tag:blogger.com,1999:blog-92362722024-03-12T20:22:09.040-04:00Puñaito de AlfileresMaría Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.comBlogger6159125tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-43532030510715518052024-01-21T11:59:00.000-05:002024-01-21T11:59:00.354-05:00Feliz cumpleaños Lola<a href="http://2.bp.blogspot.com/-A--Uw3TOKMA/Xg9zC4D9ezI/AAAAAAAAB3w/Xki1JtEOHr4dF23kzwaQeHyhe_iysq1aACK4BGAYYCw/s1600/tumblr_p8bc5kV3cm1ttmm11o2_1280.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-A--Uw3TOKMA/Xg9zC4D9ezI/AAAAAAAAB3w/Xki1JtEOHr4dF23kzwaQeHyhe_iysq1aACK4BGAYYCw/s320/tumblr_p8bc5kV3cm1ttmm11o2_1280.jpg" width="244" /></a><br />María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-67629974352153090172023-04-26T11:26:00.000-04:002023-04-26T11:26:00.302-04:00Día de la Visibilidad Lésbica 2023<a href="http://4.bp.blogspot.com/-uqHB73DNTRM/Xg9rQFMyWkI/AAAAAAAAB1U/-b9s1-liGIsPJUej1A3fsEjVYfYb_1ejQCK4BGAYYCw/s1600/Copy%2Bof%2BDia%2Blesbico%2Bespana%2B%25285%2529.png" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-uqHB73DNTRM/Xg9rQFMyWkI/AAAAAAAAB1U/-b9s1-liGIsPJUej1A3fsEjVYfYb_1ejQCK4BGAYYCw/s320/Copy%2Bof%2BDia%2Blesbico%2Bespana%2B%25285%2529.png" width="320" /></a><br />María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-28672420291508760642023-01-21T11:58:00.000-05:002023-01-21T11:58:00.176-05:00Feliz cumpleaños Lola<a href="http://3.bp.blogspot.com/-2equwFViz6c/Xg9yuuCzqrI/AAAAAAAAB3k/lhVcA9nEY4ELMnuLvPYOgk-CDFS9Ev-YgCK4BGAYYCw/s1600/tumblr_76eb26b6434459c2a235f29f9410f5d0_3a095b1a_500%2B%25281%2529.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-2equwFViz6c/Xg9yuuCzqrI/AAAAAAAAB3k/lhVcA9nEY4ELMnuLvPYOgk-CDFS9Ev-YgCK4BGAYYCw/s320/tumblr_76eb26b6434459c2a235f29f9410f5d0_3a095b1a_500%2B%25281%2529.jpg" width="271" /></a><br />María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-38642162662703470762022-04-26T11:22:00.000-04:002022-04-26T11:22:00.223-04:00Día de la Visibilidad Lésbica 2022<a href="http://3.bp.blogspot.com/-17H9mdgzUY4/Xg9qcmhT6xI/AAAAAAAAB1I/mOQ6QqWxDkooarO1Xc65l429i1chjcOZwCK4BGAYYCw/s1600/Copy%2Bof%2BDia%2Blesbico%2Bespana%2B%25284%2529.png" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-17H9mdgzUY4/Xg9qcmhT6xI/AAAAAAAAB1I/mOQ6QqWxDkooarO1Xc65l429i1chjcOZwCK4BGAYYCw/s320/Copy%2Bof%2BDia%2Blesbico%2Bespana%2B%25284%2529.png" width="320" /></a><br />María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-74000565190943793612022-03-20T04:00:00.003-04:002022-03-20T04:00:00.256-04:00DÍA MUNDIAL CONTRA EL ACOSO CALLEJERO 2022<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-c9ZHrbxZGiU/YFZaYFXdUuI/AAAAAAAACRA/Aa9WyeNXNw4E5HdVKw0yZa7Z6b9YpfxfwCLcBGAsYHQ/s620/acoso_cuento.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="620" src="https://1.bp.blogspot.com/-c9ZHrbxZGiU/YFZaYFXdUuI/AAAAAAAACRA/Aa9WyeNXNw4E5HdVKw0yZa7Z6b9YpfxfwCLcBGAsYHQ/s320/acoso_cuento.png" width="320" /></a></div><br /><p></p>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-15660359501512847182022-02-03T11:38:00.005-05:002022-02-03T16:23:16.563-05:00Tragaderas<div style="text-align: left;">A priori, las jugadoras del Rayo Vallecano deben tener unas tragaderas tremendas y unas opciones personales muy limitadas para seguir yendo a entrenar bajo semejante elemento. </div><div><br /></div><div>Cada día estoy más norteamericanizada, más señora y más viejuna. La foto que cuelgo abajo es peccata minuta comparada con el audio de marras, pero me choca muchísimo que un entrenador toque a una jugadora. Es una falta de profesionalidad tremenda. ¿Estás en un estadio de futbol o en el salón de tu casa tomándote una cerveza con tu pareja? ¿a tu pareja también la tocarías así? A mí es que en mi casa no me han puesto nunca la mano en el hombro de una forma tan asquerosamente paternalista. Fuera de casa, si me la han puesto, la he quitado rápido porque la <a href="https://marialapachet.blogspot.com/search/label/borde" target="_blank">vena Fernando Fernán Gómez</a> me viene de lejos. </div><div><br /></div><div>Lo de las opciones personales, no sé hasta qué punto está profesionalizado el equipo femenino del Rayo. No sé si les pagan un sueldo que les permita vivir o si tienen trabajos (normales o precarios) que compatibilicen con los entramientos y partidos. Si dependen del hipotético sueldo del Rayo y no pueden irse a otro equipo alegremente, me imagino que no les queda más remedio que seguir yendo a entrenar sabiendo que a sus jefes les importa más una hipotética demanda del <i>míster</i> que cómo se puedan sentir ellas. No hablemos ya de sus derechos. </div><div><br /></div><div>Yo no tendría estómago para ir a trabajar todos los días sabiendo que voy a tener que aguantar a un tío así - porque una cosa es que sospeches que piensa esto o aquello de las mujeres y otra muy diferente que tengas la confirmación definitiva con ese audio. Pero en mi casa dicen que nací cansá, es decir que no soy la más indicada para valorar años de esfuerzo, entrenamientos a deshoras, viajes, partidos y demás ni la facilidad/dificultad para dar carpetazo y mandar el equipo a la mierda. Amén de que ¿por qué van a tener que ser ellas las que se larguen? Que lo larguen a él. No sé a qué espera la directiva del Rayo Femenino para ponerlo en la calle. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwBySe-56V3HqWBAbGK9oS9zaajxVHoiaAVm3T3m1XFA8eMlq_A4PbFOz22Xr0Mkv-va1ne4y-jNMn37VpHWfxMUQiXq7Nfyq7ps6gIbfTZzt36EYm31nOqp-yE1aNkht4dOBrNPwKXhlNAkjiicgkKHr4yo8rD4jWpdXbmn99hEpf-UANlA=s1875" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1875" data-original-width="1500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwBySe-56V3HqWBAbGK9oS9zaajxVHoiaAVm3T3m1XFA8eMlq_A4PbFOz22Xr0Mkv-va1ne4y-jNMn37VpHWfxMUQiXq7Nfyq7ps6gIbfTZzt36EYm31nOqp-yE1aNkht4dOBrNPwKXhlNAkjiicgkKHr4yo8rD4jWpdXbmn99hEpf-UANlA=s320" width="256" /></a></div><br /><div><br /></div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-10159568302258993222022-01-24T06:12:00.001-05:002022-01-24T13:16:36.000-05:00Escándalo<div style="text-align: left;">A mí que la amnésica y el empalmado "interrumpan su relación matrimonial" después de veintitantos años no me quita el sueño. Lo que me parece un escándalo es que en pleno 2022 se siga usando "buena presencia" en CVs y perfiles de LinkedIn. Qué pocas luces y qué pocas tablas tanto la una como el otro porque si saben que van a ser la comidilla lo mínimo es que blinden y remocen redes sociales antes de saltar al “candelabro”.</div><div><br /></div><div>Aunque puedo llegar a entenderlo, me rechinan los dientes cuando veo ofertas de trabajo en tiendas, bares y restaurantes donde tener buena presencia sea requisito imprescindible. En EEUU con más de la mitad de población obesa mórbida y otra parte importante aficionada a cancelar a todo el mundo, no digo que no haya discriminación, pero es raro que lo pongan por escrito.</div><div><br /></div><div>Me sangran los ojos cuando me llega el <a href="https://marialapachet.blogspot.com/2013/01/en-una-escala-de-1-5-como-la-chupas.html" target="_blank">CV de turno</a> de España con foto (para que se vea la buena presencia me imagino), estado civil, fecha de nacimiento y otras cosas que en EEUU cierran puertas. No llamando a un candidato te evitas que al no contratarlo te demande por discriminación por edad, raza, credo, color, nacionalidad de origen, sexo, discapacidad o estado civil. Todo eso se puede ver en la foto o te lo ponen alegremente en el CV. Lo del credo lo voy a recordar toda la vida - una candidata tuvo los santos ovarios de poner “temerosa de Dios” en sus aptitudes/habilidades. Pues nada guapa, CV borrado. Vete a trabajar en un colegio del Opus. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgs4RzXRMhhGwZL-TNuLiD2AMJ4wmaitSrjRBvA2hSQly7btNU0vckHeGmvhzmqrSRcokJm9dEVQsjrQflIyHNmWwZDYf_xMoAqMbap2rviYLNWnfDyB_zViBKWXApZXt3Aah6pF1Za2Q8AuJJfEfC3VoFyrXnCTIWXjCeXuGvZxkd2rd1I_Q=s1211" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="770" data-original-width="1211" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgs4RzXRMhhGwZL-TNuLiD2AMJ4wmaitSrjRBvA2hSQly7btNU0vckHeGmvhzmqrSRcokJm9dEVQsjrQflIyHNmWwZDYf_xMoAqMbap2rviYLNWnfDyB_zViBKWXApZXt3Aah6pF1Za2Q8AuJJfEfC3VoFyrXnCTIWXjCeXuGvZxkd2rd1I_Q=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-91058928540975732922022-01-21T11:53:00.000-05:002022-01-21T11:53:00.366-05:00Feliz cumpleaños Lola<a href="http://1.bp.blogspot.com/-d7RpL_2sdtI/Xg9xk2jkjYI/AAAAAAAAB20/mM680SPGt4AxuQYz-KOm-j7oiH6oL5XMwCK4BGAYYCw/s1600/d8xj8xq-4bc345a5-b97a-44f6-be44-82d56917692d.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-d7RpL_2sdtI/Xg9xk2jkjYI/AAAAAAAAB20/mM680SPGt4AxuQYz-KOm-j7oiH6oL5XMwCK4BGAYYCw/s320/d8xj8xq-4bc345a5-b97a-44f6-be44-82d56917692d.jpg" width="226" /></a><br />María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-83388960943828518362021-12-02T15:22:00.002-05:002021-12-02T15:23:11.436-05:00Chutódromos subvencionados<div style="text-align: left;">Al alcalde de Nueva York le falta poco para dejar el cargo y lo va a hacer cubriéndose de gloria. La última es la apertura de dos "centros de prevención de sobredosis" esta semana en Manhattan. En teoría quien quiera drogarse puede entrar a ponerse lo que le apetezca de la manera que le parezca sin que nadie le moleste teniendo a su disposición jeringas y/o agujas desechables y gratuitas.</div><div><br /></div><div>El ayuntamiento está vendiendo la moto como algo humano, avanzado y organizado para prevenir las muertes por sobredosis. “Humanidad”: bonito palabro. Es una palabra que me repatea porque cuando la he oído en alguien cercano ha sido siempre de la boca de un manipuladorcito de manual. Viniendo de un alcalde o el departamento que sea del ayuntamiento tiene guasa: ¿las familias de los drogadictos que quieren que se desintoxiquen no merecen humanidad ni empatía? ¿las personas que vivan o trabajen cerca de los chutódromos no merecen humanidad, empatía, sentirse seguros ni poder relajarse en sus casas o centros de trabajo? Porque un drogadicto funcional que pueda ponerse y trabajar no va a usar esos centros: se pincha o mete lo que sea en su casa y en los baños de su oficina las veces que le haga falta. Pero el drogadicto no funcional, el que ves tirado por el suelo sin poder moverse ciego de todo, se quedará en un parque o portal de la zona hasta que sea hora de volver a chutarse. ¿Y cómo va a chutarse esa persona? ¿de dónde va a sacar el dinero para drogarse? ¿no va a subir el crimen?</div><div><br /></div><div>Avanzado… yo no sé hasta qué punto es avanzado derrochar dinero alegremente en jeringas y agujas gratuitas, folletos con información sobre tratamiento de adicciones, folletos con información sobre ayudas del ayuntamiento (seguro médico gratuito o de bajo costo, comida, alquiler, electricidad, teléfonos móviles subvencionados, etc.), personal de servicios sociales y personal sanitario. Menos internar a los drogadictos en centros de desintoxicación a la fuerza, el ayuntamiento ha intentado absolutamente todo (desde más presencia policial en metro y calles, a crear un departamento específico no policial a responsabilizar a cualquier hijo de vecino que se cruce con alguien en plena sobredosis {léase campañita de la <a href="https://marialapachet.blogspot.com/2018/05/campana-contra-la-droga-en-nueva-york.html" target="_blank">naloxona</a>}) y sigue fracasando. </div><div><br /></div><div>Organizado… Lo tienen todo tan bien organizado que el día que abrieron hubo cinco sobredosis en uno de los centros. Con dos cojones. No se ahorran ni el dinero de las ambulancias porque a esas cinco personas con sobredosis tendrían que llevarlas del chutódromo al hospital. La única “ventaja” es que están en un local y no en plena calle expuestos a que cualquier hijo de vecino le haga fotos con el móvil y esas fotos se hagan virales y pongan en evidencia al alcalde. Acabáramos, que esto no es más que un lavado de imagen de cara a ponerle al alcalde otra medallita por modeLno. </div><div><br /></div><div>Para más inri no han abierto estos centros en Midtown ni en la zona de Wall Street – ahora que el turismo remonta por Navidades lo mismo limpian un poco las zonas. Pero a cualquiera que viva o visite Manhattan fuera de temporada turística le invito a darse una vuelta por la calle 34 entre Macy’s y la Novena Avenida o la calle 42 entre Port Authority y Grand Central y que me diga cuántos drogadictos ha visto pidiendo, hablando solos, peleándose o sin poder moverse del suelo porque están puestos. Han tenido los santos cojones de abrir los chutódromos en zonas de Harlem y Washington Heights deprimidas de por sí donde además de drogadictos hay mucho paro y violencia en las calles. Y sin hablarlo con los vecinos ¿eh? Que según tengo entendido no han organizado reuniones previas ni ningún tipo de discusión con asociaciones de vecinos, asociaciones comerciales y ONGs de la zona. ¿No querías caldo? Pues toma dos tazas.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-7422647593864728082021-12-01T18:41:00.004-05:002021-12-04T18:43:45.908-05:00Día mundial del Sida 2021<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /></div><br /><br /></div><br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-EN4O3R10Dp8/Yav9KHUTIjI/AAAAAAAACk4/r51X0KTa2qsUEEHojuSlcK3jv1ZK23PSgCNcBGAsYHQ/s666/Captura-de-pantalla-2020-11-30-a-las-17.00.15-1%2B%25281%2529.