Corporativismo machista

Me preguntaron hace tiempo cómo definiría yo el corporativismo machista y no tengo una definición muy académica pero seguro que entiendes lo que quiero decir. Normalmente corporativismo machista hace referencia sólo a la discriminación laboral de la mujer (luz de gas, suelo pegajoso, techo de cristal, etc). Para mí corporativismo machista también es aplicable a todo grupo de dos o más hombres que quieren joder a una mujer sea física o psicológicamente tanto en el trabajo como en otros ámbitos. Si no organizan algo juntos, se cubren unos a otros cuando se descubre el pastel de lo que uno haya hecho.

Ejemplos:

1. Cuando una mujer trabaja en el departamento de ventas de cualquier empresa (marketing, relaciones públicas, banca, servicios financieros, etc), su jefe es un hombre y sistemáticamente le da las mejores cuentas a otros hombres que saben que no se las merecen pero que no rechazan esas lucrativas cuentas porque a nadie le amarga un dulce.

2. Cuando las mujeres que ocupan puesto de menor responsabilidad acaban teniendo la culpa de todo – desde el ejecutivo que culpa a asistente de que las fotocopias de su presentación no estén lo suficientemente claras al juez que culpa a su secretaria de que un violador esté en la calle en lugar de en la cárcel como le corresponde.

3. Cuando una mujer pasa a hacerse cargo del negocio familiar (pastelería, ganadería, quesería, restaurante, agencia de viajes…) y los proveedores creen que pueden cobrarle de más o reducir sus comisiones dando por supuesto que al ser mujer es tonta de remate y no se va a dar cuenta de que se la quieren dar con queso.

4. Cuando una mujer va a un taller y el mecánico de turno intenta colarle cosas que el coche no necesita o cobrarle la revisión a un precio mucho más alto.

5. Cuando a la hora de ampliar plantilla electricistas, fontaneros, carpinteros… se niegan a contratar a una mujer aunque tenga más experiencia y esté más cualificada que cualquiera de los candidatos masculinos que se hayan presentado al mismo puesto. Por cierto, todavía hay muchos que se extrañan y vamos que no se creen que en EEUU haya mujeres carpinteras, bomberas, barrenderas, electricistas, fontaneras… o directoras de una compañía “seria”.

6. Cuando para comprar un ordenador o cualquier cosa a plazos te piden la nómina de tu marido.

7. Cuando en un formulario o entrevista de trabajo te preguntan si estás casada o tienes hijos y cuáles son tus planes al respecto. En EEUU es ilegal, no sé por qué en España no lo es todavía; pero que no se te ocurra dejar esa parte en blanco porque o no te llaman para entrevistarte o te catalogan como “problemática” si osas decir durante la entrevista que tu vida privada no ha interferido nunca con tu vida profesional

8. Cuando lo primero que te pregunta un hombre es si estás casada o tienes hijos – para entrarte si no lo estás o dejarte tranquila en caso contrario. Es decir, te respetan como mujer en base a seas o no seas “propiedad de otro macho” sea ese macho tu marido o tu hijo. Si no tienes un macho en tu vida, dan por supuesto que tienes potencial para ser suya. Que una mujer soltera sea lesbiana sólo entra en sus esquemas si eres gorda, fea y vistes desaliñada (en cuyo caso ni te miran a la cara porque ellos buscan una mujer florero de la que presumir delante de todo el mundo).

9. Cuando llega al congreso una proposición de ley que beneficie a las mujeres y los diputados de uno y otro partido se ponen de acuerdo para no pasar la ley (léase tema aborto tanto en España y EEUU como en muchos países latinoamericanos donde el aborto sigue siendo ilegal).

10. Cuando vas al médico y se ríen en tu cara si hablas de cuidados preventivos o te dicen que tus dolores de ovarios son imaginaciones tuyas y te mandan a casa sin hacerte una mala ecografía que pueda pillar un cáncer de útero u ovarios a tiempo o te dicen que estas menopáusica y lo que necesitas es comprar veinte mil pastillas, cremas, suplementos vitamínicos y demás cosas que se empeñan en vendernos las compañías farmacéuticas. Tema para otro día: “menopausia, de enfermedad mental en los años 50 del siglo pasado a enfermedad gravísima a principios de este”.

11. Hablando de cáncer: el trapicheo que se traen las compañías farmacéuticas, las compañías de seguro médico y la FDA de EEUU con las nuevas recomendaciones sobre mamografías que ahora resulta que hay que retrasarlas hasta los 50 años para ahorrarse equis dinero a costa de la salud de miles de mujeres para las que la detección de un cáncer a tiempo es cosa de vida o muerte. Más de lo mismo: los médicos que apoyan la medida diciendo que las mamografías son un gasto innecesario. Hay médicos que han llegado a decir que lo que pasa es que las mujeres estamos viviendo demasiados años; curiosamente ni médicos ni compañías farmacéuticas ni aseguradoras dicen nada sobre dejar de recetar y pagar Viagra y, por esa regla de tres, tampoco debería recetarse Viagra porque “lo que pasa es que los hombres están follando demasiados años”.

12. Cuando el gobierno decide por su cuenta y riesgo esterilizar a mujeres en contra de su voluntad o incluso sin su conocimiento – léase drogadictas afroamericanas en EEUU y mujeres indígenas en Perú – con la excusa de ahorrar dinero al contribuyente.

