Desaparecidos

Hace poco vi en la televisión de Chile que iban a dar una entrevista a Pinochet realizada durante su estancia en Miami. Para mí no deja de ser chocante que la gente en Chile vea tan normal tener a un dictador viviendo a cuerpo de rey (hace poco se rompió una muñeca y lo trasladaron en helicóptero al hospital) con toda la información que hay, todos los datos, todas las evidencias que hacen imposible decir que Pinochet tiene las manos limpias y no tuvo nada que ver con la de muertos y desaparecidos que hubo en ese país.

Al margen de lo de Pinochet, a veces pienso qué habría pasado si Franco no hubiese muerto. ¿Sabría yo lo que es una dictadura? ¿lo tendríamos de senador vitalicio como los chilenos? ¿habría peleado más la gente...? Y no es que la gente (las familias de las victimas) pelee más o menos que en Chile u otros países, es que en España su voz es silenciada. Las madres de la Plaza de Mayo, los anti-pinochetistas chilenos, los bosnios y ruandeses están en nuestros periódicos cada vez que al juez Garzón le da por meterse en camisas de once varas o a algún periodista le da por irse con los cascos azules en misión humanitaria. A lo mejor hablo con desconocimiento de causa, pero ¿no deberíamos perseguir a los militares españoles y pedir explicaciones en nuestra tierra antes de ir a acusar con el dedo a milicos de otros países? ¿no deberíamos entrevistar a los familiares de las víctimas, recabar datos históricos e investigar sobre los nuestros antes de irnos a hacer fotos y reportajes sobre los nuevos campos de concentración en Bosnia o África? ¿y no debería hacerse público el trabajo de la gente que ya está haciéndolo? ¿por qué seguimos con una venda en los ojos a estas alturas?

Bosnia, Chile y Argentina no son los únicos países donde ha habido desaparecid@s: ¿por qué no se habla de l@s desaparecid@s españoles? ¿por qué en el colegio llegamos hasta la Guerra Civil, pero la pasamos muy por encima? ¿por qué nos enseñan: “pobrecitos judíos lo mal que lo pasaron en la Alemania nazi” pero nadie nos dice que en España en esa misma época se estaba asesinando a familias enteras y que en los campos de exterminio nazi también se torturaba/asesinaba a españoles que nuestro propio Gobierno había mandado para sacárselos de encima? ¿hasta cuándo esta venda en los ojos? ¿hasta cuándo van a llevar una mordaza los familiares de las víctimas? ¿cuándo empezaran los periódicos “serios” a dedicarles el mismo tipo de atención que les dedican a los muertos de Chile o Argentina?

He leído un artículo de Vázquez Montalbán donde habla de la ignorancia histórica que padecemos los jóvenes y no tengo más remedio que darle la razón. Tengo veinticinco años y he leído un montón de libros sobre los campos de concentración nazis y las caravanas de la muerte chileno-argentinas, pero no sé nada de la Guerra del 36. La historia de mi propio país y lo único que puedo decir es que ganó Franco. Mi ignorancia histórica se debe a muchas cosas. Primero, mi propio desinterés; si alguna vez mi abuelo me quería contar cosas de la guerra le decía que se dejase de rollos (“ya estas otra vez con lo mismo abuelo”). Segundo, en el colegio, preocupados por acabar el temario antes de finalizar el curso, pasábamos muy por encima y no hay que olvidar que lo que estudias a la carrera para aprobar un examen se te olvida nada más salir del examen. Tercero, no tenemos una Isabel Allende o un Vargas Llosa que escriba sobre la guerra española y su dictador. Si lo hay, no está en mi conocimiento. Si no está en mi conocimiento (con lo que yo leo) es porque a alguien no le interesa que ese libro se venda. Si no hay interés en ese libro, como dice Pedro García Bilbao, es porque la memoria histórica es peligrosa. El oprimido no se revela si no tiene el recuerdo de haber sido libre. Que frase tan cierta, no sólo en lo tocante a la Guerra Civil sino en lo que se refiere a derechos humanos y derechos de la mujer (arrimando el ascua a mi sardina, si).

Y que conste que no estoy defendiendo a los republicanos porque yo estoy bien contenta con mi monarquía y mi democracia y el sistema legal que ahora mismo tenemos (o tienen, no hay que olvidar que vivo en un exilio voluntario) en España. Aunque cambiaria algunas cosas como las penas a los terroristas y violadores, pero, claro, eso da para mucho y no puedo estar aquí hasta mañana. Yo lo que digo, es que las familias tienen derecho a saber dónde están sus muertos, recuperar sus cuerpos y enterrarlos como quieran. Yo lo que digo es que, como nación, tenemos la obligación y el derecho de conocer nuestra historia: no la que nos quieren vender, sino la de verdad.

(Esto lo escribí antes de leer La voz dormida de Dulce Chacón, pero vamos que todavía creo que en España hay muchas voces ignoradas y/o silenciadas).