La manada: suma y sigue

Yo no sé qué coño se fuma la gente en España. Ni código penal ni código militar. No me explico que habiendo sido condenado a nueve años de cárcel por abusos sexuales continuados a una mujer en los Sanfermines del 2016, estando en libertad provisional bajo fianza y estando a la espera de juicio por otro delito sexual en Córdoba el ministerio de Defensa admita la reincorporación de Alfonso Jesús Cabezuelo a su puesto como soldado.

Habiendo muchísima gente muriéndose de hambre por no poder cobrar paro ni poder cobrar ningún tipo de ayudas, a este bendito señor se le ha estado pagando su sueldo durante todo el tiempo que ha estado en la cárcel. Sólo ha dejado de cobrar un suplemento durante 6 meses. Ahora se le va a pagar su sueldo y un suplemento mientras se le da y no se le da un nuevo destino. Con dos cojones oiga. Toma ya pedazo de Ejercito y Fuerzas Armadas que estáis pagando entre tod@s con vuestros impuestos.

Un nuevo destino. Tómame en cuestas. ¿Quién querría trabajar con un tío así al lado? No ya una mujer que se pueda sentir violenta y hasta en peligro teniendo al lado. ¿Qué hombre puede sentarse al lado de este tío, compartir mesa, barraca, garita o lo que sea sin morirse del asco? ¿otro como él? ¿es ese el mensaje que quieren lanzar: que las fuerzas armadas españolas están llenas de violadores que se jalean y se apoyan los unos a los otros? ¿el ejército español no tiene código de honor y clausulas de buena conducta?

¿Y hay derecho a que l@s que no quieran trabajar con Alfonso Jesús Cabezuelo tengan que comérselo por narices? Porque me imagino que al estar en el ejercito si tienen órdenes de trabajar con él, les toca apechugar y aguantarlo lo que les dure el turno si no quieren acabar ell@s en calabozo por insubordinación.


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