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="407" data-original-width="666" height="196" src="https://1.bp.blogspot.com/-EN4O3R10Dp8/Yav9KHUTIjI/AAAAAAAACk4/r51X0KTa2qsUEEHojuSlcK3jv1ZK23PSgCNcBGAsYHQ/s320/Captura-de-pantalla-2020-11-30-a-las-17.00.15-1%2B%25281%2529.png" width="320" /></a></div><br /><p></p>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-83408226953965109072021-11-30T08:30:00.008-05:002021-12-04T13:09:38.637-05:00Elizabeth Gómez Alcorta: "Siete de cada diez pobres son mujeres"<div style="text-align: left;"><div>© Mariana Carbajal, Página 12</div><div>Fuente: <a href="https://www.pagina12.com.ar/385000-elizabeth-gomez-alcorta-siete-de-cada-diez-pobres-son-mujere">https://www.pagina12.com.ar/385000-elizabeth-gomez-alcorta-siete-de-cada-diez-pobres-son-mujere</a></div><div><br /></div><div>- Entrevista a la ministra en el marco del Día de la No Violencia hacia las Mujeres</div><div>- a ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad anunció que impulsará una modificación de la ley de violencia de género para incorporar nuevos criterios y nuevas herramientas.</div><div><br /></div><div>“Nuestra principal preocupación hoy es que de cada diez personas más pobres en Argentina, siete son mujeres y que nuestra agenda esté vinculada a la reactivación económica con inclusión de mujeres y diversidad, y al problema de las violencias por razones de género que tristemente no es una política de minorías”, dice la ministra Elizabeth Gómez Alcorta. En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, este jueves anunciará con diputadxs y senadorxs que trabajarán en conjunto para una reforma de la Ley 26.485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” a través de un proceso participativo con foros a nivel federal. La propuesta busca “poner en discusión nuevos tipos y modalidades de violencias de género que no han estado abordadas desde el Estado, incorporar la perspectiva de diversidad, brindar herramientas para el abordaje de las violencias en un nuevo contexto institucional y fortalecer el rol de las provincias, municipios y organizaciones sociales territoriales, entre otras cuestiones fundamentales para consolidar un modelo integral de política de Estado hacia las violencias por motivos de género”, explicó la funcionaria.</div><div><br /></div><div>El proceso, adelantó, implicará la organización de foros territoriales de consulta participativa en todas las provincias y la creación de mesas de trabajo con especialistas que dialoguen sobre las reformas necesarias en materia de violencia económica, acceso al hábitat, al trabajo, entre otros ejes, indicó. Además, se analizará si existen tipos de violencia específicos ejercidos contra la población LGBTI+ en razón de su identidad de género. La idea es presentar el proyecto de reforma de la Ley 26.485 –sancionada en 2009 el 25 de noviembre del año próximo.</div><div><br /></div><div>LAMENTABLEMENTE LAS CIFRAS DE FEMICIDIOS Y TRAVESTICIDIOS SE MANTIENEN MÁS O MENOS ESTABLES EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, UNO CADA 30 HORAS, COMO CUANDO SE SALIÓ A LAS CALLES MASIVAMENTE AL GRITO DE NI UNA MENOS. ¿POR QUÉ NO SE LOGRA QUE DISMINUYAN?</div><div><br /></div><div>Se trata de un fenómeno bastante complejo. No son hechos delictivos que se pueden modificar haciendo una sola acción, centralmente porque son multicausales. Ocurren porque se vive en una cultura machista, porque los riesgos aumentan cuanto mayor nivel de vulnerabilidad tienen las mujeres y cuando el Estado no interviene eficazmente. La cultura se cambia en el mediano y largo plazo, más allá de que ya hay cambios en relación a unos veinte años. La pandemia ha generado mayor vulnerabilidad y además, como consecuencia de la situación económica, la participación en el empleo de las mujeres retrocedió diez años en toda la región, según cifras de la CEPAL. Las respuestas estatales van desde la prevención, la asistencia, la protección, el fortalecimiento del acceso a la Justicia. La prevención y la asistencia corresponden al nivel municipal y la asistencia, la protección a nivel provincial y nacional, y el acceso a la justicia a los niveles judiciales.</div><div><br /></div><div>SI PONEMOS COMO UNA FECHA DE ANÁLISIS EL 2015, ¿SE AVANZÓ?</div><div><br /></div><div>Sí, claro, pero no hay ninguna duda de que respecto a las capacidades estatales todavía falta muchísimo. Un gran número de municipios ni siquiera tiene áreas de género. Algunas áreas solo tienen una persona a cargo. Lo señalo porque es el lugar de mayor cercanía para una persona que está atravesando una situación de violencia. Necesitamos que en esa asistencia haya equipos interdisciplinarios. Sí se ha avanzado en la creación de hogares, refugios, casas de medio camino: hoy hay más de 150 estatales y más de 50 de la sociedad civil. Pero el acceso a la justicia sigue siendo absolutamente deficitario. La falta de información y trazabilidad de los casos es algo en lo que estamos trabajando desde el Ministerio. Hay provincias, por otra parte, en las que todavía el área de género es una simple dirección.</div><div><br /></div><div>¿EN CUÁLES?</div><div><br /></div><div>Por ejemplo, en Chubut, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero. Santa Fe, Córdoba, Misiones y provincia de Buenos Aires tienen un Ministerio. Lo señalo porque esa institucionalidad significa un mayor presupuesto. La capacidad que tiene una dirección para transversalizar sus políticas y tener programas no es la misma que un ministerio.</div><div><br /></div><div>¿QUÉ PASA CON LAS RESPUESTAS JUDICIALES FRENTE A LAS DENUNCIAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO? ¿MEJORÓ ALGO?</div><div><br /></div><div>Seguimos teniendo enormes problemas con los poderes judiciales. Identificamos que hay un cambio, por lo menos un reconocimiento de su responsabilidad en la problemática. Venimos trabajando con la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales para la inclusión de los poderes judiciales en el sistema integrado de casos de violencia de género pero son instituciones que cuesta mucho permear.</div><div><br /></div><div>LUEGO DEL FEMICIDIO DE ÚRSULA BAHÍLO, EN FEBRERO, EL PRESIDENTE ANUNCIÓ LA CREACIÓN DEL CONSEJO FEDERAL PARA LA PREVENCIÓN DE FEMICIDIOS. ¿EN QUÉ SE AVANZÓ EN ESTOS MESES?</div><div><br /></div><div>El Consejo lo que hizo fue poder pensar que las respuestas del Estado no podían seguir siendo fragmentadas, sin ningún tipo de vinculación entre los poderes ejecutivos por un lado y los judiciales por otro, ni en los casos ni en las políticas. Y nos pudimos sentar en la misma mesa al Poder Ejecutivo, con las áreas Justicia, Género y Seguridad, con el Ministerio Público y la Procuración y poder pensar ahí cuáles eran los déficits, y los problemas en cada región, porque no son los mismos en el NOA, Centro o Patagonia: en algunos casos es la distancia, en otros, la falta de áreas de género, o si los dispositivos duales tiene problemas vinculados a la conectividad. Empezamos por el NOA porque es la región donde existen las tasas más altas de femicidios en todo el país. Pudimos pensar algunos pisos comunes.</div><div><br /></div><div>¿QUÉ LOGRARON CONCRETAMENTE?</div><div><br /></div><div>Vincular la línea 911 con la 144; la incorporación al Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género; que tengan dispositivos duales en todo el país: el gran problema que identificamos es que había una enorme disponibilidad y no se usaban; y pensar si se necesitan capacitaciones porque sabemos que es una medida bastante eficaz para la prevención de los femicidios; que conozcan el programa Acompañar, porque muchas veces lo que el Poder Judicial siente es que tiene pocas herramientas más que detener o dictar una medida cautelar. Parte de los problemas que ellos ven es que la mujer necesita un apoyo económico. Trabajamos para que conozcan el Acompañar y que el propio Poder Judicial pueda hacer una derivación. Y el otro tema que trabajamos es la firma para la incorporación del sistema URGE, que es el sistema único de denuncias.</div><div><br /></div><div>¿TODAVÍA NO SE IMPLEMENTÓ?</div><div><br /></div><div>No. Se creó por resolución y se está desarrollando el programa.</div><div><br /></div><div>¿QUÉ PORCENTAJE DEL PRESUPUESTO DEL MINISTERIO ESTÁ EJECUTADO?</div><div><br /></div><div>Hasta la semana pasada el 83,22% con tres ampliaciones presupuestarias. Al final del año van a ser un total de 17.200 millones de pesos.</div><div><br /></div><div>¿CUÁNTAS MUJERES INGRESARON AL ACOMPAÑAR?</div><div><br /></div><div>Es el primer año de este programa. Tenemos en la actualidad 85 mil mujeres que reciben el subsidio, que es por seis meses y equivale a un salario mínimo vital y móvil. Pero en todo el año suman 89.500 y van a terminar más de 100 mil. Todos los meses seguimos sumando municipios que hacen de unidades de ingreso. Ya tenemos 595. Vamos a seguir hasta que tengamos cubierto todo el país.</div><div><br /></div><div>¿HAY LISTA DE ESPERA PARA INGRESAR?</div><div><br /></div><div>No. Toda mujer que cumpla con los requisitos, puede recibir el subsidio.</div><div><br /></div><div>¿QUÉ PASA CON ESA MUJER CUANDO DEJA DE RECIBIR EL SUBSIDIO?</div><div><br /></div><div>Es un apoyo en la salida de la situación. Necesitamos que en esos seis meses el municipio y la provincia trabajen en ver cuáles son las posibilidades que tiene esa persona para poder salir de esa situación y pueda tener algún tipo de autonomía económica sostenible en el tiempo. Muchas veces necesita una vivienda, otras, efectivamente un trabajo o un emprendimiento productivo. Hay muchos municipios que lo vienen trabajando. Creíamos que iba a ser menor el número de mujeres que iban a ingresar al Acompañar. Hay algunos municipios que por la cantidad que tienen de mujeres en el programa están trabajando con ellas en rondas, grupalmente, porque no pueden hacer la asistencia de forma individual.</div><div><br /></div><div>DESPUÉS DE LAS PASO SURGIERON VOCES DESDE EL PROGRESISMO, INCLUSO, CONTRA LAS POLÍTICAS FEMINISTAS DEL GOBIERNO SEÑALÁNDOLAS COMO “PIANTAVOTOS”, CASI COMO QUE HABÍA QUE OCULTAR ESTA AGENDA...</div><div><br /></div><div>Se intentó instalar que se trataba de políticas de minorías. Estoy convencida de que hay posicionamientos conservadores muy importantes, adentro y afuera del Frente de Todos, que buscan que la agenda de género y diversidad no avance más, y para decir eso, se la intentó banalizar, suponiendo que estaban vinculadas las políticas al lenguaje inclusivo y al DNI no binario. La del lenguaje inclusivo no es una política que tenga este Ministerio. Buscaron ridiculizar nuestra tarea. Y quisieron decir que como el Gobierno se ocupaba de estas cosas no se pudo ocupar de otras, todos argumentos descabellados. Nuestra principal preocupación hoy es que de cada diez personas más pobres en Argentina, siete son mujeres y que nuestra agenda esté vinculada a la reactivación económica con inclusión de mujeres y diversidad, y al problema de las violencias que tristemente no es una política de minorías. El año pasado en la provincia de Buenos Aires hubo 109 mil causas por violencia de género. Y es uno de los delitos que menos se denuncia. Hay que seguir, avanzar e ir por todo lo que falta que es un montón.</div><div><br /></div><div>¿QUÉ PROPUESTAS PLANTEA PARA EL AÑO QUE VIENE?</div><div><br /></div><div>Poder avanzar en reformas normativas vinculadas a las políticas de cuidado y a la inclusión laboral de mujeres y LGBT. Cuando retrocedemos en la participación laboral, retrocedemos en autonomía.</div></div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-67527293720662514182021-11-20T07:00:00.004-05:002021-12-03T23:11:51.730-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Fernanda<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Fernanda, de 15 años, fue condenada a 3 meses de tratamiento psicológico y recibió una advertencia verbal por aborto consentido. Fernanda quedó embarazada luego de haber sido violada en una fiesta y no deseaba seguir adelante con el embarazo. Se realizó un aborto con medicamentos. “Yo soy la que sufrió; ¿por qué me quieren volver hacer sufrir?”, le dijo a su terapeuta.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-70263793131570022092021-11-20T06:00:00.004-05:002021-12-03T23:09:21.174-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Rosa<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Rosa, una mujer de 18 años, identificada en los documentos del caso como mestiza, se presentó en un servicio de urgencias en 2015 con un aborto incompleto. Estaba cursando un embarazo de doce semanas y media. El juez la condenó a 60 días de prisión por realizarse un aborto consentido y le dijo que “... la condeno como autora del delito de quitar la vida a un feto que vivía en su vientre materno, delito tipificado y reprimido en el Art. 149 del Código Orgánico Integral Penal”.