11 de septiembre

Soy de lo peorcito de mi casa. Esta semana en la oficina y la universidad todo el mundo hablando de qué estaba haciendo el 11 de septiembre del 2001 y yo mirando para un lado y otro, haciéndome la loca, pa’no contarle a nadie que, tirando de hemeroteca, me he dado cuenta de que el 11 de septiembre estaba en casa atiborrándome de helado en plena rabieta de niñata insensible y egoísta.

Recuerdo poco del 11 de septiembre. Que estaba en la universidad, que empecé a ver a tíos grandes como carros entrar y salir del aula de audiovisuales llorando a moco tendido, que fui a ver qué pasaba, que llamé o me llamó mi madre justo antes de que cortasen las líneas de teléfono y que después estuvimos dos o tres días incomunicados – sin teléfono y sin internet. Lo de internet es porque quizá en esa época todavía no lo tuviera instalado en casa. Por aquel entonces tenía un novio que tenía una hija trabajando en Manhattan y se pasó (lógico y normal) más tiempo pendiente de si la niña volvía de Manhattan sana y salva que de mí. Como soy hija única y además tauro no estoy acostumbrada a compartir – de ahí mi ataque de cuernos y mi cabreo porque el otro pasó más tiempo pendiente de si la hija volvía en bus, tren o taxi que de si yo necesitaba algo.

Libro: New York, New York. A Poetic Journey.
Fecha de publicación: 2003

“Torres gemelas”

Me llamas para decirme que se te complica el día de trabajo.
Me llama mi madre asustada para ver si estamos bien.
Me da miedo abrir la página web del New York Times
Y menos mal que no tengo tele todavía.
No quiero ver los muertos.
No quiero saber sus nombres.
No me interesan sus vidas.
No quiero oír al presidente.
No quiero contagiarme de la psicosis.
No quiero verlo. No quiero verlo.
Estoy a salvo.

“¿Crees que esto es ser ‘noble’?”

Dices que me amas porque soy noble.
¿Cómo estás tan ciego? ¿Cómo no ves que no lo soy?
Ayer estaba más celosa que preocupada.
Ayer estaba rabiosamente celosa
Cuando la gene decidía no morir quemada
Y se tiraba desde el piso ochenta y cinco,
Cuando la gente corría escaleras abajo,
Cuando decenas de personas morían aplastadas,
Cuando cientos de bomberos desaparecían,
Cuando miles de neoyorkinos huían por los puentes,
Cuando millones de americanos se llevaban las manos a la cabeza en sus casas…
Ayer, esta madrugada, estaba celosa.
Cuando levantaban cadáveres,
Cuando buscaban supervivientes,
Cuando en algunas casas decían
“hoy tu papá no viene a dormir”,
Cuando medio mundo rezaba
Y el otro medio lo celebraba…
Ayer estaba celosa, ajena a todo,
Encerrada a cal y canto en mi apartamento,
Comiendo helado en pleno ataque de cuernos.
Hoy me gustaría ser menos celosa.
Me gustaría ser mejor persona. Vengo andando,
Veo que están poniendo más banderas en los porches
Y que las que ya estaban puestas hondean a media asta.
Hoy me gustaría ser de otra manera porque
Veo a la gente con cara triste, veo a la gente mal
Y soy incapaz de ponerme en su lugar.
Estoy más preocupada por ti, por ella
Y en saber dónde andarán los bichos
Que vi en mi cuarto de baño a las dos de la madrugada.

Comments

Popular Posts