Gilipollas del mes

Aaron Schlossberg se lleva la palma por racista y por arruinar su vida en los tres días escasos que han pasado desde que esta semana amenazase a una trabajadora y una clienta con llamar a inmigración y le montase el pollo a un supervisor porque según él estamos en América, con su dinero paga beneficios para los trabajadores y clientes de este restaurante de comida semi-rapida, al hablar en español él asume que las dos eran inmigrantes ilegales y estando en América deben hablar inglés. El día de marras estaba esperando para pagar, vio a las otras hablando en español, se puso a grabarlas y amenazarlas, una de ellas empezó a grabarlo y el video de ella se ha hecho viral.

En su momento, uno de los supervisores o encargados lo echó educadamente del local. Desde entonces, Aaron Schlossberg  tiene que esconderse de la prensa y los trabajadores hispanos del edificio donde estaba oficina como las ratas, ha visto su contrato de alquiler cancelado por la empresa que lleva las oficinas de ese edificio, también le han prohibido el paso y básicamente lo ha perdido todo.

Lo ha perdido todo porque este gilipollas tenía su propio bufete (anda que la socia estará buena {*}) y para más inri presumía en su página web de hablar español y tener personal que habla español de cara a trabajar con hispanohablantes. Hay algunos clientes que han anunciado que van a dejar de trabajar con él. En la ciudad de Nueva York es muy difícil que clientes privados o empresas trabajen con él a partir de ahora y además le han abierto una investigación para que lo expulsen del colegio de abogados y para que no pueda seguir practicando la abogacía en el estado de Nueva York.

{*} de la socia no queda ni rastro en la página web del bufete. Desde que lo googleé hace tres días escasos hasta ahora que he ido a coger esta foto, toda la información sobre ella ha desaparecido. Hace muy pero que MUY bien en distanciarse.