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-37398310913705001602021-11-20T05:30:00.005-05:002021-12-03T23:10:41.876-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Paola Guzmán Albarracín <div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Desde los 14 años, Paola fue violada y acosada sexualmente en forma reiterada por el vicerrector de la escuela secundaria pública a la que asistía. En 2002, Paola se enteró de que estaba embarazada y se lo informó al vicerrector, quien la obligó a practicarse un aborto con la colaboración del médico a cargo del servicio médico de la escuela. El médico de la escuela presuntamente también intentó tener sexo con Paola. Luego de estos sucesos, Paola se quitó la vida en diciembre de 2002.</div><div><br /></div><div>En junio de 2020, la Corte Interamericana de Derecho Humanos determinó que Ecuador violó los derechos de Paola a la vida, a estudiar sin sufrir violencia sexual, a la salud sexual y reproductiva y la autonomía física, así como el derecho de su familia a un juicio justo y que se respete su integridad moral y psicológica.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-58629984214444713782021-11-19T18:34:00.002-05:002021-12-04T18:35:21.988-05:00Día mundial para la prevención del abuso sexual infantil 2021<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://lh3.googleusercontent.com/-7e3FaK2-F5c/Yav696pM7lI/AAAAAAAACkQ/eavYOjoDip8W1bX6TZBuZZLDNQmZJrIjACNcBGAsYHQ/abuso-730x365.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="365" data-original-width="730" height="160" src="https://lh3.googleusercontent.com/-7e3FaK2-F5c/Yav696pM7lI/AAAAAAAACkQ/eavYOjoDip8W1bX6TZBuZZLDNQmZJrIjACNcBGAsYHQ/abuso-730x365.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-42954072734066471332021-11-13T08:00:00.004-05:002021-12-03T23:07:55.212-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Mabel<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Mabel, madre soltera de un niño de 4 años y trabajadora del hogar, tuvo que ser llevada a un servicio de urgencias luego de que se introdujera un cuchillo en el abdomen para intentar poner fin a un embarazo no deseado en 2014. Mabel se declaró culpable y fue condenada a realizar un tratamiento psicológico, prestar servicio comunitario y cumplir con visitas regulares de supervisión en la fiscalía. Mabel tenía que realizar un viaje largo para llegar a la fiscalía y el horario de trabajos comunitarios se superponía con su horario de trabajo. Debido a esta situación, Mabel llegaba tarde al trabajo y sus empleadores amenazaron con despedirla.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-48278985349334476242021-11-06T08:00:00.009-04:002021-12-03T23:06:20.492-05:00Impacto social y económico de la criminalización del aborto en Ecuador<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div>La criminalización del aborto tiene vastas consecuencias nocivas en Ecuador. Se cobra vidas a través de la creciente mortalidad y morbilidad materna, al excluir a mujeres y niñas de los servicios esenciales y mellar los esfuerzos más generales orientados a promover la salud sexual y reproductiva. La penalización del aborto frustra las medidas urgentes que debería adoptar Ecuador para combatir complicaciones de salud evitables, la mortalidad materna y las violaciones de derechos humanos. Tal como lo demuestran los datos en el presente informe, los procesos penales —además de otros daños causados por la criminalización del aborto y el acceso limitado al aborto legal— afectan en forma desproporcionada a adolescentes, mujeres jóvenes y personas que ya se encuentran marginadas, como las personas indígenas y afrodescendientes y las mujeres y niñas que viven en la pobreza o en la pobreza extrema.</div><div><br /></div><div>Aunque el alcance de la sentencia que dictó la Corte Constitucional del Ecuador se limitó a la cuestión de la “discapacidad mental” y la violación, la corte dejó abierta la posibilidad de una despenalización más amplia, al concluir que la Asamblea Nacional no puede eludir su responsabilidad de legislar para defender y proteger todos los derechos constitucionales de las mujeres y las niñas. En su voto concurrente, el juez Ramiro Ávila Santamaría concluye que: “El derecho penal no es la herramienta adecuada para proteger derechos en este contexto e insta la despenalización del aborto, junto con una reglamentación que garantice el acceso a servicios seguros para “proteger íntegramente el derecho a la salud contra posibles violaciones cometidas por terceras partes’”.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>MORTALIDAD Y MORBILIDAD MATERNA</div><div><br /></div><div>La criminalización del aborto implica graves riesgos para la salud de mujeres y niñas. La interpretación limitada del Código Orgánico Integral Penal de Ecuador respecto de la excepción sobre salud y riesgo para la vida, que contempla únicamente la salud física y la amenaza inminente para la vida, impide que la mayoría de las mujeres tengan acceso a abortos legales. Debido al temor a la criminalización y la estigmatización, a menudo quienes están legalmente habilitadas a realizarse un aborto terapéutico esperan a que se desarrollen complicaciones que pueden poner en riesgo su vida antes de acceder al aborto.</div><div><br /></div><div>Diversas investigaciones realizadas en el mundo muestran de manera congruente que la criminalización del aborto no reduce la cantidad de prácticas de este tipo, sino que lleva a mujeres y niñas a recurrir a abortos en condiciones inseguras, que contribuyen a agravar la morbilidad y la mortalidad materna prevenibles. En Ecuador, el problema tiene una magnitud alarmante, y se registran altos índices de morbilidad y mortalidad materna.</div><div><br /></div><div>En la región de América Latina y el Caribe se encuentran las leyes contra el aborto más restrictivas del mundo. América Latina y el Caribe también tienen la segunda tasa de fertilidad adolescente más alta del mundo y, tal como se mencionó anteriormente, Ecuador tiene la tercera tasa de embarazo adolescente más alta de la región.</div><div><br /></div><div>La tasa de mortalidad materna de Ecuador en 2018 fue de 41,1 por cada 100.000 nacimientos. Ese año hubo 221 muertes maternas y, de estas, la mitad fueron muertes de adolescentes y jóvenes; 3 de ellas fueron niñas de menos de 14 años. Las desigualdades persistieron entre las mujeres, adolescentes y jóvenes de sectores más pobres y en las zonas rurales. Las muertes maternas tardías aumentaron de 21 casos en 2016 a 84 casos en 2018. En un informe reciente, el relator especial sobre el derecho a la salud recomendó a Ecuador que: “fortalezca el sistema de seguimiento y evaluación de las muertes maternas, incluidas las muertes maternas tardías, e intensifique la labor a fin de aplicar planes de reducción de la mortalidad materna”.</div><div><br /></div><div>El riesgo es particularmente acentuado para las niñas embarazadas. La OMS informa que los embarazos adolescentes presentan importantes riesgos para la salud física, incluida la muerte. Las complicaciones causadas por el embarazo y el parto son la principal causa de muerte de niñas de entre 15 y 19 años a nivel mundial. El riesgo de muerte por las complicaciones relacionadas con el embarazo es incluso mayor en el caso de niñas de menos de 15 años. Las niñas tienen cuatro veces más probabilidades que las mujeres adultas de sufrir complicaciones fatales durante el embarazo o el parto, como la presencia de tumores placentarios, embarazos ectópicos, embarazos múltiples y complicaciones derivadas de alteraciones en el trabajo de parto, entre otras.</div><div><br /></div><div>Las niñas de menos de 14 años que dan a luz pueden enfrentar graves consecuencias para la salud mental. En un estudio realizado por Planned Parenthood Global, una importante proporción de niñas que tuvieron partos informaron síntomas de depresión, ansiedad y, en particular para las que habían sido agredidas sexualmente, de estrés postraumático. Según las investigadoras de Planned Parenthood Global: “El 91 por ciento de los casos revisados en las historias clínicas, reflejan ‘sintomatología depresiva’ y ‘trastorno adaptativo’”. En Ecuador, las participantes entrevistadas para el informe de Planned Parenthood Global expresaron una variedad de emociones, como espanto, fastidio, abandono, miedo, dolor, culpa, tristeza, ansiedad y depresión.</div><div><br /></div><div>Diversos estudios también concluyeron que las niñas embarazadas y que están al cuidado de sus hijos o hijas con frecuencia se ven obligadas a dejar la escuela como consecuencia del embarazo o para dedicarse al cuidado infantil. Otros estudios recientes han demostrado que las madres adolescentes tienen menos posibilidades de completar su educación y capacitación y, en consecuencia, enfrentan limitaciones en cuanto a oportunidades laborales, lo cual implica la posibilidad de que se refuerce el círculo de privación y embarazo adolescente. En 2020, la Corte Constitucional del Ecuador falló a favor de una mujer que presentó una demanda tras haber sido separada de la formación militar por estar embarazada. En su sentencia, la corte estableció que imponer sanciones o mayores cargas a una persona debido al embarazo constituye una forma de discriminación y que el embarazo, al igual que el sexo, es una categoría protegida.</div><div><br /></div><div>La sentencia de la Corte Constitucional del Ecuador relativa a la despenalización del aborto en casos de violación estableció que la Defensoría del Pueblo debía preparar y presentar, en el término de dos meses, “un proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo en caso de niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violación sexual”. La ley que apruebe la Asamblea Nacional debe garantizar que todas las sobrevivientes de violación puedan tener acceso a la atención de la salud en forma oportuna, confidencial e integral, lo cual incluye el aborto seguro y la atención posterior al aborto. Teniendo en cuenta los riesgos particulares sobre la salud física y mental de las niñas y adolescentes que quedan embarazadas como consecuencia de una violación, la ley debería cumplir con los estándares internacionales establecidos por el Comité de los Derechos del Niño, que ha instado a los gobiernos a que garanticen “el interés superior de las adolescentes embarazadas y se escuche y se respete siempre su opinión en las decisiones relacionadas con el aborto”.</div><div><br /></div><div>El aborto es una práctica segura si se realiza en forma adecuada utilizando uno de los métodos recomendados por la OMS. Los abortos seguros se pueden realizar con comprimidos (aborto con medicamentos) o con un simple procedimiento ambulatorio. La OMS informa que el aborto con medicamentos es seguro y muy efectivo. Recomienda utilizar una combinación de los medicamentos mifepristona y misoprostol para interrumpir un embarazo. Cuando la mifepristona no se encuentra disponible, la OMS recomienda el uso exclusivo de misoprostol como el segundo mejor tratamiento recomendado. Ambos medicamentos se encuentran en la lista de medicamentos esenciales de la OMS. La mifepristona no está registrada en Ecuador; el misoprostol está incluido en Ecuador como un medicamento esencial y básico para uso obstétrico y gastroentérico, que puede proporcionarse en los tres niveles de atención médica.</div><div><br /></div><div>Según la OMS, las complicaciones del aborto inseguro incluyen las siguientes: “aborto incompleto (no se retiran o no se expulsan del útero todos los tejidos embrionarios); hemorragias (sangrado abundante); infección; perforación uterina (cuando se atraviesa el útero con un objeto afilado); [y] daños en el tracto genital y órganos internos”.</div><div><br /></div><div>Algunas mujeres y niñas ecuatorianas pueden pagar a proveedores de salud idóneos para que las ayuden a interrumpir un embarazo en forma segura, incluso en este entorno restrictivo. Sin embargo, muchas de ellas —especialmente quienes viven en comunidades de bajos recursos y rurales, como Gladis— ponen en riesgo su salud y sus vidas para someterse a abortos inseguros, con frecuencia sin ninguna orientación por parte de proveedores capacitados. Algunas mujeres y niñas sufren graves problemas de salud, o incluso mueren, a causa de abortos inseguros.</div><div><br /></div><div>En 2009, Gladis, una mujer identificada como indígena, se inyectó en el abdomen “Perrofin”, un veneno que se utiliza para matar animales callejeros, con el fin de interrumpir un embarazo no deseado. Más tarde se presentó en una sala de urgencias, donde los médicos la denunciaron ante la policía. Gladis fue condenada a dos meses de prisión por aborto consentido.</div><div><br /></div><div>A pesar de que cada vez más mujeres que intentan interrumpir un embarazo pueden obtener misoprostol para interrumpir de manera segura su embarazo no deseado, siguen estando en riesgo de sufrir consecuencias negativas para la salud si no pueden obtener la información que necesitan para usar el método en forma segura y eficaz. La criminalización del aborto en Ecuador aumenta este riesgo al dificultar que las mujeres y las niñas tengan acceso a esta información.