Julie Bindel: ¿Por qué temen los modeLnos al feminismo?


© Julie Bindel, UnHerd
Traducción libre de este artículo: https://unherd.com/2019/07/why-woke-men-fear-real-feminism/?tl_inbound=1&tl_groups&fbclid=IwAR0twh2IUlFxr5l9-SBS77cw1smUJjwMBxcrBsWrGfhU3ZT5qaSNjlSDkv8

- Las voces modeLnas envenenan las mentes jóvenes

La frase "No soy feminista, pero ..." ha existido durante décadas, y muchas mujeres que la pronuncian se beneficiarán y participarán en algunos aspectos del movimiento. Desde que comenzó el feminismo hay quienes profesan su odio por las feministas. En un artículo reciente Tom Chivers revela los resultados de una encuesta sobre la opinión de l@s jóvenes británicos sobre el feminismo: “porcentajes significativos de cada grupo de edad, incluido el 33% de l@s jóvenes de 18 a 24 años, está de acuerdo en que el feminismo hace que algunos hombres se sientan marginados. Más hombres (42%) que mujeres, pero una cuarta parte de las mujeres estuvo de acuerdo”. La organización no gubernamental para la que realizó la encuesta encontró estos resultados “alarmantes” y lo achacó a youtubers de ultraderecha.

¿Por qué se presupone que el antifeminismo es dominio de la ultraderecha? Claramente la ultraderecha odia el feminismo porque sus miembros odian a las mujeres y nos consideran inferiores, buenas únicamente para criar, limpiar y follar. En Reino Unido hoy la mayoría de l@s jóvenes se declaran de izquierdas. Entonces ¿cómo es alimentada por la extrema derecha la actual ola de misoginia?

Apostaría que el odio a las feministas en el clima actual está siendo alimentado por hombres de izquierda que afirman estar "en el lado correcto de la historia" pero que, de hecho, son misóginos disfrazados de modeLnos. Toma por ejemplo a Owen Jones, que usa su plataforma en The Guardian para pegar patadas a las feministas que luchan por conservar los derechos basados en el sexo. En un artículo rechazó mis 40 años de activismo para poner fin a la violencia masculina contra mujeres y niñas y me redujo a activista anti-trans. Esta alegre banda de títeres izquierdistas diría que las miles de mujeres que se reúnen para discutir el posible choque entre los derechos de la mujer y los derechos de las personas trans si se aprueba la autoidentificación en Reino Unido, también son, por defecto, fanáticas LGBTfobas.

Las feministas que hacen campaña contra el abuso de la trata de personas por motivos sexuales están etiquetadas como “feministas blancas” y, sean blancas o no, “racistas”. No importa cuántas veces las feministas negras y marrones se nieguen a capitular ante la versión del feminismo que beneficia a los hombres mucho más que a las mujeres, ellas son vilipendiadas por los modeLnos y “negadas/borradas” online (la versión de redes sociales de la quema de brujas).

Vice, que ha publicado un artículo titulado “¿Prohibir el trabajo sexual? Vete a la mierda feminismo blanco”, publicó un artículo sobre el asesinato de la estudiante Charlene Downes (basado en mi investigación de hace una década) describiéndome como: "la periodista Julie Bindel, hoy más conocida por sus opiniones divisivas sobre temas trans". Con una sola frase reducen mi trabajo de los últimos 40 años a mi punto de vista sobre la ideología transgénero olvidándose de cuatro libros sobre feminismo, miles de artículos sobre violación, violencia doméstica, abuso infantil y trata de mujeres, y numerosos viajes de investigación sobre abusos contra los derechos humanos por todo el mundo.


Luego están las feministas brillantes, como la escritora canadiense Meghan Murphy, forzada a dejar twitter. ¿Su crimen? Escribir que un hombre que se hace llamar Jessica Yaniv es un hombre con pene. ¿Por qué era necesario que lo escribiera en twitter? Porque Yaniv había presentado quejas contra 16 esteticienes autónomas en Vancouver (principalmente de minorías étnicas y religiosas) por negarse a hacerle la cera en el escroto.

Innumerables otras feministas, muchas de las cuales hacen un trabajo increíble en nombre de las mujeres y niñas más abusadas y marginadas del planeta, también han sido expulsadas de Twitter por hombres "confusos" que se identifican como mujeres. Esto significa que voces feministas perfectamente razonables están siendo ahogadas por un coro de hombres a los que no hay nada que les guste más que las mujeres silenciadas en nombre de lo modeLno.

¿Es de extrañar que tantas jóvenes que ven lo que está pasando no quieran tener nada que ver con el feminismo, pintado como un movimiento de fanáticas y LGBTfobas empeñadas en abusar de un grupo oprimido en lugar de liberar a las mujeres? El insulto más utilizado para describir a las personas que se cree que son anti-trans es Feminista Radical Trans-Exclusionaria (TERF por sus siglas en inglés). No se ataca a los hombres violentos, que son el grupo con mayor probabilidad de odiar y atacar a personas transgénero, sino a las feministas.


En Reino Unido hay una guerra contra las feministas y los modeLNos son los que arrojan las granadas.

Estoy escribiendo un libro sobre feminismo explorando cómo a tantas mujeres jóvenes se les está vendiendo una versión de un glorioso movimiento de liberación que es lo opuesto a la realidad. Durante las más de 50 entrevistas que he hecho hasta ahora, mujeres de diferentes orígenes y circunstancias me han dicho que se sienten presionadas para apuntarse al feminismo divertido, apoyar el "trabajo sexual", el desnudo por dinero y/o la pornografía, y hacer de "¡las mujeres trans son mujeres!" su mantra. Estas mujeres están siendo entrenadas para odiar el feminismo real y adoptar una versión falsa que no desafía a los hombres en absoluto.

Los misóginos de izquierda que odian el feminismo son demasiado cobardes e inadecuados para ser abiertos al respecto y prefieren cambiar el feminismo para adaptarlo a ellos. Las jóvenes que se atreven a desafiarles son exiliadas. Y mientras tanto, quienes nos esforzamos por acabar con la pandemia mundial de violencia sexual y doméstica que todas las mujeres y niñas del planeta temen, y, con demasiada frecuencia, experimentan, estamos siendo pintadas como fanáticas.

Las mujeres necesitamos el feminismo y continuaré apoyando y asesorando a las jóvenes que se resisten a los hombres que intentan adoctrinarlas sobre qué tipo de feminismo es "aceptable". Los hombres de la derecha, en mi opinión, nunca serán aliados feministas, pero nada es tan pernicioso como una oveja con ropa de modeLna.

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