No estoy en Wall Street
No estoy en Wall Street porque paso de pasar frío y no quiero acabar en Guantánamo. Cuando mis nietas me pregunten qué hacía yo mientras el mundo cambiaba les diré que trabajar ** ***** ******* *** *** ** ******* *** ***** ****** (censurado que me pierrrrrrrrdo), caminar para visibilizar el y recaudar fondos para la investigación del cáncer de pulmón y el cáncer de mama, salir y entrar con mis amigas, follarme lo que se tercie, llevar pa’lante un blog en español y otro en inglés, maquetar libros, ser voluntaria en un soup kitchen, pintar el salón y el cuarto de baño de mi apartamento y otras muchas cosas. Eso, si me llegan a preguntar algo. Llámame escéptica pero es que sigo sin verle ni pies ni cabeza al movimiento 15M y mucho menos a lo que tienen liado ahora en Wall Street.
No quiero decir “no estoy con l@s de Wall Street” porque la verdad es que no sé de qué va el tema. Lo que conozco es de oídas y si en España faltaban (y siguen faltando) propuestas concretas aquí ni os cuento. No es desinformación, no son conspiraciones de los medios de comunicación para que no se conozca la verdad. Es que la gente que está en Wall Street no tiene propuestas ni un plan concreto con unos puntos (a, b, c) fáciles de leer y de llevar a la práctica.
La gente que conozco que se ha manifestado o ha acampado en Wall Street tiene 3 días con pasado mañana.
- Estudiantes: estamos viviendo un momento histórico y hay que estar aquí para contárselo a nuestr@s niet@s. Hoy aquí, mañana en clase en una universidad que cuesta $60,000 al año que soy antisistema pero si no tengo un sobresaliente me da algo porque sin un sobresaliente en absolutamente todo luego no puedo encontrar trabajo y ser parte del sistema. Por cierto, esos $60,000 anuales o se los pagan sus padres o pasan ell@s de pagarlos. Conozco a una manifestante que debe $100,000 en créditos para estudiantes de dos másteres que hizo en los 90.
- Madres de estudiantes que van a hacerse la foto con sus hijas tan radicales y modernas ellas que luego las suben a Facebook contando anécdotas en plan: “mi hija me tiró el café de Starbucks al suelo y me dijo que cómo podía hacerle eso” o “mi niña está en la portada del periódico que sea – eso sí, pasó la noche en casa que en casa somos decentes y no la dejo yo acampar allí sola”.
- Hipócritas variad@s: (a) una no ha dado un palo al agua en su vida porque no le ha hecho falta: nunca ha trabajado porque sus padres le pagaban todo y al morirse le dejaron la vida resuelta con la herencia – oyes, si tan antisistema es, que me dé una parte que los $600,000 que tiene en el banco me arreglaban a mí la vida; (b) otra cobraba $75,000 al año trabajando como profesora, se cansó de dar clases, se metió a entrenadora personal y ahora no llega a fin de mes porque apenas tiene clientes– el sistema no tiene la culpa de que ella fuese gilipollas y no planificase su cambio de profesión o de que no tenga ni pajolera idea sobre cómo promocionar sus servicios ni cómo presentarse a sus clientes (no sé tú pero si yo voy al gimnasio es porque quiero adelgazar y si contrato a un/a entrenador/a personal espero que esa persona esté en buena forma y no más gorda que yo); (c) otra ha ido a hacerse fotos para tener un book que enseñar dentro de unos años cuando esté dando clases en la universidad de Nueva York (lo tiene cuidadosamente planeado); (d) otra vistiéndose con ropa estrambótica para llamar la atención de productor@s de TV y cadenas de televisión estadounidenses y de otros países, paseándose con CDs y tarjetas de negocios por si a alguna de estas cadenas les interesa usar su música como fondo para sus segmentos sobre Wall Street; y (e) otro paseándose p’arriba y abajo intentando levantar algo (ligar).