</div><div><br /></div><div>La obstetra A, dijo a Human Rights Watch que “[L]as pacientes saben muy poco. Hay buena y mala información en Internet… Las mujeres compran el medicamento, pero no reciben información adecuada y no saben qué hacer. La mayoría tiene miedo”. La obstetra A recordó el caso de una paciente que llegó a la sala de urgencias con hemorragia abundante luego de haberse colocado 15 pastillas en la vagina (una dosis normal sería de 3 pastillas tomadas una por vez, en intervalos de varias horas). La vida de la mujer corría peligro debido a esta sobredosis, que ocurrió porque no tenía información precisa sobre cómo utilizar el medicamento. “La mayoría de las pacientes tienen pocos recursos, en especial las mujeres solteras y las estudiantes. Las pacientes se preocupan sobre todo porque no tienen los recursos económicos para llevar adelante un embarazo y luego cuidar del niño o niña. Muchas de ellas ya tienen hijos. Y la mayoría recibió poca educación”, declaró la obstetra A.</div><div><br /></div><div>La falta de acceso a información precisa y confiable también puede causar que algunas mujeres y niñas busquen atención médica de emergencia porque no saben qué esperar durante un aborto con medicamentos. Sin esa información, se sienten alarmadas por los efectos de la medicación. Y entonces corren el riesgo de ser arrestadas y sometidas a procesos legales.</div><div><br /></div><div>En 2010, Mónica, de 17 años y embarazada de 4 semanas, tomó Cytotec porque “estaba embarazada y no sabía qué hacer”. Mónica les dijo a los médicos que había encontrado información en Internet sobre cómo usar las pastillas para inducir el aborto. Compró las pastillas por 30 dólares. Una hora después de tomarlas, comenzó a experimentar sangrado vaginal y contracciones. Mónica se asustó y llamó a una amiga, que la acompañó al hospital. El personal médico del hospital llamó a la policía, y Mónica fue acusada de aborto consentido. Por ser menor de 18 años, fue condenada a tres meses de orientación y apoyo familiar de conformidad con el Código de la Niñez y Adolescencia.</div><div><br /></div><div>El temor a un proceso legal también puede hacer que las mujeres y niñas no busquen atención médica pese a necesitarla con urgencia si experimentan complicaciones como consecuencia de un aborto inseguro o incluso ante un aborto espontáneo, lo cual aumenta los riesgos para su salud. Estas barreras al acceso al aborto y a una atención posterior al aborto adecuada representan un grave peligro para las vidas de mujeres y niñas. Las víctimas de violación sexual pueden enfrentar graves consecuencias psicológicas si son forzadas a llevar un embarazo a término.</div><div><br /></div><div>A pesar de la aprobación oficial de la Guía de Práctica Clínica para el Aborto Terapéutico en diciembre de 2014, los profesionales de la salud entrevistados por Human Rights Watch manifestaron que la guía no se ha implementado de manera sistemática. El sistema de salud ecuatoriano ha interpretado en forma incoherente y arbitraria qué constituye una amenaza para la salud de la mujer. A menudo, en la práctica los riesgos que afectan la salud mental de una persona embarazada o las circunstancias sociales que inciden en su salud física o mental no se consideran suficientes para reconocer el derecho a un aborto no punible, lo cual contradice lo indicado en la guía. El gobierno no ha establecido plazos para la implementación. Los profesionales médicos entrevistados por Human Rights Watch manifestaron que, en su opinión, la implementación adecuada de la guía mediante una interpretación amplia e integral del concepto de salud desde la perspectiva de los derechos humanos podría contribuir sustancialmente a reducir la mortalidad y morbilidad materna asociadas con el aborto inseguro.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>EXCLUSIÓN DE MUJERES Y NIÑAS A LA ATENCIÓN ESENCIAL DE LA SALUD</div><div><br /></div><div>Obstaculizar el acceso al aborto seguro y legal tiene un efecto devastador y, con frecuencia, permanente en las vidas de las mujeres y niñas que se enfrentan a un embarazo no deseado. Los altos índices de violencia sexual, además del acceso mínimo a servicios de salud sexual y reproductiva, hacen que mujeres y niñas se vean obligadas frecuentemente a llevar a término embarazos no deseados.</div><div><br /></div><div>En 2014, Jessica, de 18 años, se practicó un aborto con medicamentos con la ayuda de su amiga Karla, también de 18 años de edad. Jessica comenzó a sangrar y, cuando los dueños de la casa en la que se encontraba se dieron cuenta de lo que ocurría, llamaron a la policía. Aunque Jessica necesitaba atención médica, tanto ella como Karla fueron detenidas de inmediato. Ambas fueron acusadas de aborto consentido y pasaron 17 días en prisión antes de declararse culpables. Luego de su declaración de culpabilidad, y aceptar un proceso abreviado, fueron condenadas a recibir tratamiento psicológico, presentarse periódicamente ante la fiscalía, hacer trabajo comunitario y pagar una multa.</div><div><br /></div><div>Los embarazos no deseados a una edad temprana son experiencias particularmente traumáticas. Los embarazos en niñas de menos de 14 años en Ecuador son el resultado de violación, tal como se define en el código penal de Ecuador, cometido frecuentemente por familiares u otros hombres cercanos a ellas. Las niñas y adolescentes muy jóvenes tienen menos posibilidades de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, como la anticoncepción y la información de salud necesarias para encontrar servicios integrales de salud reproductiva, incluido el aborto, y esto las convierte en una población particularmente de alto riesgo.</div><div><br /></div><div>En un testimonio brindado al Comité de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2020, Johana* de Ecuador explicó lo siguiente: “A los 8 años… mi mamá me dijo que vaya a dar de comer a las gallinas… En ese momento llegó mi padrastro… Yo lloraba y le decía que quería irme, pero me desvistió y él me violó… Empezó a seguir violándome y yo solo pensaba en morirme… Cuando tenía 12 años solo supe que estaba embarazada, yo no sabía porque nunca tuve la menstruación. Yo solo pensaba que me estaba engordando, ahí mi padrastro decidió sacarnos de la escuela y ya nadie fue a preguntar por qué no íbamos. Cuando tenía una barriga muy grande… mi mamá me dijo que he de estar preñada y yo enojada le dije de estar ‘preñada de tu marido’… Yo supe que estaba embarazada porque había visto a los animales y ya supe lo que eso era…. Empezó mi labor de parto y me llevaron al centro de salud… querían hacerme el tacto pero yo por nada del mundo quería sacarme el pantalón, las doctoras me insultaban, me decían ‘¡que para qué he abierto las piernas!’. Me mandaron a bañar y me pusieron unas cosas que me ajustaba el vientre, ahí fui al baño, me quedé dormida, yo solo quería morirme… Solo recuerdo que decían que el bebé ya debía haber nacido y ahí me hicieron una cesárea… me trajeron la guagua y yo me di la vuelta, yo no quería verle… los médicos me cogían el seno para darle de lactar a la bebé, eso fue por 3 días… Cuando yo tenía 14 años me junté con Pedro*. Yo viví con él 9 años y tuve dos hijos más. Cuando tenía 15 años llegó Norma* [hermana de Johana]. Norma me avisó que mi papá la estaba violando y ella se quedó conmigo… pusimos la denuncia…, solo supimos que mi papá se murió [varios años después]. Hace 3 meses me separé… Ahora vivo aquí cuidando chanchos y estoy tranquila. Quisiera decir que si alguna vez ven a una niña, que no le dejen sola, es fácil darse cuenta si algo le pasa, el silencio, ellas callan. Quisiera que ninguna niña viva lo que nosotras vivimos”.</div><div><br /></div><div>Las niñas que se ven obligadas a ser madres con frecuencia dejan de asistir a la escuela y sufren altos niveles de violencia y pobreza. La maternidad forzada en las niñas perpetúa los ciclos de discriminación y pobreza. Tiene un efecto negativo sobre la salud mental, física y social de las niñas y las hace vulnerables a mayores riesgos de mortalidad materna, ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático y suicidio. En Ecuador, un estudio de 2015 analizó las historias clínicas de 139 niñas que se vieron obligadas a ser madres antes de cumplir los 14 años y observaron que más del 90 por ciento mostraba “síntomas de depresión” y “trastorno adaptativo”.</div><div><br /></div><div>Human Rights Watch examinó nueve expedientes sobre niñas de menos de 18 años que fueron judicializadas por aborto. En dos de los nueve casos, sobre una niña de 17 años y otra niña de 15 años, las demandadas en un principio fueron imputadas como adultas. Siete casos se resolvieron por suspensión condicional de la pena, según se establece en el Código de la Niñez y Adolescencia, establecido en 2014. Con frecuencia en estos casos, los jueces dispusieron que se brindara terapia psicológica y “apoyo familiar”. La niña de 15 años fue acusada de homicidio y pasó cuatro años y tres meses en un centro de detención juvenil. En el otro caso, la niña de 17 años fue condenada a tres meses de arresto domiciliario, aunque no tuvo que estar más tiempo detenida dado que ya había pasado 18 meses de arresto domiciliario durante el juicio.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>DEBILITAMIENTO DE LOS ESFUERZOS TENDIENTES A COMBATIR LAS VIOLACIONES SEXUALES Y OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO</div><div><br /></div><div>La criminalización del aborto, hace más difícil que el gobierno pueda revertir los índices alarmantes de violencia contra las mujeres del país.</div><div><br /></div><div>La violación tiene graves efectos sobre la salud de la mujer, y prohibir un aborto luego de que se haya experimentado este tipo de violencia implica no tener en cuenta el derecho de las mujeres ecuatorianas de acceder al aborto terapéutico cuando su salud se encuentra en peligro, lo cual incluye la salud mental y social. Expertos internacionales han manifestado que negar la posibilidad de aborto seguro a víctimas de violación sexual o incesto, según las circunstancias, puede equivaler a tortura o un trato cruel, inhumano o degradante. El Comité contra la Tortura, que supervisa que los estados cumplan con la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CCT), ha señalado que la prohibición del aborto en casos de violación implica “para las mujeres afectadas una constante exposición a las violaciones cometidas contra ellas, lo que supone un grave estrés traumático con el riesgo de padecer prolongados problemas psicológicos”. </div><div><br /></div><div>La reciente sentencia de la Corte Constitucional de Ecuador de despenalizar el aborto en todos los casos de violación es un paso importante; la Asamblea Nacional debe actuar rápidamente para cumplir la sentencia. Su negación constituiría una vulneración del derecho a la salud. Además, agudizaría el daño que ya implican los índices generalizados de violación sexual y otras formas de violencia de género del país. Hasta abril del 2021, Ecuador había fallado en cumplir con las reiteradas recomendaciones que formularon los organismos de las Naciones Unidas que instan a despenalizar el aborto en casos de violación.</div><div><br /></div><div>En general, los hechos de violencia sexual no se denuncian en Ecuador. Incluso cuando se hace una denuncia, pocos casos terminan en condena. Según datos de la Fiscalía General del Estado obtenidos por organizaciones de la sociedad civil, solo el 17 % de los casos en los que se denunció violencia sexual contra una niña terminaron en condena en Ecuador entre 2016 y 2017. La ley actual sobre aborto desalienta que las mujeres y niñas que se someten a abortos o que experimentan emergencias obstétricas luego de ser victimizadas denuncien la violencia sufrida, ya que es probable que las sobrevivientes teman que brindar información sobre una violación haga que el personal sanitario concluya que ellas mismas han provocado el aborto. Esto dificulta la detección de la violencia contra las mujeres y niñas y contribuye a agravar la impunidad de estos hechos.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>COSTOS ECONÓMICOS DE LA CRIMINALIZACIÓN</div><div><br /></div><div>Ecuador también paga un alto costo económico por penalizar el aborto. Según un estudio realizado por el Ministerio de Salud Pública y la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo del Ecuador en 2017, el país gasta casi 5 millones por año en atención de complicaciones relacionadas con abortos inseguros. Algunas estimaciones calculan que un aborto no punible tiene un costo para el Estado de $160, mientras que atender las consecuencias de un aborto inseguro le cuesta al Estado $232. Ecuador pierde $448 millones por año debido a los embarazos no deseados.