Julie Bindel: ¿Qué tiene que ver el género con los genitales?
© Julie Bindel, UnHerd
* * traducción libre del artículo que puedes leer aquí.
- el trabajo de un académico es explorar y cuestionar la realidad, no reinventarla
Cuando me topé con el tuit: “estoy deseando que lleguen las vacaciones de navidad y después continuar con mi artículo sobre por qué el 'sexo' (como en 'biológico' no el deseo) ya no es aplicable a la teoría feminista contemporánea y al activismo" supuse que era de un niñato tumblr con problema de actitud que todavía no había aprendido sobre las abejas.
¡Qué equivocada estaba! La persona que hace la afirmación extraordinaria de que el sexo biológico no tiene absolutamente nada que ver con el feminismo fue Sally Hines, profesora de Sociología e Identidades de Género de la Universidad de Leeds. En otras palabras, alguien responsable de la educación de nuestra impresionable juventud.
En los últimos años el debate trans ha producido opiniones peregrinas como que los niños pueden menstruar y que los hombres pueden quedarse embarazados. A las mujeres se nos dice que usemos ciertos términos para describir nuestros cuerpos, como “alimentación del pecho” (*) y el "agujero de delante" para no excluir u ofender a las personas transgénero.
Pero este tuit fue el ejemplo más claro que he visto del doble pensamiento orwelliano empleado por un número cada vez mayor de académicos transaliados: la combinación de los términos "sexo" y "género". Negar que existen diferencias reales y tangibles entre la biología masculina y femenina es un pilar de la ideología trans – supongo que para hacer que el mantra "las mujeres trans son mujeres" suene menos extremo.
Los hechos y la lógica, base del estudio académico, cada vez brillan mas por su ausencia cuando se discute el tema de la ideología transgénero. Como explica Kathleen Stock, profesora de Filosofía de la Universidad de Sussex, se ha puesto de moda entre ciertos académicos promover la opinión de que el sexo biológico es una construcción social.
"El sexo biológico tiene un significado social (género), pero eso no elimina los hechos materiales subyacentes; el significado social no duraría mucho tiempo si la biología no estuviera ahí para sustentarlo", dice Stock. "Negar esto es un insulto para las millones de mujeres en todo el mundo que son explotadas por sus capacidades reproductivas o castigadas por la falta de ellas".
Las mujeres somos oprimidas en base a nuestro sexo biológico, por lo que las feministas se refieren a nuestro estatus como "clase sexual" (como el análisis marxista de la clase "trabajadora" y "gobernante"). El sexo biológico es la base de la opresión de las mujeres. Las mujeres en todos los países del mundo son maltratadas y tratadas como ciudadanas de segunda clase debido a nuestra biología. Embarazo involuntario, aborto criminalizado, muerte durante el parto, la carga del cuidado… Todo esto nos sucede porque somos mujeres, no por la forma en que nos identificamos. La mutilación genital femenina, quemar a las novias, el aborto selectivo, la violación, el acoso sexual, la anorexia… son parte de la condición humana femenina.
Es por eso que nos oponemos tan fuertemente a los que preferirían que el sexo biológico no existiera. Por ejemplo, en un artículo reciente publicado en el New York Times, Denise Grady escribe correctamente: "Definir el género como una condición determinada estrictamente por los genitales de una persona se basa en una noción que los médicos y los científicos abandonaron hace mucho tiempo por simplista y a menudo sin sentido médico". ¿Qué diablos tiene que ver el género con los genitales? Los genitales determinan nuestro sexo físico y biológico, e indican si somos hombres o mujeres, no si estamos destinados a amar el rosa o el azul.
