Poesía de la experiencia

Tras dos días de pensar… ¿para escribir hay que haber vivido? ¿pensamiento y experiencia vital van siempre de la mano? ¿el escritor debe ser un viejo de ochenta años para que un personaje de esa edad sea creíble? ¿y quién te dice a ti que un escritor con veinte no tiene toda la madurez que otro a los setenta todavía no ha alcanzado? ¿qué pasa con el autor que no se ha levantado en su vida de la silla de ruedas? ¿o con los ciegos? ¿es que los ciegos no tienen derecho a escribir usando los medios que están a su alcance? ¿o con Lezama Lima que escribió sobre ciudades europeas sin salir de su casa en La Habana? ¿qué pasa con escritores como Stephen King o Michael Ende que se inventan mundos imaginarios? ¿qué pasa con Iris Johansen o los que escriben sobre asesinos en serie y crímenes truculentos? ¿es que para escribir bien tienes que haber matado o violado a alguien? ¿puedes escribir desde un punto de vista masculino siendo mujer? ¿puede la poesía de la experiencia denunciar o eso es otra cosa totalmente diferente? ¿qué diferencia hay entre follar y masturbarse? ¿por que unas veces te apetece una cosa y otras otra? ¿no puede pasar lo mismo con los libros? ¿no se puede levantar una un día una queriendo leer algo y otro día queriendo leer algo totalmente diferente? ¿y quién nos garantiza que lo que leemos sea verdad y no un juego literario? ¿por qué pensamos que la poesía de la experiencia es más sincera que cualquier otro tipo de poesía o que la prosa? ¿por qué sentimos que es “más real”? ¿qué es real y que es imaginario? ¿aburre menos la poesía de la experiencia? ¿es más intensa? ¿somos un país de cotillas hasta en esto?… he tenido un momento de epifanía mientras repasaba para el examen y creo que leer poesía es como el sexo.

A veces tienes sexo con otra persona y a veces optas por la masturbación.

A veces estas con alguien que es más malo que pegarle a un padre y piensas que mejor habría sido matarte a pajas.

A veces te estás matando a pajas y piensas que mejor habría sido llamar a fulanit@.

En definitiva, en un momento el cuerpo te pide una cosa y, en otro, otra y para leer es lo mismo y para escribir también.

Personalmente, hay libros que no leería ni loca. La primavera me da alergia :p