Padre del año en Pontevedra

De vez en cuando me dejáis comentarios abajo (que no apruebo) o me mandáis emails que no me molesto en contestar sobre cómo se me va la olla con el tema de los padres del año, como si no hubiera o pudiera encontrar temas más agradables sobre los que escribir. No me molesto en contestar porque no le pongo una pistola a nadie para que venga al blog a leer cada cosa que escribo. Con no volver a entrar ya tenéis el trauma que os puedan causar mis entradas solucionado.

No voy a dejar de escribir sobre el tema porque hay que visibilizarlo sobre todo en España donde se guarda un minuto de silencio por las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, pero resulta que al mismo tiempo hay maltratadores en todos los canales de televisión llevándoselo calentito por su participación en veinte mil programas donde se dedican a insultar a sus ex parejas (eso también es maltrato señores) cobrando a través de terceros para no tener que pasar manutención ni pensión alguna a las que critican (repito: eso también es maltrato señores).

Podría contar cientos de historias como la de José Luis Abet Lafuente - un hombre de 45 años que se ha cargado a la madre de sus hijos delante de los niños. Podría contar miles de historias como la suya porque es un pozo que no se seca nunca. Los nombres nos siguen matando. No van a dejar de matar hasta que NOSOTRAS no los detengamos.

José Luis Abet Lafuente ha asesinado esta mañana a la madre de sus hijos de cuatro y siete años cuando se preparaba para llevarlos al colegio en Valga (Pontevedra). También se ha llevado por delante a la madre y la abuela de los niños.  Y hay quien lo defiende, quien no entiende que una mujer se separe de un hombre violento y se lleve a sus hijos con ella. No tenéis más que leer comentarios dejados a pie de página en la prensa online donde se puede leer la noticia. Menos “puta” están diciendo de todo sobre las víctimas – desde la madre de los niños por llevárselos a la tía y la abuela por malmeter. De él no dicen nada, no tenía antecedentes por violencia doméstica y eso lo convierte en un santo varón. Como si fuese normal o existiese el caso de alguien que asesine a media familia de un día para otro sin que haya un patrón de violencia que haya ido incrementando hasta el asesinato.

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