Nadie, médico o no, puede "determinar" el género porque no tiene base en la realidad material. Se compone de estereotipos sexistas. Es una herramienta del patriarcado creada para mantener a las niñas y mujeres en sitio y para privilegiar a los hombres. Las niñas son traicionadas desde pequeñas, alentadas a jugar con juegos de té y vestidos rosas, y los niños son alentados a jugar juegos bruscos y se les dice que pueden convertirse en soldados. Estos son ejemplos más bien crudos de cómo los niños y las niñas son socializados en comportamientos que son vistos por casi todos, excepto las feministas, como apropiados para su sexo (masculino o femenino).
El género es una construcción social para mantener a las niñas y mujeres subordinadas a los niños y los hombres. El sexo es biología. Y, sin embargo, aquí tenemos una academia escribiendo sobre sobre cómo el sexo ya no es aplicable a la teoría feminista. ¿Cómo puede la biología femenina ser irrelevante para el feminismo? Cuando una mujer embarazada no es contratada o despedida, se trata de un sexismo basado en nuestras funciones biológicas. Si una mujer es infértil o elige no ser madre, a menudo se la ve como inútil y como un fracaso. El trabajo de un académico sigue siendo explorar y cuestionar la realidad ¿no? ¿Cómo puede una profesora de sociología hacer una declaración tan orwelliana? En el patriarcado cada mujer en el planeta sufre como resultado de la forma en que su cuerpo y sus funciones reproductivas, en otras palabras, su biología, es tratada por hombres.
La opresión y la subordinación de las mujeres, que también forman parte de nuestra condición, prevalece en todas las sociedades, en todas las naciones y en grupos étnicos y culturales de todas las clases.
Afirmar que el sexo biológico no tiene nada que ver con la opresión de las mujeres es como afirmar que la tierra es plana. Sin embargo, la diferencia es que nadie parece tener miedo de reírse de quien dice que la tierra es plana, pero la mayoría de las personas todavía tiene miedo a desafiar a los desactivistas trans a pesar de un debate público cada vez mayor.
(*) esto tiene más sentido en inglés que en español, básicamente se han inventado un nuevo palabro para evitar decir dar el pecho, darle la teta o dar de mamar a l@s niñ@s para que los padres y madres trans no se sientan excluidos y/o discriminados.
* * traducción libre del artículo que puedes leer aquí.
- el trabajo de un académico es explorar y cuestionar la realidad, no reinventarla
Cuando me topé con el tuit: “estoy deseando que lleguen las vacaciones de navidad y después continuar con mi artículo sobre por qué el 'sexo' (como en 'biológico' no el deseo) ya no es aplicable a la teoría feminista contemporánea y al activismo" supuse que era de un niñato tumblr con problema de actitud que todavía no había aprendido sobre las abejas.
¡Qué equivocada estaba! La persona que hace la afirmación extraordinaria de que el sexo biológico no tiene absolutamente nada que ver con el feminismo fue Sally Hines, profesora de Sociología e Identidades de Género de la Universidad de Leeds. En otras palabras, alguien responsable de la educación de nuestra impresionable juventud.
En los últimos años el debate trans ha producido opiniones peregrinas como que los niños pueden menstruar y que los hombres pueden quedarse embarazados. A las mujeres se nos dice que usemos ciertos términos para describir nuestros cuerpos, como “alimentación del pecho” (*) y el "agujero de delante" para no excluir u ofender a las personas transgénero.
Pero este tuit fue el ejemplo más claro que he visto del doble pensamiento orwelliano empleado por un número cada vez mayor de académicos transaliados: la combinación de los términos "sexo" y "género". Negar que existen diferencias reales y tangibles entre la biología masculina y femenina es un pilar de la ideología trans – supongo que para hacer que el mantra "las mujeres trans son mujeres" suene menos extremo.
Los hechos y la lógica, base del estudio académico, cada vez brillan mas por su ausencia cuando se discute el tema de la ideología transgénero. Como explica Kathleen Stock, profesora de Filosofía de la Universidad de Sussex, se ha puesto de moda entre ciertos académicos promover la opinión de que el sexo biológico es una construcción social.
