Fíate de la virgen y no corras

Edgar Lopez, un adolescente diabético de 13 o 14 años, murió en California en el 2014 porque sus padres se pusieron en manos de un herbolario (¿o herborista o herboristero?) que les recomendó un tratamiento alternativo para su diabetes. ¿Quién tiene la culpa de la muerte del niño? ¿el especialista en hierbas que les recetó aceite de lavanda, algunas hierbas y les pidió que ni le diesen insulina ni lo llevasen al hospital? ¿o los padres por hacerle caso?

El de la foto es el herbolario. Tiene 84 años, se llama Timothy Morrow, tenía una condena anterior por practicar la medicina sin licencia y también antecedentes por abusos sexuales (llegó a un acuerdo declarándose culpable para no ir a juicio y evitar la cárcel). ¿Los padres ponen a su hijo en manos de ese señor sin investigar antes dónde y quien lo está atendiendo? Que no es que no se molestasen en hacer una simple búsqueda online (que a lo mejor no sale nada de lo que estoy contando de sus antecedentes) pero viendo que el señor tenía más de ochenta años ¿cómo no se buscan otro experto?

No sé si por su avanzada edad o si porque aquí a veces la justicia también es un cachondeo, a Tim Morrow lo han condenado sólo a cuatro meses de cárcel y dos años de libertad condicional. La página web donde anuncia suplementos vitamínicos, productos para limpiar el cuerpo y en particular el colon sigue activa.


Comments

Popular Posts