13. Cuando una empresa saca al mercado un producto (cremas, tampones, maquillaje, yogures) hecho a base de químicos cancerígenos y ninguno de los responsables da la voz de alarma.

14. Cuando el gobierno del país que sea niega derechos básicos y fundamentales a las mujeres: libertad de movimientos, libertad de opinión, educación, acceso a cuidados médicos, vivienda, trabajo, derecho a heredar y dejar en herencia, etc.

15. Cuando los gobiernos de diferentes países se pasan por el forro los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres por intereses económicos – léase secuestros y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, inversiones (todavía nada claras) de la Alianza de Civilizaciones, respaldo a nuevos gobiernos en Afganistán y otras repúblicas bananeras donde la mujer es invisible.

16. Cuando se produce una agresión sexual y/o violación y los amigos del violador o se animan y también violan ellos o se lo callan o se dedican a grabarlo en vídeo para subirlo luego a internet.

17. Cuando se produce una agresión sexual y/o violación donde hay testigos y a ninguno se le ocurre parar la violación para ayudar a la víctima, llamar a la policía o declarar en el juicio en contra del violador.

18. Cuando se produce una agresión sexual y/o violación y tanto el violador como los hombres de su entorno corren a acusar a la víctima tachándola de loca, oportunista, promiscua, etcétera, etcétera, etcétera. Si la víctima es menor de edad traspasan “la culpa” a su madre y/o familiares. Léase caso Polanski y caso niñas de Alcàsser.

19. Cuando una mujer es violada y el violador se va de la sala en libertad bajo fianza y/o vigilada o con un simple golpe en las manos – para mí los jueces, abogados y legisladores son cómplices de la violación. Si el sistema no funciona, hay que cambiarlo. No basta con decir: “es que 15 años es el máximo que puede caerle, lo vamos a dejar fuera en 2 por buena conducta”. En la cárcel todo el mundo es bueno, si encima les damos la posibilidad de apuntarse a programas “innovadores” para salir antes de la cárcel todavía más.

20. Cuando se proponen registros de violadores “sólo para violadores reincidentes” como si violar sólo una vez tuviera menos delito que violar dos veces sea a la misma mujer o sea a mujeres diferentes. En definitiva, que aún en propuestas hipotéticas los violadores tienen más derechos que las víctimas.

21. Cuando congresistas y policías se oponen a destinar más fondos para agilizar el análisis de los kits de violación acusando a las feministas y a las víctimas de violación de insolidarias porque con ese dinero (según ellos) se podría estar investigando otros crímenes.

22. Cuando a un hombre, que ha maltratado a su mujer durante los 40 años que ha durado el matrimonio, le caen sólo 8 meses de cárcel y no pone un pie en la cárcel por su avanzada edad. Repito: abogados y jueces son cómplices. Si el sistema no funciona hay que cambiarlo.

23. Cuando psicólogos, profesores y entrenadores se aseguran de que las mujeres no lleguen a sentarse en una sala para realizar el examen teórico de las oposiciones al cuerpo nacional de bomberos o policía.

24. Cuando los grupos ecologistas y de defensa de los animales lanzan campañas que directa o indirectamente degradan a la mujer tipo grupo “Matar focas para vestir zorras” en Facebook o anuncios de PETA donde las mujeres salen desnudas cubiertas con dos hojas de lechuga (curiosamente no ha habido todavía ningún famoso que salga en plan Adán cubierto solamente con una hoja de parra).

25. Cuando los altos cargos de los partidos políticos se siguen eligiendo a dedo y un año tras otro sólo se escoge a hombres, cuando se habla de igualdad y paridad para quedar bien porque a la hora de la verdad en las listas electorales hay más hombres que mujeres y cuando se habla de reformar un partido y lo primero que hacen es quitar de los puestos de responsabilidad a las mujeres – si criticas algo de esto es que vas contra el partido que sea.

26. Cuando los periodistas dedican más espacio a lo que una ministra o una vicepresidenta lleva puesto que a hablar de las nuevas medidas que haya adoptado el congreso por no hablar de las entrevistas de pacotilla que se les hace; por no hablar tampoco de las columnas de opinión donde se cargan mucho más las tintas contra las políticas que contra los políticos.

27. Cuando los diseñadores mantienen tallas cero y escogen sólo a modelos caquéxicas para sus desfiles – no entro en que provoquen o dejen de provocar anorexia entre las que vean anuncios en las revistas, sólo quiero señalar que están discriminando a modelos que no se ajusten a su ideal de belleza.

28. Cuando ejecutivos de compañías de música rechazan a mujeres músicas por ser demasiado altas o bajas, feas o gordas… Puedo entender (¡aunque no comparto!) determinados juegos cuando se trata de cantantes que estén de cara al público pero ¿qué más dará cómo seas para tocar la batería, el piano o las maracas?

29. Y, por descontado, cuando un hombre se vale de una situación superior sea física, mental o laboral para conseguir favores sexuales a cambio de lo que sea.

¿Puede una mujer ser cómplice o participe en este corporativismo? Por supuesto… pero para eso tengo que hablar de machismo internalizado.

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