Luego hay famosos venidos a menos y pseudo famosos tipo Susan Sarandon, Mark Ruffalo, Tim Robbins, Kanye West... que van, echan unas horas haciéndose fotos y se largan. Russell Simmons – rumbosos, solidario y modeLno él – ha ofrecido limpiar una plaza de su propio bolsillo para que no hubiera un enfrentamiento entre acampad@s y policía. Pero ningun@ de estos famosos tiene propuestas concretas ni es rumboso en plan pagarle a un@ de l@s acampad@s la hipoteca o X número de créditos que le queden para acabar la carrera o las tarjetas de crédito que no pueda pagar porque le hayan reducido el sueldo y le hayan dicho que si no le gusta lo que hay se puedo ir a la puta calle.
También hay un número considerable de mirones y salidos con mucho tiempo libre porque estén en el paro o hayan cogido tiempo libre para ir a ver a las feministas. Hay un tumblr dedicado única y exclusivamente a fotografías de activistas en Wall Street: fotos hechas sin el consentimiento de las mujeres que aparecen en ellas porque al salido de turno se le ha ocurrido irse a Wall Street cámara en mano y coger fotos de aquí y allí, subirlas a internet en plan “las activistas más calientes”. Tampoco faltan artículos, pies de página o comentarios sin censurar en periódicos online más o menos serios donde se habla de las mujeres en Wall Street únicamente como trozos de carne.
Y por supuesto no faltan los machistas que se quejan de que “las mujeres calientes” distraen a los medios de la comunicación y a los hombres en general (además de machistas, lesbofobos o idiotas: también distraerían a las lesbianas ¿no?) obstaculizando que su mensaje sea recibido por la sociedad.
Repito ¿qué mensaje? Sí, un 1% de ciudadan@s se reparte toda la riqueza y el otro 99% está indignado. Aparte de eso que queda muy bien en chapas, pegatinas, pósteres y camisetas y aparte de quedarse callad@s cuando se dice que las mujeres deberían quedarse en sus casas porque si no distraen al personal ¿qué mensaje tienen? ¿Qué cambios proponen? ¿qué iniciativas concretas piensan llevar a cabo? ¿cómo?
Estar indignadísima estará todo lo de moda que queráis pero no voy a tirarme yo a la calle como las borregas ni romperme la camisa ni escribir artículos, columnas o manifiestos defendiendo algo que no veo claro o que no me representa – sirva esto también de respuesta para el par de emails y mensajes privados en Facebook con propuestas para que os haga publirreportajes que he ignorado. No puedo escribir a favor de algo en lo que no creo. Punto.
No quiero decir “no estoy con l@s de Wall Street” porque la verdad es que no sé de qué va el tema. Lo que conozco es de oídas y si en España faltaban (y siguen faltando) propuestas concretas aquí ni os cuento. No es desinformación, no son conspiraciones de los medios de comunicación para que no se conozca la verdad. Es que la gente que está en Wall Street no tiene propuestas ni un plan concreto con unos puntos (a, b, c) fáciles de leer y de llevar a la práctica.
La gente que conozco que se ha manifestado o ha acampado en Wall Street tiene 3 días con pasado mañana.
- Estudiantes: estamos viviendo un momento histórico y hay que estar aquí para contárselo a nuestr@s niet@s. Hoy aquí, mañana en clase en una universidad que cuesta $60,000 al año que soy antisistema pero si no tengo un sobresaliente me da algo porque sin un sobresaliente en absolutamente todo luego no puedo encontrar trabajo y ser parte del sistema. Por cierto, esos $60,000 anuales o se los pagan sus padres o pasan ell@s de pagarlos. Conozco a una manifestante que debe $100,000 en créditos para estudiantes de dos másteres que hizo en los 90.
- Madres de estudiantes que van a hacerse la foto con sus hijas tan radicales y modernas ellas que luego las suben a Facebook contando anécdotas en plan: “mi hija me tiró el café de Starbucks al suelo y me dijo que cómo podía hacerle eso” o “mi niña está en la portada del periódico que sea – eso sí, pasó la noche en casa que en casa somos decentes y no la dejo yo acampar allí sola”.