</div><div><br /></div><div>En 2019, según el Ministerio de Salud del Ecuador, 21,939 mujeres recurrieron al sistema de salud pública ecuatoriano para recibir atención por abortos provocados o espontáneos, lo cual incluye a quienes solicitaron abortos inducidos o atención por abortos incompletos. El 42 por ciento (9,309) de quienes solicitaron atención eran niñas o jóvenes de menos de 24 años. En 2017, se señaló en los medios de comunicación que, según el gobierno, los abortos —que sumaban 19,737 ese año— eran la segunda causa principal de morbilidad femenina, mientras que los datos de ingresos hospitalarios muestran que los abortos se encuentran entre las diez causas principales de morbilidad femenina.</div><div><br /></div><div>En países donde se garantiza el aborto seguro, legal y accesible, las mujeres y niñas que enfrentan embarazos no planificados pueden buscar libremente consejo y asesoramiento médico profesional y confidencial sobre sus opciones. La despenalización del aborto no solo ayuda a las mujeres y niñas a acceder al procedimiento, sino que además les ofrece mayor apoyo al momento de tomar decisiones, incluida la decisión de no interrumpir el embarazo. El asesoramiento previo al aborto puede permitir detectar si existen presiones indebidas o coerción por parte de parejas, padres/madres u otras personas para interrumpir el embarazo, y posibilitar que los profesionales de la salud ayuden a las pacientes a postergar la decisión o recibir asesoramiento adicional u otras derivaciones, según sea necesario.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-87425592860369237142021-10-10T06:30:00.004-04:002021-12-03T22:42:09.672-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Yolanda<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Yolanda, 24 años, llegó en silla de ruedas, acompañada de su pareja, al servicio de urgencias luego de tomar cuatro pastillas de Cytotec. Estaba embarazada de 13 o 14 semanas y manifestó su deseo de poner fin al embarazo, ya que había tenido problemas con su pareja. A Yolanda se le impuso una condena de 2 meses de prisión. Las denuncias de violencia de género nunca fueron investigadas.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-88633882858535404162021-10-10T06:00:00.004-04:002021-12-03T22:43:08.368-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Maribel<div style="text-align: left;"> * * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Cuando Maribel, de 20 años, le contó a su novio que estaba embarazada de 8 semanas, él le comunicó que no deseaba tener un hijo. Unos días después, con el pretexto de celebrar San Valentín, el novio de Maribel la invitó a un motel. Allí, le insistió para que Maribel tomara unas vitaminas, tres por vía oral y tres por vía vaginal. Maribel no sabía que las pastillas eran de misoprostol. Al día siguiente, Maribel acudió rápidamente al servicio de emergencias porque tenía cólicos y dolor. Maribel fue procesada y declarada culpable por aborto consentido, y fue condenada a cumplir trabajo comunitario y recibir tratamiento psicológico. Su novio nunca fue acusado de ningún delito.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-41562572310631307272021-10-09T06:00:00.006-04:002021-12-03T22:40:49.950-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Elena<div style="text-align: left;"><div>* * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Elena tenía 21 años, vivía en condiciones de pobreza, estaba casada y tenía un hijo pequeño cuando, en 2013, la violaron y quedó embarazada. Tomó medicación para interrumpir el embarazo no deseado. Cuando empezó a sentir un fuerte dolor de estómago y contracciones, fue a un hospital público. Elena fue denunciada a la policía por personal médico que la atendió. El caso de Elena fue uno de los cuatro que Human Rights Watch analizó y que fueron denunciados por el mismo hospital público. Fue acusada de realizarse un aborto consentido. Elena le dijo al juez: “Sí, me apliqué las pastillas, pero fue por ocultar mi honra,yo no quería tenerlo porque era producto de una violación, yo no quería que mi familia se enterara de lo que había hecho”. Elena fue condenada a 12 meses de prisión y tras siete meses fue puesta en libertad por buena conducta.</div></div><div><br /></div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-15513729489282073332021-10-05T06:00:00.003-04:002021-12-03T22:57:32.837-05:00 El aborto en el sistema judicial de Ecuador<div style="text-align: left;">* * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>A partir de la revisión de los casos, Human Rights Watch pudo identificar patrones que exacerbaban la naturaleza abusiva de estas judicializaciones. Se identificaron casos de mujeres y niñas judicializadas por haberse sometido a un aborto que sufrieron violaciones de sus derechos al debido proceso y encontraron dificultades para acceder a una representación legal de calidad. A menudo, los jueces no consideraron, como una circunstancia atenuante, la falta de información que tienen numerosas mujeres y niñas, especialmente aquellas que pertenecen a sectores pobres y marginados, con respecto a la salud reproductiva y el aborto. Muchos de los cargos y las penas reflejaban estereotipos de género y consideraciones religiosas que no deberían haber estado presentes.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>CONSIDERACIONES SOBRE AUSENCIA DE DEBIDO PROCESO</div><div><br /></div><div>Las investigaciones y las judicializaciones relacionadas con el aborto en Ecuador a menudo se realizan con rapidez e involucran vulneraciones de los derechos al debido proceso de las personas acusadas. Como lo demuestran los casos analizados en este informe, con frecuencia se acusa y condena a mujeres y niñas por delitos relacionados con el aborto en función de pruebas obtenidas ilegalmente a través de vulneraciones de su derecho a la privacidad, exámenes inválidos desde el punto de vista médico e interrogatorios realizados sin la presencia de un abogado defensor.</div><div><br /></div><div>En la mayoría de los casos, la principal prueba contra las mujeres y niñas que intentaron realizar un aborto consiste en la historia clínica, la hoja de atención en emergencia y el testimonio de los profesionales de la salud que denunciaron ante la policía a la mujer o niña, todo ello en violación del secreto profesional. El derecho ecuatoriano prohíbe el uso de pruebas obtenidas en violación de derechos establecidos en la Constitución. Sin embargo, en los casos analizados, al parecer, los tribunales habitualmente permitieron que se presentaran pruebas obtenidas en violación del derecho constitucional de las pacientes al secreto profesional.</div><div><br /></div><div>Otra de las pruebas principales son las declaraciones hechas por mujeres después o antes de recibir atención médica.</div><div><br /></div><div>Como se mencionó anteriormente, Damarys tenía 16 años cuando decidió interrumpir un embarazo no deseado, para lo cual acudió a una clínica privada. Tuvo complicaciones y necesitó atención médica. La llevaron a un hospital público. Los médicos la interrogaron e informaron a la policía. Tanto la policía como los médicos le dijeron a Damarys que sería mejor que colaborara y les dijera la verdad, que ya habían obtenido información sobre ella a través de su historia clínica, que lo peor sería negar lo ocurrido y que, si confesaba, no le pasaría nada. Su audiencia de formulación de cargos se realizó al día siguiente, sin su presencia por su estado crítico de salud, en esta audiencia se abrió la instrucción fiscal en su contra.</div><div><br /></div><div>En 99 casos que analizó Human Rights Watch, las mujeres judicializadas por aborto fueron interrogadas por policías en el hospital sin la presencia de un abogado, en violación de lo establecido por la ley nacional, que reconoce el derecho a una defensa adecuada y dispone en forma expresa que nadie puede ser interrogado por la policía sin la presencia de un abogado.</div><div><br /></div><div>Las siguientes notas de los documentos disponibles de los casos que analizó Human Rights Watch son ejemplos de pruebas, tomadas en cuenta durante el juicio, que se obtuvieron mediante la violación de otros derechos:</div><div><br /></div><div>- Caso 1: Testimonio de un policía que interrogó a una mujer en el hospital después de que recibiera atención médica, sin la presencia de un abogado, y luego utilizó su declaración como fundamento para su arresto. “Se ha procedido a la aprehensión de la ciudadana ‘A’ ya que, por disposición de la central de radio patrulla, me trasladé hasta [el] Hospital XXX, sitio en el que me entrevisté con la Dra. ‘Z’, quien manifestó que el día de ayer había atendido a la ciudadana ‘A’, por cuanto presentaba pielonefritis… Con esta información, me dirigí a donde se encontraba la paciente, que se identificó como ‘A’, quien voluntariamente manifestó que una mujer… le había vendido tres pastillas abortivas en la cantidad de veinte dólares americanos... Con estos antecedentes, se procedió a la aprehensión”.</div><div><br /></div><div>- Caso 2: Testimonio de un policía en un caso en el que los cargos se basaron en información confidencial de la paciente proporcionada por médicos en violación de su secreto profesional. “Los médicos indicaron a los miembros de la Policía Nacional que se estaba atendiendo a una persona que se había provocado voluntariamente el aborto; los policías ponen en conocimiento de la Fiscalía; y es lo que se va a demostrar”.</div><div><br /></div><div>- Caso 3: Testimonio de una mujer aportado durante el juicio, en el cual explica cómo, tras tener una emergencia obstétrica, fue acusada de aborto consentido. “Ingresé al hospital, por tener un dolor en la barriga por situación que me caí de las gradas de mi casa, puesto que me encontraba embarazada, por esa razón me fui a dicho hospital… luego que ingresé, me supo manifestar que me encontraba en proceso de parto, después de unas horas di a luz al bebé pero me dijeron que se encontraba sin signos vitales, luego me trasladaron a un cuarto, llegó una fiscal y me indicó que estaba detenida para investigaciones de lo que había sucedido”.</div><div><br /></div><div>Estos interrogatorios a menudo se llevaban a cabo mientras la mujer o la niña se encontraba en el hospital, experimentando una emergencia médica o en proceso de recuperación, a veces con posible riesgo para la vida. En casi tres de cada cuatro casos, fueron denunciadas a la policía por personal del hospital. El interrogatorio en estas circunstancias no solo afectó sus derechos al debido proceso, sino que además agravó el riesgo para su salud, al interrumpir su atención e interferir con la atención médica y su interacción con el médico.</div><div><br /></div><div>En 23 casos examinados por Human Rights Watch, las personas acusadas, incluidas mujeres o niñas que se habían sometido a abortos u otros acusados como profesionales de la salud, fueron puestas en prisión preventiva. Identificamos 13 casos en los cuales se dispuso la prisión preventiva de una mujer o niña que acababa de tener un aborto. El derecho ecuatoriano contiene disposiciones específicas destinadas a evitar la prisión preventiva de las mujeres embarazadas y puérperas, pero a veces estas disposiciones no se toman en cuenta en los jucios por aborto.</div><div><br /></div><div>En varios casos, los profesionales de la salud realizaron a las mujeres pruebas invasivas que no eran parte legítima de su tratamiento médico, y se llevaron a cabo sin consentimiento informado o sin un fundamento legal, como el examen forense de órganos genitales. En lugar de excluir las pruebas obtenidas en violación de los derechos de las mujeres, como la información confidencial sobre su salud, los fiscales utilizaron reiteradamente este tipo de prueba y los jueces la aceptaron.</div><div><br /></div><div>Los siguientes son casos que ejemplifican esta situación:</div><div><br /></div><div>- Paola, de 15 años, y su novio Juan, de 20, decidieron que ella se realizara una interrupción voluntaria del embarazo con medicamentos después de enterarse de que Paola estaba emabarazada de 10 semanas. Paola acudió con un aborto incompleto al hospital en busca de atención médica y acompañada de sus padres. Cuando Paola mencionó que había tomado misoprostol, el personal le realizó análisis de orina y sangre, además de otros exámenes, sin más explicaciones. Los exámenes de laboratorio pretendían confirmar la presencia de misoprostol tanto en sangre como en orina. Esto formó parte de la principal prueba del caso.</div><div>- En otro caso, el fiscal argumentó que el informe presentado establecía que “se hizo la prueba al pulmón introduciéndole un recipiente con agua y el pulmón se refiere que se fue directamente hacia el fondo, no hubo la sumersión, que quiere decir eso que jamás hubo respiración en los pulmones por parte del feto”. La comunidad científica ha desacreditado este tipo de pruebaconocida como la docimasia, sin embargo, formó parte de las pruebas consideradas para el caso.</div><div>- Vicky fue judicializada por aborto consentido porque el médico testificó que la la paciente le había dicho que “no quería tener el bebé” y esto se utilizó como parte de las pruebas contra Vicky. En el juicio, Vicky fue declarada inocente.