"El sexo biológico tiene un significado social (género), pero eso no elimina los hechos materiales subyacentes; el significado social no duraría mucho tiempo si la biología no estuviera ahí para sustentarlo", dice Stock. "Negar esto es un insulto para las millones de mujeres en todo el mundo que son explotadas por sus capacidades reproductivas o castigadas por la falta de ellas".
Las mujeres somos oprimidas en base a nuestro sexo biológico, por lo que las feministas se refieren a nuestro estatus como "clase sexual" (como el análisis marxista de la clase "trabajadora" y "gobernante"). El sexo biológico es la base de la opresión de las mujeres. Las mujeres en todos los países del mundo son maltratadas y tratadas como ciudadanas de segunda clase debido a nuestra biología. Embarazo involuntario, aborto criminalizado, muerte durante el parto, la carga del cuidado… Todo esto nos sucede porque somos mujeres, no por la forma en que nos identificamos. La mutilación genital femenina, quemar a las novias, el aborto selectivo, la violación, el acoso sexual, la anorexia… son parte de la condición humana femenina.
Es por eso que nos oponemos tan fuertemente a los que preferirían que el sexo biológico no existiera. Por ejemplo, en un artículo reciente publicado en el New York Times, Denise Grady escribe correctamente: "Definir el género como una condición determinada estrictamente por los genitales de una persona se basa en una noción que los médicos y los científicos abandonaron hace mucho tiempo por simplista y a menudo sin sentido médico". ¿Qué diablos tiene que ver el género con los genitales? Los genitales determinan nuestro sexo físico y biológico, e indican si somos hombres o mujeres, no si estamos destinados a amar el rosa o el azul.
Nadie, médico o no, puede "determinar" el género porque no tiene base en la realidad material. Se compone de estereotipos sexistas. Es una herramienta del patriarcado creada para mantener a las niñas y mujeres en sitio y para privilegiar a los hombres. Las niñas son traicionadas desde pequeñas, alentadas a jugar con juegos de té y vestidos rosas, y los niños son alentados a jugar juegos bruscos y se les dice que pueden convertirse en soldados. Estos son ejemplos más bien crudos de cómo los niños y las niñas son socializados en comportamientos que son vistos por casi todos, excepto las feministas, como apropiados para su sexo (masculino o femenino).
El género es una construcción social para mantener a las niñas y mujeres subordinadas a los niños y los hombres. El sexo es biología. Y, sin embargo, aquí tenemos una academia escribiendo sobre sobre cómo el sexo ya no es aplicable a la teoría feminista. ¿Cómo puede la biología femenina ser irrelevante para el feminismo? Cuando una mujer embarazada no es contratada o despedida, se trata de un sexismo basado en nuestras funciones biológicas. Si una mujer es infértil o elige no ser madre, a menudo se la ve como inútil y como un fracaso. El trabajo de un académico sigue siendo explorar y cuestionar la realidad ¿no? ¿Cómo puede una profesora de sociología hacer una declaración tan orwelliana? En el patriarcado cada mujer en el planeta sufre como resultado de la forma en que su cuerpo y sus funciones reproductivas, en otras palabras, su biología, es tratada por hombres.
La opresión y la subordinación de las mujeres, que también forman parte de nuestra condición, prevalece en todas las sociedades, en todas las naciones y en grupos étnicos y culturales de todas las clases.
Afirmar que el sexo biológico no tiene nada que ver con la opresión de las mujeres es como afirmar que la tierra es plana. Sin embargo, la diferencia es que nadie parece tener miedo de reírse de quien dice que la tierra es plana, pero la mayoría de las personas todavía tiene miedo a desafiar a los desactivistas trans a pesar de un debate público cada vez mayor.
(*) esto tiene más sentido en inglés que en español, básicamente se han inventado un nuevo palabro para evitar decir dar el pecho, darle la teta o dar de mamar a l@s niñ@s para que los padres y madres trans no se sientan excluidos y/o discriminados.
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