Santa Angelina Jolie

Lo de Angelina Jolie hace siglos que pasó de castaño a oscuro. Cuando se operó el pecho (mastectomía doble) ya había pasado la frontera de lo normal. Por mucho que diga ella que más vale prevenir que curar, por mucho que saliera en revistas “serias” explicando por qué lo hizo y por mucho que se le aplaudiera su “valentía”… hay mujeres con doble mastectomía que vuelven a tener cáncer de mama y, sobre todo, hay mujeres sin seguro médico que no pueden permitirse una mastectomía selectiva ni una reconstrucción a las que su ejemplo causó ansiedad y sufrimiento innecesarios.

Ahora sale a la luz que se ha quitado los ovarios y las trompas de Falopio – en una visita “rutinaria” (todo lo rutinaria que puede ser hacerse análisis que no están al alcance de cualquiera) le salió un porcentaje elevado de no sé qué marcador que podría indicar la presencia de cáncer y decidió con su médico quitarse los ovarios. En la biopsia le salió que tenía un tumor benigno en un ovario y que no había rastro de cáncer en ningún sitio.

¿Soy yo la única que piensa que esto es o una enfermedad como la que se vuelve adicta a los tatuajes o a la cirugía estética o un síntoma más de su complejo de Madre Teresa o una vuelta de tuerca a su campaña de lavado de imagen? Porque a los niños ya no los puede utilizar, ahora se le critica cada vez más cuando los saca en procesión en cualquier parte del mundo cuando ella o él estrenan la película de turno. Curiosamente se ha filtrado que Brad Pitt estaba en Europa rodando una película y corrió a su lado para estar con ella durante la operación. Es decir, medalla para la una como madre coraje (perdona guapa, coraje es estar con la quimio y salir de la cama a poner lavadoras y preparar comida para tus 6 criaturas) y medallas para el otro como pareja del año (por dejar un rodaje parado {es decir, dejar a X número de personas sin sueldo esos días}, cogerse un avión para estar a su lado). Qué suerte ellos que pueden permitírselo.