</div><div><br /></div><div>Human Rights Watch identificó cinco casos de Esmeraldas originados por una violación al secreto profesional. Cuatro fueron denunciados por un mismo hospital en 2013. El quinto fue el caso de una trabajadora sexual que viajaba desde fuera de la ciudad para visitar a su esposo encarcelado. El caso fue anulado en apelación por violaciones al debido proceso.</div><div><br /></div><div>Otro problema es que los peritos forenses a veces utilizan métodos que han sido desacreditados por la comunidad científica hace por lo menos dos siglos, como la “prueba de flotación pulmonar”, también llamada “prueba hidrostática o docimasia”, con la cual se pretende determinar si un neonato nació vivo o muerto, evaluando si los pulmones han experimentado respiración. Un experto ha señalado: “Sin embargo, ocurre que, en muchos casos, no es posible responder de manera concluyente a esta pregunta y se debe suponer que existió muerte prenatal debido a las posibles consecuencias legales de determinar que un bebé nació vivo”. No obstante, en tres casos analizados por Human Rights Watch, los fiscales se basaron en los hallazgos obtenidos a través de este método para presentar cargos de homicidio agravado, como se explicó antes en el caso de Soledad. Durante el juicio de Soledad, el fiscal presentó los resultados de la “prueba de flotación pulmonar” como parte de la prueba legal de que los resultados de “una asfixia por sofocación con obturación de vías respiratorias y una estrangulación, al examen de las docimasias, fueron positiv[os]”. Aunque se trata de una prueba médica desacreditada, se tuvo en cuenta durante el juicio. Soledad fue declarada inocente, tras haber estado encarcelada cinco meses a la espera del juicio y durante este.</div><div><br /></div><div>En uno de los casos que examinó Human Rights Watch, la abogada privada que representaba a la acusada planteó los siguientes problemas al debido proceso:</div><div><br /></div><div>- se negó a la defensa el acceso a un perito psicólogo para examinar a la acusada;</div><div>- se negó a la defensa el acceso a un perito que pudiera asesorar sobre la validez de la “prueba de flotación”;</div><div>- el interrogatorio de la acusada realizado en el hospital cuando aún presentaba sangrado, sin la presencia de un abogado y mientras se encontraba en tratamiento médico, no fue excluido de la prueba, pese a que el abogado afirmó que fue realizado en violación de los derechos de la acusada y que se la obligó a aceptar ser entrevistada como condición para recibir atención médica;</div><div>- también se admitieron como prueba los allanamientos realizados en el domicilio de la acusada que, según el abogado, también se llevaron a cabo ilegalmente;</div><div>- se admitió el testimonio de los profesionales de la salud que atendieron a la acusada, pese a que, al declarar, estos violaron la obligación legal de confidencialidad con la paciente;</div><div>- se admitió como prueba una “prueba de flotación” inválida desde el punto de vista médico. Las solicitudes fueron rechazadas y la acusada fue declarada culpable.</div><div><br /></div><div>Los abogados privados que representan a personas acusadas de delitos relacionados con el aborto manifiestan que, al llevar adelante su trabajo, enfrentan estigmatización, hostilidad y obstáculos para hacer su trabajo por parte de funcionarios de aplicación de la ley. Ana Vera, directora de Surkuna, una organización legal ecuatoriana que da seguimiento a casos de mujeres judicializadas por cargos de aborto y que ha defendido a personas que enfrentan estos cargos, manifestó a Human Rights Watch que estos casos se manejan de manera diferente a otros tipos de causas penales. “Nunca nos han tratado tan mal como cuando llevamos los casos de aborto, se nos niegan las pruebas. En la fiscalía, no tienen la misma actitud cuando estamos llevando los casos de violencia de género o en los de feminicidios, solo nos tratan tan mal con los de aborto, nos ven como monstruos. No nos dejan trabajar”.</div><div><br /></div><div>En referencia a uno de los casos, dijo lo siguiente: “Se nos niega sistemáticamente la evidencia. En un caso, se nos negó la exhumación y se nombró a la misma perita. Hicimos 5 escritos planteando que había una serie de negaciones de prueba que constituían al proceso como viciado, que la autopsia tenía varios errores y que la negación de la exhumación del cadáver constituyó una violación al debido proceso... Sin embargo, posteriormente la fiscalía ordena que la misma perita que habíamos cuestionado... fuera ella quien hiciera la exhumación. La exhumación nunca se hizo. Al acabarse la audiencia, la jueza apagó cámaras y dijo que nos acercamos al estrado; cuando lo hicimos, nos mostró la foto de un feto de 22 semanas y nos dijo: ‘¿qué hacen defendiendo asesinas?’”.</div><div><br /></div><div>Vera contrastó el sumo interés de policías y fiscales por obtener condenas a cualquier costo en los casos de aborto, con su relativa falta de interés en impulsar los casos de violencia contra mujeres, incluido el feminicidio.</div><div><br /></div><div>Al igual que sucede con otras personas que enfrentan cargos penales, los defensores públicos instan a las personas acusadas de delitos relacionados con abortos a que se declaren culpables, y los abogados se ven presionados por fiscales y jueces a que el caso se resuelva sin que insuma el tiempo y los gastos de un juicio. Human Rights Watch examinó 96 casos con sentencia definitiva. En 19 de los 33 casos (58 por ciento) en los que un defensor público representó al acusado, hubo un “procedimiento abreviado” en el que el acusado se declaró culpable. Esto se compara con 24 de los 63 casos (38 por ciento) con asistencia letrada privada. En 29 de los 63 casos (46 por ciento) con asistencia letrada privada, el caso llegó a juicio, en comparación con 9 de los 33 casos (27 por ciento) con un defensor público. En el resto de los casos, el resultado fue una suspensión condicional de la pena.</div><div><br /></div><div>A las personas acusadas a veces se les dice que si se declaran culpables se impondrá una pena menos severa. Sin embargo, el análisis de los casos que realizó Human Rights Watch detectó que las personas que aceptaron un procedimiento abreviado tuvieron más probabilidades de cumplir una pena privativa de la libertad que las que optaron por un juicio. Entre los 33 casos que identificamos en los cuales la persona acusada tuvo un procedimiento abreviado, 2 de cada 3 recibieron una pena de prisión. En solo 8 de los 31 casos que llegaron a juicio, la parte acusada recibió una pena de prisión; en el resto, se dispuso una suspensión condicional de la pena. Es posible que en los casos que llegaron a juicio las pruebas hayan sido menos sólidas; sin embargo, estas cifras sugieren que la determinación de resolver los casos sin que lleguen a juicio puede estar comprometiendo los derechos de algunas personas acusadas.</div><div><br /></div><div>Algunos de los casos examinados por Human Rights Watch contenían indicios de que la representación que brindaron los defensores públicos había sido deficiente. La fiscalía a menudo presentaba cuantiosas pruebas, como la historia clínica de la mujer, autopsias fetales, informes de inspecciones visuales de hospitales y viviendas donde se presumía que había ocurrido el aborto, denuncias policiales y pruebas similares. También incluye entrevistas a partes relevantes, como las personas acusadas, personal del hospital, investigadores policiales y, a menudo, familiares con conocimiento de los hechos y evaluaciones psicológicas. Por el contrario, los defensores públicos muchas veces presentan muy pocas pruebas.</div><div><br /></div><div>Por ejemplo, en el caso contra Margarita, que se mencionó anteriormente, y que fue interrogada en el hospital por policías sin la presencia de un abogado, la prueba presentada por la fiscalía consistió en: 1) las pastillas extraídas de la vagina de Margarita; 2) un certificado médico emitido por el médico del hospital; 3) una constancia de arresto emitida por policías; 4) un informe policial; 5) un informe en el que se describe un examen ginecológico realizado a la acusada por un médico forense; 6) un registro de la cadena de custodia de muestras biológicas, químicas y de sustancias controladas; 7) una factura por estudios de laboratorio; 8) resultados de las pruebas toxicológicas; 9) un informe de la policía de investigación; 10) un informe pericial sobre reconocimiento de pruebas, elaborado por policías; 11) un informe de reconocimiento del lugar de los hechos, elaborado por la policía; y 12) una copia certificada de la historia clínica.</div><div><br /></div><div>Por su parte, el defensor público de Margarita no presentó prueba alguna en el caso. Esto no fue algo inusual, ya que varios de los casos examinados por Human Rights Watch indicaron que el abogado defensor no había presentado pruebas en nombre de su cliente, o que estas eran escasas.</div><div><br /></div><div>Estereotipos de género y consideraciones religiosas en el trato a mujeres judicializadas</div><div>Muchos casos analizados por Human Rights Watch contenían indicios claros de que policías, fiscales y jueces trasladaban al caso estereotipos de género y religiosos que influían en el trato y las condenas que recibían las acusadas.</div><div><br /></div><div>En el caso de Margarita, el juez dispuso que “es indudable que la actora conocía las consecuencias que llevaba el introducir dos pastillas en su vagina así como ingerirlas por la vía oral, pues no puede esperarse otro resultado que no fuere el de terminar con la vida del feto, siendo poco creíble lo afirmado por la acusada de que ella no sabía que estaba embarazada. De ser eso cierto, entonces no hubiera sido necesario que adopte esa conducta”. El juez agregó en el escrito que el derecho a la vida “estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”, lo que representa una interpretación errónea del artículo 4 de la Convención Americana, y condenó a Margarita a cuatro meses de prisión.</div><div><br /></div><div>El Guttmacher Institute indica que el aborto se encuentra estigmatizado porque: “[V]iola dos ideales fundamentales de la condición de mujer: maternidad y castidad. El deseo de ser madre es central para ser una ‘buena mujer’, y las nociones de que las mujeres deberían tener relaciones sexuales solo si tienen intención de procrear refuerzan la idea de que el sexo por placer es ilícito para las mujeres (mientras que sí es aceptable para los hombres). De este modo, el aborto queda estigmatizado porque pone en evidencia que una mujer tuvo relaciones sexuales ‘sin fines procreativos’ y pretende ejercer control sobre su propia reproducción y sexualidad, que en ambos casos amenazan las normas de género existentes”.</div><div><br /></div><div>Ana Vera, directora de Surkuna, explicó que la estigmatización de la mujer comienza desde el momento en que los profesionales de salud las denuncian y continúa durante todo el proceso de judicialización. “Lo que hemos confirmado es que el estigma pesa en estas mujeres por su rol de madres y por la supuesta ruptura de ese rol. Esto significa que los procesos legales que enfrentan son procesos sin ningún tipo de garantía judicial y que no se respeta el debido proceso”.</div><div><br /></div><div>La periodista Ana Acosta, que ha investigado acerca de procesos penales por aborto, indicó que a las mujeres en el tribunal “se les dice que son pecadoras”. Acosta explicó que a muchas mujeres se les dice que han tenido un aborto “porque no saben que ser madre es bonito… Los jueces las envían [a las mujeres] a casas de mamás a cuidar niños para que se maternicen [como castigo]. Es un cruce ahí de estigmas”.</div><div><br /></div><div>En un caso, el fiscal argumentó: “Si una madre puede matar a su propio hijo, ¿qué razones queda a la humanidad para poder matarnos los unos a los otros?”</div><div><br /></div><div>Otro fiscal planteó de manera explícita el aspecto religioso: “[El aborto] se constituye en un crimen contra la existencia de un ser que como espíritu al momento de la concepción se unió a un cuerpo prodigado por sus padres en el momento de las relaciones amorosas. El aborto consentido, consiste en quitar la vida a una criatura inocente, que no ha cometido ningún delito. Además, se agrava el crimen por ser la víctima una criatura que tendría derecho al amor de sus padres y que no alcanzará a disfrutar de ninguno de los bienes de la vida, quedando sus padres con la responsabilidad penal terrenal, y después de la muerte, la divina en el momento de presentarse ante el Tribunal de la Inteligencia Superior, el Padre Celestial. Se semeja con menor pena al asesinato, común entre los seres humanos en la historia ecuatoriana. Son muchísimas las causas que pueden impulsar a una señorita a abortar, quitar la vida a un ser, o matar a ese ser que con voluntad procreó. Sin embargo, sacrificando la filosofía de este juzgador: A las mujeres no se las debe maltratar ni con el pétalo de una rosa, a las mujeres no se las debe matar en una prisión, a las mujeres se las debe amar, y para amarlas hay que comprenderlas, perdonarlas, ayudarlas, soportarlas todos los días para demostrarles que realmente las amamos. La mujer no es un objeto, es un ser humano, una hija de nuestro Padre Celestial pero, en casos como el presente, a estas señoritas también hay que juzgarlas”.