¿A qué ONG donar después de lo de Oxfam?

Respuesta rápida: a ninguna. A absolutamente ninguna.

Amoave… tengo amigas escandalizadas que prometen no volver a dar un duro a ninguna ONG después de enterarse de las bacanales de mandamases de Oxfam en Haití y lo del reparto de comida a cambio de favores sexuales en campos de refugiados en Siria.  Almas de cántaro, que esto ya pasaba con los cascos azules en Bosnia y África en los años 90 y antes de eso ya pasó en la India y en África con misioneros católicos a mediados y finales de los 80. Es decir, ONU, ONGs y demás agencias de cooperación internacionales están llenos de sádicos, violadores y abusadores que se aprovechan de las circunstancias para humillar y violar a niñas y mujeres impunemente. Estos casos salen a la luz pero nunca se lee el nombre de los violadores ni qué condena se les ha puesto si es que han llegado a llevarlos a juicio. Vete a saber si lo único que les hagan es apartarlos del país donde estén y mandarlos a otra zona de conflicto o meterlos en unas oficinas en Europa como hizo durante décadas la iglesia católica con el sacerdote pederasta de turno. Violar en Occidente sale muy barato y en todo lo que no sea Europa o EEUU no veas.

Como presidenta honorífica de la Hermandad del Puño Cerrado no necesito excusas para no donar a ONGs y empresas de co-operación internacional varias. Empresas, sí, porque con director@s con sueldos millonarios y financiándose con donaciones de grandes compañías, perdonad que os diga que de ONGs nada de nada.

Llevo muchísimo tiempo sin dar dinero a ONGs internacionales (léase Médicos sin Fronteras, Cruz Roja, Amnistía Internacional, etc.) en parte porque cada equis tiempo salen informes y/o fotos que demuestran que las ayudas no llegan (googlea Cruz Roja y Puerto Rico o Cruz Roja y el dinero que se perdió con lo del ébola hace cuatro o cinco años) y en parte porque a veces no comulgo con todo lo que defienden (que Amnistía Internacional defienda que se legalice la prostitución me parece de puta madre, lo que no entiendo es que metan en el mismo saco a los proxenetas y/o traficantes que deberían estar todos en la cárcel).

También dejé de donar a ONGS nacionales porque en EEUU está más que demostrado que el dinero que reciben de soci@s y donaciones puntuales va casi todo a gastos operacionales (alquiler, sueldos, material de oficina) y marketing; hace un par de años participé en una caminata contra el cáncer infantil de St. Jude’s y desde entonces me llegan religiosamente cada dos meses pegatinas y un taco de notas con una carta animándome a donar de nuevo. ¿No pueden gastarse ese dinero en investigación y/o tratamiento de pacientes?

Paso de dar dinero a ONGs locales no sólo porque malgastan el dinero que les entra sino porque además cada día me identifico menos con ellas. Por ejemplo, hace un par de años el LGBT Center donde fui voluntaria hace siglos se gastó no recuerdo ahora si dos o cinco millones en una reforma. La reforma era necesaria hasta cierto punto, pero se podían haber gastado menos dinero y destinado la diferencia a programas para LGBTs que necesitan ayuda real. El número de LGBTs sin techo, seguro médico, etc., ha subido una barbaridad y tú vas al LGBT Center y no te ayudan más allá de darte terapia grupal gratis y/o información de terapeutas que te hacen una rebaja (pero el más barato no baja de $80 o $100 la hora). Amén de que como lesbiana me siento excluida. Llevamos cinco o seis años en los que todo lo trans está de moda, todo es programas centrados alrededor de gente trans pre y post operatorio y a las lesbianas que nos den por culo. El año pasado la bandera trans sustituyó a la bandera LGBT en la puerta del LGBT Center durante dos meses largos y nadie sabe por qué porque nadie tuvo los ovarios de preguntar nada para no ser atacadas por l@s amantes de lo políticamente correcto que en dos segundos te cuelgan el sanbenito de TERF.

Leo y comparto en este blog muchos informes anuales o temáticos de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, ONUSida, ONU Mujeres, etc. pero no les doy ni un sólo duro por todo lo anterior. No hay garantías ni forma de demostrar que el cooperante que escribe un informe sobre mujeres refugiadas no sea el mismo que una vez acabada la entrevista les ofrezca un bocadillo a cambio de chupársela o dejar que se la meta.

Lo que hago cuando puedo permitírmelo es donar a gente de mi círculo o amig@s de amig@s: gente que necesite el dinero por el gasto inesperado que sea o gente que esté directamente metida en una ONG y pueda garantizar que el dinero no se va a malgastar. Ahora se lleva mucho rescatar perros y gatos, tengo amigas en ese mundo y si doy dinero sé que va a ser bien utilizado. Me cuesta mucho ganarlo pa'regalarlo alegremente mireuste.

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