Que paren el mundo que me bajo

A principios de mes entró en vigor una serie de reformas legales en el estado de Nueva York. Uno de los cambios afecta al sistema de fianzas. Antes la gente que estaba a la espera de juicio podía estar en la cárcel o en su casa en libertad bajo fianza. Ahora se han eliminado las fianzas para personas que hayan cometido delitos menores e infracciones no existen.

Entiéndase por delitos menores robos, hurtos, recepción (me imagino que también compra) de bienes robados, incendio provocado de bienes personales (!), malversación de fondos, fraudes y delitos fiscales, crímenes relacionados con drogas y alcohol e infracciones de tráfico como exceso de velocidad. Por infracciones puede entenderse destrucción de propiedad pública como orinarse en los andenes e incluso los vagones del metro.

Que me digas que dejan libre a la espera de juicio a alguien que ha malversado fondos o cometido fraude fiscal, vale, porque suelen hacerlo desde sus oficinas y, al estar cerradas o habérseles puesto de patitas en la calle, no tienen acceso a sus sistemas y no van a poder hacer lo mismo desde la calle. Pero ¿en qué cabeza cabe que dejen a un ladrón, un pirómano o un camello suelto? Nadie acaba en la cárcel por exceso de velocidad. Te suelen dejar la multa en el coche. Otra cosa es que tengas veinte mil multas no pagadas y entonces te metan en la cárcel por no poder pagar o antes de tu juicio por no haberlas pagado. Tampoco meten a nadie en la cárcel la primera vez ni la segunda ni la tercera que lo pillan orinando en el metro. Si ocurriese eso, estarían los vagones relucientes y no habría que entrar como hay que entrar a veces (casi con mascaras anti-gas porque el hedor es insoportable). Tienen que pillarlos bastantes más veces para que acaben en la cárcel por orinar/defecar en el metro.

Gracias a la reforma legal, a mediados de diciembre Cornell Neilly (alias Burberry Bandit), que llevaba en la cárcel no sé cuánto tiempo por haber robado más de una docena de bancos desde el 2012, fue puesto en libertad y no aguantó ni tres semanas antes de robar otro banco en Lexington Avenue.

Gracias a la reforma legal Gerod Woodberry, con un historial de cinco robos con violencia en North Carolina y no sé cuántos robos en Nueva York, fue puesto en libertad y antes del día 10 ya había robado otros seis bancos. Él mismo le decía a la policía que no podía creerse que lo hubieran dejado libre ni entendía qué pensó el juez.

Gracias a la reforma legal Romell Nellis, un ladrón de bancos de Long Island al que un juez se negó a dejarle en libertad bajo fianza después de que lo detuvieran por robar dos bancos, está en búsqueda y captura. Su abogada había llevado el caso a otro tribunal donde revocaron la primera sentencia y lo pusieron en libertad vigilada – sin fianza pero con un dispositivo/pulsera de localización en el tobillo. Pulsera que se quitó dos días antes de cuando estaba programado su juicio y ahora no lo encuentran.

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