</div><div><br /></div><div>Con frecuencia, los jueces establecieron condenas que parecían destinadas a castigar a las mujeres y niñas y convertirlas, según los roles estereotipados de la mujer, en modelos aceptables de comportamiento femenino e instruirlas para que sean buenas madres. “Es bastante traumático el hecho de que el juez te diga que tú tienes la obligación de ser mamá. En una audiencia, el juez le dijo a mi defendida, que fue condenada a prestar servicio comunitario en un orfanato: ‘a ver si así aprenden a ser mamás’”, contó Cristina Torres, abogada defensora, a Human Rights Watch.</div><div><br /></div><div>Mientras estaba a la espera del juicio, a Patricia se le exigió hacer terapia psicológica en un centro llamado “Esperanza por una Vida Nueva”. El centro elaboró un informe que se presentó en el juicio, donde se indicaba que Patricia “ha asistido a terapia sicológica normalmente, en la que se ha mejorado su equilibrio emocional y eliminación de ideas irracionales, dándole de alta del tratamiento”. A Patricia también se le ordenó que realizara trabajo comunitario en el Centro Infantil del Buen Vivir, en la parroquia de su ciudad.</div><div><br /></div><div>Este tipo de condenas ponen de relieve cómo los estereotipos acerca de las mujeres como cuidadoras maternales por naturaleza o como personas inmaduras que necesitan orientación correctiva influyen en los procesos y juicios. Los jueces a menudo condenaban a las mujeres y niñas a realizar tareas de servicio comunitario que parecían destinadas específicamente a transmitir mensajes ideológicos, por ejemplo, disponer que prestaran servicio comunitario en un orfanato o trabajar para “evitar los embarazos [adolescentes] precoces”.</div><div><br /></div><div>La estigmatización contra el aborto también acompaña a las mujeres en prisión. Ana Vera, de Surkuna, señaló que las mujeres que están encarceladas por aborto sufren acoso sistemático tanto de otras reclusas como de guardias: “Las mujeres son aún más acosadas en la cárcel por ser “asesinas de bebes”, y es una de las cosas que más pesa de como las tratan en la cárcel. Sufren patrones sistemáticos de acoso. Y esto influye aun en la asignación de camas, en los pabellones, les dicen ‘no vengas a comer aquí, asesina de bebés’, se genera un ambiente de total hostilidad. Los guardias dicen a las otras presas que estas mujeres están en la cárcel porque matan a sus bebés. Entonces, las presas les dicen a las mujeres que no quieren a las asesinas de bebés con ellas, les piden que abandonen la celda y busquen otro lugar. Las malas condiciones de la prisión, más esto, les genera pánico y estrés”.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-33038742400809993112021-10-03T06:00:00.001-04:002021-12-03T22:32:05.814-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Cecilia<div style="text-align: left;">* * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Cecilia tenía 22 años y cursaba un embarazo de 16 semanas, se encontraba desempleada y no tenía estudios superiores cuando decidió tener una interrupción voluntaria del embarazo con medicamentos. Con poca información sobre el procedimiento y el apoyo de una amiga, Cecilia tomó misoprostol, una pastilla que integra la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS y que se utiliza para prevenir y tratar úlceras estomacales, inducir el parto, realizar abortos con medicamentos y tratar el sangrado postparto en caso de contracciones débiles del útero. Se asustó cuando comenzó a sentir dolor abdominal fuerte y a tener sangrado, y se dirigió rápidamente al servicio de urgencias para recibir atención médica. Al atenderla, encontraron dos comprimidos de misoprostol en su vagina. El personal médico la denunció a la policía. En el hospital, los agentes tomaron declaración a los médicos y a Cecilia, sin la presencia de un abogado. Cecilia contó que el día anterior había tomado dos pastillas y se había colocado dos más en la zona vaginal. El informe psicológico de Cecilia determinó que: “padece de depresión moderada, por lo que requiere terapia psicológica para tratar la depresión que padece y mejorar su autoestima como su estabilidad emocional”. Cecilia decidió declararse culpable y recurrir al procedimiento abreviado. Fue condenada a cuatro meses de tratamiento psicológico y cuatro meses de servicio comunitario dos veces por semana. También se le exigió que se presente periódicamente ante la Fiscalía y que no cambie de domicilio.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-62978732539201482382021-10-02T08:30:00.007-04:002021-12-03T22:30:49.015-05:00Criminalización del aborto en Ecuador: el caso de Soledad<div style="text-align: left;">* * * copiado tal cual del informe "¿Por qué me quieren volver hacer sufrir? El impacto de la criminalización del aborto en Ecuador" de Human Rights Watch</div><div><br /></div><div>Soledad creció en la pobreza y su madre falleció cuando ella era joven. Cuidó a su padre hasta que murió y trabajó en la actividad de jardinería a la que él se dedicaba. Permaneció aislada socialmente y solo pudo cursar estudios hasta el nivel secundario. Soledad tenía más de 30 años cuando tuvo su primera relación sentimental, con un hombre con el que se casó. En 2015, a los 38 años, quedó embarazada por primera vez. Para Soledad y su esposo, se trató de un embarazo deseado, planeado y celebrado. No buscó obtener atención prenatal pues no sabía que era necesario, ya que sus hermanas habían dado a luz en sus casas.</div><div><br /></div><div>Una noche, sintió un fuerte dolor abdominal y la necesidad imperiosa de defecar. Luego de ir al baño, la llevaron al hospital con una fuerte hemorragia. Allí se enteró de que había dado a luz de manera prematura en el baño y que su hija había muerto. Los médicos del hospital la acusaron de haberse inducido un aborto y le preguntaron reiteradas veces qué pastillas había tomado. " A mí los médicos me trataron mal, a mí me consideraraban como que yo era la culpable, no me trataron bien”, contó Soledad. “Yo les decía que me dolía el estómago, no me tomaban en cuenta, ellos mismos me acusaban a mí”. Los médicos llamaron a la policía y Soledad fue trasladada a un centro de detención en Latacunga, Cotopaxi.</div><div><br /></div><div>“Me llevó la policía”, dijo. “El doctor dijo que estaba bien, pese a que yo me paraba y me bajaba sangre y me dieron una toalla sanitaria. Mi esposo se arrodilló pidiendo que no me lleven, pero me llevaron. Estaba muy asustada y les pregunté: ‘¿Adónde me llevan? ¿Por qué me llevan?’ Al salir del hospital caminando, sentí mareos. Y así como estaba, me fui en la patrulla.</div><div><br /></div><div>“Cuando llegué a Latacunga, fue tres noches sangrando. Estuve empapada de sangre hasta la espalda. Les pedí que llamaran a los médicos; [les dije] que me iba a morir, y la policía me decía ‘silencio’... Nunca me dieron ningún medicamento ni me vio un médico. Al cuarto día, ya no sangraba tanto y poco a poco se fue quitando. Ningún médico vino a revisar si estaba viva o muerta. Luego me llevaron a otro pabellón y sentí miedo. Me llevaron a una sala de reuniones y me sentaron. Me dijeron: ‘Tú eres la que llegó con un problema por un bebé’… Tenía mucho miedo de que me lastimaran, porque en esos pabellones suelen hacer que las otras presas te golpeen”.</div><div><br /></div><div>El fiscal acusó a Soledad de homicidio agravado tras un intento de aborto, pues sostenía que la hija de Soledad había nacido con vida. El fiscal pidió la pena agravada mínima de 26 a 34 años y 9 meses de prisión. Durante el juicio, prestó declaración un perito de la fiscalía; para esto, se basó en la docimasia, una prueba médica desacreditada que indicaba que el bebé había respirado antes de fallecer durante el nacimiento. Soledad fue declarada inocente, pero ya había pasado cinco meses en prisión mientras aguardaba el juicio y durante su tramitación. Quedó embarazada nuevamente; el embarazo era de alto riesgo y estaba tan traumatizada por su experiencia anterior que se sentía aterrada y no quería recibir atención prenatal. Finalmente pudo acceder a una buena atención de salud y, pese a todo, tuvo un bebé saludable.</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-90708424259848010732021-09-30T06:30:00.012-04:002021-12-14T14:02:10.409-05:00Nigin Sana: "Me gustaría ver a todas las niñas de mi país en Europa, porque en Afganistán no hay vida para ellas"<div style="text-align: left;">© Nigin Sana, Marisa Kohan, Público</div><div>Fuente: <a href="https://www.publico.es/entrevistas/nigin-sana-me-gustaria-ver-ninas-mi-pais-europa-afganistan-no-hay-vida.html">https://www.publico.es/entrevistas/nigin-sana-me-gustaria-ver-ninas-mi-pais-europa-afganistan-no-hay-vida.html</a></div><div><br /></div><div>"Los talibanes dicen que respetarán los derechos de las mujeres, pero es mentira", arranca en los primeros compases de la entrevista. En realidad con quien habíamos concertado la conversación era con su madre, pero la hija de 17 años, sentada al lado de su progenitora, toma la palabra y no la suelta en toda la entrevista. Desde que salieron de Afganistán se ha convertido en la portavoz de su familia. No traduce, sino que narra con sus propias palabras su vida familiar antes y después de la toma del poder por los talibanes y la odisea que tuvieron que pasar para poder salir del país y del horror. Durante la charla, sus padres de vez en cuando deslizan alguna palabra o una breve frase en Dari o en inglés que ella incorpora al discurso.</div><div><br /></div><div>Se llama Nigin Sana y estaba a punto de graduarse cuando los talibanes invadieron Afganistán y se cerraron los colegios. Hace unos pocos días, uno de los vuelos españolas la sacó del aeropuerto de Kabul junto a su familia: su madre, su padre, su hermano de ocho años y su abuela de 70. Otros dos hermanos de 19 y 21 años habían salido ya a Turquía y Alemania y ahora esperan poder reunir a la familia.</div><div><br /></div><div>Sus nombres no estaba en la lista de las personas que iban a ser evacuadas. No habían trabajado como traductores, no son periodistas, ni hacían funciones para gobiernos extranjeros. Pero una organización de la sociedad civil supo del peligro que corrían e hizo gestiones con el Gobierno de España para que pudieran entrar en uno de los vuelos en los que nuestro país evacuó a más de 2.000 personas. </div><div><br /></div><div>"Mis padres trabajaban para el gobierno afgano y simplemente por ese motivo corrían peligro de muerte". Habían tenido ya advertencias por parte de los talibanes y "salir del país era la única opción de poder garantizar nuestras vidas y aspirar a tener una vida digna", afirma la adolescente. Explica que el hecho de que ella fuera a la escuela era otro peligro. "Los talibanes no quieren nada de eso. No quieren gente formada y sobre todo no toleran que las mujeres estudien ni que tengan derechos. No quieren leyes ni derechos para las mujeres", afirma en un inglés rico con marcado acento.</div><div><br /></div><div>Zohra, su madre, trabajaba en el departamento de contabilidad del Banco Nacional de Afganistán (BMA), dependiente del ministerio de Economía. La única mujer entre casi una veintena de hombres. Ya antes de que los talibanes controlaran el país, afirma haber tenido amenazas de muerte para que dejara su trabajo, porque estaba en un "sitio que no le correspondía". "Los talibanes estaban en la sombra y el Gobierno no hacía nada", explica. Su padre trabajaba como ingeniero, monitorizando proyectos en el Ministerio de Rehabilitación y Desarrollo Rural. </div><div><br /></div><div>"No es algo que comenzara ahora. Siempre hemos vivido con miedo. Mi madre iba con miedo a su trabajo. Yo iba siempre con miedo a la escuela. La gente en Afganistán ha vivido siempre con mucho temor y estrés", explica la adolescente. "Esto no había cambiado en los últimos años. Pero la situación ahora es peor. Y todo lo que los talibanes dicen ahora es para ser aceptados por otros gobiernos y por Naciones Unidas, pero son mentiras. Sabemos que no es cierto". </div><div><br /></div><div>"Hemos visto como no permiten a la gente salir, especialmente a las mujeres que les prohíben salir de casa, ni siquiera para comer. A mi madre le prohibieron ir al hospital. Destruyen todos los derechos de las personas. De las mujeres en especial, pero también el de los hombres. No tenemos ni siquiera derecho a escuchar música. Obligan a las mujeres a cubrirse la cara con burkas.