulo que tenemos allí
las mujeres (en la época del colegio/instituto un amigo fue a Marruecos con su
hermana e intentaron comprársela por 7 cabras), pero crecí con la falsa sensación
de seguridad y/o impresión de vivir en un país democrático y pensando que podía viajar sola por países occidentales en Europa y en
EEUU. Y es todo mentira. En Italia ya veis lo que pasa. En EEUU a una amiga mía
intentaron metérsele en la habitación de un hotel en Chicago durante un viaje
de negocios y cuando bajó a recepción a quejarse le dijeron que ella sabría a quien
invitaba a su habitación. Mi amiga es lesbiana, en el agua en Chicago no había
nada que la volviera hetero de la noche a la mañana. Aunque al final la
cambiasen a otra habitación, todavía está pensándose denunciar al hotel por el
disgustazo que se llevó y lo mucho que tuvo que insistirles para que le diesen
otra habitación.
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