- Hipócritas variad@s: (a) una no ha dado un palo al agua en su vida porque no le ha hecho falta: nunca ha trabajado porque sus padres le pagaban todo y al morirse le dejaron la vida resuelta con la herencia – oyes, si tan antisistema es, que me dé una parte que los $600,000 que tiene en el banco me arreglaban a mí la vida; (b) otra cobraba $75,000 al año trabajando como profesora, se cansó de dar clases, se metió a entrenadora personal y ahora no llega a fin de mes porque apenas tiene clientes– el sistema no tiene la culpa de que ella fuese gilipollas y no planificase su cambio de profesión o de que no tenga ni pajolera idea sobre cómo promocionar sus servicios ni cómo presentarse a sus clientes (no sé tú pero si yo voy al gimnasio es porque quiero adelgazar y si contrato a un/a entrenador/a personal espero que esa persona esté en buena forma y no más gorda que yo); (c) otra ha ido a hacerse fotos para tener un book que enseñar dentro de unos años cuando esté dando clases en la universidad de Nueva York (lo tiene cuidadosamente planeado); (d) otra vistiéndose con ropa estrambótica para llamar la atención de productor@s de TV y cadenas de televisión estadounidenses y de otros países, paseándose con CDs y tarjetas de negocios por si a alguna de estas cadenas les interesa usar su música como fondo para sus segmentos sobre Wall Street; y (e) otro paseándose p’arriba y abajo intentando levantar algo (ligar).
Luego hay famosos venidos a menos y pseudo famosos tipo Susan Sarandon, Mark Ruffalo, Tim Robbins, Kanye West... que van, echan unas horas haciéndose fotos y se largan. Russell Simmons – rumbosos, solidario y modeLno él – ha ofrecido limpiar una plaza de su propio bolsillo para que no hubiera un enfrentamiento entre acampad@s y policía. Pero ningun@ de estos famosos tiene propuestas concretas ni es rumboso en plan pagarle a un@ de l@s acampad@s la hipoteca o X número de créditos que le queden para acabar la carrera o las tarjetas de crédito que no pueda pagar porque le hayan reducido el sueldo y le hayan dicho que si no le gusta lo que hay se puedo ir a la puta calle.
También hay un número considerable de mirones y salidos con mucho tiempo libre porque estén en el paro o hayan cogido tiempo libre para ir a ver a las feministas. Hay un tumblr dedicado única y exclusivamente a fotografías de activistas en Wall Street: fotos hechas sin el consentimiento de las mujeres que aparecen en ellas porque al salido de turno se le ha ocurrido irse a Wall Street cámara en mano y coger fotos de aquí y allí, subirlas a internet en plan “las activistas más calientes”. Tampoco faltan artículos, pies de página o comentarios sin censurar en periódicos online más o menos serios donde se habla de las mujeres en Wall Street únicamente como trozos de carne.
Y por supuesto no faltan los machistas que se quejan de que “las mujeres calientes” distraen a los medios de la comunicación y a los hombres en general (además de machistas, lesbofobos o idiotas: también distraerían a las lesbianas ¿no?) obstaculizando que su mensaje sea recibido por la sociedad.
Repito ¿qué mensaje? Sí, un 1% de ciudadan@s se reparte toda la riqueza y el otro 99% está indignado. Aparte de eso que queda muy bien en chapas, pegatinas, pósteres y camisetas y aparte de quedarse callad@s cuando se dice que las mujeres deberían quedarse en sus casas porque si no distraen al personal ¿qué mensaje tienen? ¿Qué cambios proponen? ¿qué iniciativas concretas piensan llevar a cabo? ¿cómo?
Estar indignadísima estará todo lo de moda que queráis pero no voy a tirarme yo a la calle como las borregas ni romperme la camisa ni escribir artículos, columnas o manifiestos defendiendo algo que no veo claro o que no me representa – sirva esto también de respuesta para el par de emails y mensajes privados en Facebook con propuestas para que os haga publirreportajes que he ignorado. No puedo escribir a favor de algo en lo que no creo. Punto.
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