</div><div><br /></div><div> Afirma que la situación ahora en Afganistán es dramática. "No tenemos futuro. Si eres una persona con estudios, mañana te pueden matar. Por ese motivo hemos venido hasta aquí. Sé que estamos a salvo ahora. Que podemos seguir con nuestros estudios, que mi madre puede educarse y aprender, que no nosotros podemos seguir con la escuela y la universidad". </div><div><br /></div><div>TRES DÍAS EN EL AEROPUERTO</div><div><br /></div><div>La salida de Kabul no fue sencilla. La organización European Network Migrant Women supo de la situación de la familia y el riesgo que corrían quedándose en Kabul. España contestó favorablemente a la llamada de urgencia y se ofreció a sacarlos del país en un vuelo. Pero el principal problema radicaba precisamente en poder llegar hasta el aeropuerto y acceder a la puerta en la que estaban los soldados españoles. "Mi madre se puso un pañuelo rojo y amarillo, con los colores de la bandera española para poder ser identificada". Pero en el aeropuerto vieron que eso servía de poco.</div><div><br /></div><div>La aglomeración de gente y la violencia hacía casi imposible acercarse a las puertas donde estaba la protección. "Estuvimos tres días en el aeropuerto bajo el sol de verano y durmiendo en el suelo. Sin agua, sin comida, sin nada". Aún tienen las secuelas en el cuerpo: la cara quemada y heridas provocadas por las avalanchas. Su madre, además, tiene moratones en el cuerpo por los golpes que le propinó un guardia talibán intentando impedir que llegaran al aeropuerto.</div><div><br /></div><div>Finamente Nigin consiguió contactar con un soldado español y una llamada desde la ONG confirmó su posición. Por fin después de muchos días se sentían seguros. Ahora ella y su familia han solicitado el estatus de refugiados. Eso les permitirá quedarse en suelo español y recibir educación. No saben dónde será. Por ahora están en Madrid, pero puede que este no sea su destino final. </div><div><br /></div><div>"He tenido mucho miedo a lo largo de mi vida. Yo quiero seguir con mi educación. Tengo muchos anhelos: quiero estudiar, trabajar, ganar dinero, quiero poder tener una vida libre para mí y mi familia. Tener una vida feliz y tranquila y en Afganistán esto es totalmente imposible". Se emociona, solloza y tiene que hacer un algo en el relato. </div><div><br /></div><div>"Quiero acabar con esto. Por esta razón yo quiero estudiar Derecho. Para defender los derechos de las mujeres. Porque me conozco los problemas que tienen las niñas en Afganistán. Por eso quiero ayudar a cambiar esta realidad. No sé si volveré a Afganistán… ahora no tenemos gobierno y no veo que lo tengamos pronto. Con los talibanes es imposible".</div><div><br /></div><div>"Me gustaría ver a todas la niñas de Afganistán fuera en países europeos, porque allí no hay vida para ellas. La gente no puede vivir. Las niñas no pueden vivir. Bajo un gobierno talibán es totalmente imposible".</div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9236272.post-31850533512324415652021-09-29T07:00:00.008-04:002021-12-04T13:23:58.339-05:00Mariana Carbajal: Sobre la posibilidad de obligar a abortar<div style="text-align: left;">© Mariana Carbajal, Página 12</div><div>Fuente: <a href="https://www.pagina12.com.ar/366685-sobre-la-posibilidad-de-obligar-a-abortar">https://www.pagina12.com.ar/366685-sobre-la-posibilidad-de-obligar-a-abortar</a></div><div><br /></div><div>¿Es posible obligar a una mujer a abortar? La pregunta es necesaria, cuando en Salta, una de las provincias conocidas por su extensa militancia antiderechos y su raigambre católica conservadora, se denunció a una médica residente del Hospital de Tartagal, luego de garantizarle a una joven de 21 años una Interrupción Legal de Embarazo (ILE), fundamentada en causas de salud. Se debe saber que toda persona que solicita un aborto, ya sea una IVE --dentro de las 14 semanas de gestación-- o una ILE --cuando corre riesgo la vida o la salud integral de la mujer, o en caso de un embarazo producto de una violación-- recibe una consejería en la que se incluye el procedimiento que se propone. En general, todas las interrupciones de más de 12 o 14 semanas se realizan en una institución de salud (con menos tiempo gestacional la mujer o persona gestante se lleva la medicación y realiza el procedimiento en su casa, siguiendo las indicaciones médicas). Si se usan medicamentos --como se hizo en el Hospital de Tartagal-- la mujer se coloca dos comprimidos de misoprostol dentro de la boca: debajo de la lengua o una de cada lado entre la encía y la mejilla. Se espera media hora: es importante ese tiempo porque el fármaco es de absorción mucosa; si se traga directamente se inactiva. Lo que queda de las pastillas, luego de esos 30 minutos, se puede tomar con un trago de agua. La dosis se repite tres o cuatro horas después. Y se repiten tantas dosis como sea necesario hasta la expulsión. Esto es lo que indica el protocolo del Ministerio de Salud de la Nación. Es un tratamiento automedicado, es decir, la mujer se introduce las pastillas en la boca.</div><div><br /></div><div>Pero para llegar a ese momento en que se suministran las pastillas, antes la mujer firmó un consentimiento informado. El consentimiento es un proceso. No es un trámite. Cuando se requiere, pueden intervenir otrxs profesionales además del o la médica, como una trabajadora social y una psicóloga. En el caso de Tartagal, participaron de ese proceso la médica residente, una trabajadora social y una psicóloga. El jefe de servicio estaba al tanto y dio su aprobación. El Ministerio de Salud de la Nación igual que el gerente del Hospital de Tartagal, Santiago Payo, respaldaron a la médica. Payo explicó que las actuaciones quedaron asentadas en la historia clínica y que con "los informes psicológicos" en el hospital entendieron que "estaba en riesgo la salud integral de la paciente. Y al hablar de la salud integral hay que remitirse a las definiciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud)”, aclaró.</div><div><br /></div><div>La mujer que solicita un aborto puede tener momentos de ambivalencia. Pero en el caso de Tartagal, la joven habría decidido continuar con la interrupción. Para llegar al hospital se tomó un colectivo y viajó más de una hora, desde la localidad en la que vive con unos tíos, casi en la frontera con Bolivia. No es casual que se haya dado esta denuncia en Salta. Los sectores antiderechos estaban esperando “un caso” para atacar la Ley de IVE. ¿Quién salió primero a instalar en los medios la fake news de que se había forzado a la joven a abortar? Alguien en el hospital violó la confidencialidad de la historia clínica de la joven y comunicó que había solicitado un aborto. La ILE se hizo el 24 de agosto y el 29, la concejal y responsable de Acción Social y Familia, de Salvador Mazza, Claudia Subelza, --conocida antiderechos-- se refirió al caso públicamente, denunciando que la habían obligado a ingresar a un quirófano. Es muy posible que en un pueblo tan chico, donde el tío de la joven --un policía provincial-- salió a hablar en los medios identificándose con su nombre y cuestionó el aborto, ella se haya sentido presionada para decir que, en realidad, no quería abortar. Es Salta. Seguramente en su barrio ya se sabe quién es la joven que fue a Tartagal a abortar. Los tíos con los que vive no están de acuerdo con esa práctica. ¿Qué salida le queda?</div><div><br /></div><div>Durante la última dictadura militar, mujeres que estuvieron privadas ilegalmente de su libertad en centros clandestinos de detención declararon que perdieron forzosamente embarazos al ser torturadas con picana o fueron obligadas a abortar después de haber sido violadas por sus secuestradores. De denunciar esos abortos forzados se deberían haber ocupado en aquel momento la jerarquía católica salteña y los sectores antiderechos que hoy están hostigando a una médica que garantizó un derecho y a una joven que, probablemente ante la situación dilemática de un embarazo no intencional, quiso elegir --ahora-- otro proyecto que la maternidad, cuando ya tiene una hija de dos años.</div><div><br /></div><div>Hay un contexto que no puede pasarse por alto. En 2017, una sentencia de la Corte Suprema frenó el dictado de catecismo en las escuelas públicas de Salta porque hasta ese momento era obligatorio para todxs lxs alumnas y alumnos. En estos años, escribí sobre numerosos casos en esa provincia de niñas violadas y forzadas a parir, a ser madres contra su voluntad, porque jueces antiderechos les impedían acceder a una ILE, legales desde 1921. En 2012, recordemos, el entonces gobernador Juan Manuel Urtubey llegó a dictar un decreto que estableció un protocolo de actuación en casos de ILE violatorio de lo que había dictado la propia Corte Suprema de la Nación sobre los abortos no punibles en 2012 en el fallo FAL . En 2013, la corte salteña convalidó tanto la enseñanza católica como el protocolo restrictivo de Juan Manuel Urtubey. Ese es el Poder Judicial en la provincia.</div><div><br /></div><div>El viernes, la orden de detención de la médica, que salió esposada del hospital, y estuvo privada de su libertad por cuatro horas, la dio el juez de Garantías N° 2 de Tartagal, Héctor Fernando Mariscal Astigueta, a pedido del fiscal penal Gonzalo Ariel Vega. ¿Quién es Astigueta? El juez al que se le había pedido un jury para destituirlo por su mala actuación en el caso de la niña wichi de 12 años conocida como ”Juana” --para proteger su verdadera identidad, tal vez la recuerdes-- que sufrió una violación colectiva en noviembre de 2015, quedó embarazada como consecuencia de los abusos y recién al transitar el sexto mes de gestación logró una inducción al parto porque se detectó que se trataba de un feto anencefálico. Astigueta no tuvo la misma celeridad que mostró para detener --y amedrentar con la prisión-- a la médica de Tartagal, para investigar a los acusados de la violación de Juana y durmió la causa judicial hasta que trascendió su lentitud y el tema se convirtió en escándalo.</div><div><br /></div><div>Pero Astigueta no fue destituido. Lo salvó un entretejido antiderechos bien robusto. En 2016 votaron por rechazar la apertura del jury el presidente de la Corte de Justicia de esa provincia norteña Guillermo Catalano, el juez entonces decano de la Corte Guillermo Posadas, los senadores Jorge Soto y Silvina Abilés, y el abogado designado por la Cámara alta provincial para integrar el jurado, Guillermo López Mirau. En Salta, “se dice que el Poder Judicial es una sucursal del Opus Dei”, me comentó ayer una periodista con larga trayectoria en la provincia.</div><div><br /></div><div>Salta es la única provincia en donde avanza una acción colectiva en la justicia federal para frenar la aplicación de la Ley 27.610 --que legalizó el acceso al aborto dentro de las 14 semanas de gestación--, votada por el Congreso. La Cámara Federal de Apelaciones de Salta, por dos votos contra uno, concedió a un grupo de personas encabezado por la exsenadora nacional y actual diputada provincial Cristina Fiore Viñales --de militancia celeste-- y con el patrocinio legal del ex ministro de la Corte Suprema Rodolfo Barra y el constitucionalista Alberto Bianchi --conocidos abogados antiderechos-- la legitimidad que reclamaban para litigar contra la constitucionalidad de la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo (IVE). En primera instancia, su planteo había sido rechazado pero acaba de ser avalado en segunda instancia. El Estado va a recurrir esa sentencia por gravedad institucional: estaría trabajando en un recurso extraordinario para llegar a la Corte Suprema de la Nación, del mismo modo que tres organizaciones de derechos humanos, que intervienen en la causa, Mujeres x Mujeres, Amnistía Internacional y Equipo Latinoamericano de Justicia y Género. “Esta situación exige la intervención urgente de la Corte para poner orden tanto en el proceso, como en las discusiones sociales sobre la ley 27.610. Hay una política pública sanitaria en juego y no puede quedar a merced de los conservadurismos religiosos locales”, me dijo la abogada Soledad Deza, de M x M, en esta entrevista.</div><div><br /></div><div>Fiore fue una activa militante contra la Ley de IVE en 2018, cuando ocupaba una banca en el Senado por el Partido Renovador. En 2019, su partido integró una alianza que impulsaba a Alfredo Olmedo como candidato a gobernador y se convirtió en diputada provincial.</div><div><br /></div><div>Luego de la sanción de la Ley de IVE, se presentó junto a otras personas en la justicia para pedir la inconstitucionalidad de la norma. La Cámara Federal de Apelaciones le acaba de abrir el camino. La sentencia fue dictada el 27 de agosto. La firmaron los jueces Alejandro Castellanos y Guillermo Federico Elías. La tercera magistrada, María Inés Catalano, votó a favor de rechazar el recurso. En primera instancia, el Juzgado Federal N° 1 de Salta había desestimado la acción por considerarla improcedente. Del mismo modo ya fueron rechazados 21 de los 35 planteos similares presentados por distintas personas en diferentes provincias. Los demás están en trámite, sin resolución.</div><div><br /></div><div>En todos los casos, los rechazos se basaron en la falta de legitimación para reclamar la inconstitucionalidad de la Ley de IVE y en la ausencia de un “caso judicial” en el que se vieran afectados los derechos reclamados, siguiendo la doctrina de la Corte Suprema en el fallo Thomas, donde se cuestionaba la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Salvo en Salta. Nada es casual. </div>María Lapachethttp://www.blogger.com/profile/18086143202896865276noreply@blogger.com0