Datos y estadísticas sobre menores expuestos a violencia doméstica

Acabo de leerme el informe “Children Exposed to Intimate Partner Violence” del National Resource Center on Domestic Violence (ver enlaces abajo). A continuación traduzco libremente algunos datos y estadísticas que me parece importante que se conozcan.

INCIDENCIA

- Entre 2,300,000 y 10,000,000 de niños estadounidenses son expuestos a la violencia doméstica anualmente

- Casi medio millón de niños estará presente cuando la policía aparezca en sus casas para arrestar a alguno de sus padres acusad@ de violencia doméstica.

- En entre el 30% y el 60% de los casos se dan casos de violencia doméstica contra las mujeres y maltrato infantil al mismo tiempo. El hogar, por tanto, se convierte un sitio peligroso para los menores.

- Los casos de violencia doméstica ocurren de forma desproporcionadamente drástica en hogares con niños menores de 5 años.

- Aunque la mayoría de mujeres maltratadas cree que protege a sus hijos de la violencia doméstica, entre el 80% y el 90% de los menores que vive en hogares violentos puede dar una descripción detallada de la violencia experimentada por sus madres.

- El 25% de los asesinatos cometidos por maridos, novios o ex parejas son vistos por los hijos de la víctima.

CONSECUENCIAS

- Después de estudiar 29 artículos se llegó a la conclusión que los menores que son testigos de violencia doméstica tienen mayor riesgo de inadaptación en las siguientes áreas de funcionamiento: (a) comportamiento, (b) emocional (c) social, (d) cognitiva y (e) física.

- El impacto de la exposición a la violencia doméstica durante la infancia puede extenderse hasta la adolescencia si no se proporciona la seguridad y métodos de intervención necesarios. Muchos adolescentes que han crecido en hogares violentos tienen mayor riesgo de acabar en relaciones de pareja abusivas.

- Haber sido testigo de violencia doméstica de pequeña está asociado con depresión, síntomas de síndrome postraumático y baja autoestima en mujeres adultas.

INTERVENCIÓN

- Se puede ayudar a los menores trabajando con ellos el proceso regulador de sus emociones, como sobrellevar el maltrato, percepción precisa de las situaciones sociales y estableciendo una relación de confianza con al menos una persona adulta.

- Se puede trabajar con mujeres maltratadas proporcionándoles asistencia mientras hacen frente a la depresión y a la angustia que puedan sentir por el maltrato así como ayudándolas a crear relaciones más sanas.

PREVALENCIA DE LA EXPOSICIÓN INFANTIL A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

- El maltrato infantil y la violencia doméstica contra mujeres a menudo están unidos.

- 4 de cada 10 mujeres víctimas de violencia doméstica vivía en casas donde había niños menores de 12 años.

- En 1994, 1 de cada 10 menores tratados en el Boston City Hospital habían presenciado un tiroteo o un apuñalamiento en sus casas antes de cumplir los 6 años. El 94% había sido expuesto a varias formas de violencia doméstica y la mitad había presenciado violencia doméstica durante el mes anterior a su visita hospitalaria. Por término medio, los menores que habían sido testigos de violencia doméstica tenían 2.7 años.

CONSECUENCIAS DE LA EXPOSICIÓN A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

- El daño que cada menor experiencia tras ser testigo de violencia doméstica depende de varios factores incluyendo el nivel de violencia familiar, el grado de exposición, la habilidad del niño de sobreponerse y medidas protectoras para el niño o su ambiente. También se ha demostrado que los problemas asociados con la exposición a la violencia doméstica dependen de la edad y genero del menor, la duración del maltrato, el tiempo transcurrido desde el último episodio de violencia doméstica y las conexiones del niño con la madre maltratada, parientes, amigos y otras formas de apoyo sociales o individuales (profesores, terapeutas, etc).

- Un estudio de 106 parejas violentas con hijos de entre 8 y 11 años demostró que los conflictos afectan a todos los miembros de la familia y que los hijos los perciben de igual forma que los adultos.

- Los adolescentes que han sido testigos de violencia doméstica tienen mayor riesgo de suicidio, problemas de alcoholismo o drogadicción, escaparse de casa, prostituirse y convertirse en perpetradores de crímenes sexuales.

- Aunque no se considere una forma de maltrato automáticamente, la violencia doméstica está asociada a una serie de problemas infantiles: principalmente de comportamiento y emocionales. En general, los menores que han sido testigos de violencia doméstica tienen comportamientos más agresivos y antisociales, agresividad, depresión, ansiedad, síntomas de problemas de temperamento, estrés o trauma y menor destreza social que los niños que no están expuestos a la violencia doméstica.

- Un gran número de adolescentes violentos sufrió maltrato infantil y ha estado más expuesto al uso de armas en sus hogares que los adolescentes no violentos.


CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA POR GÉNERO

- Las niñas y adolescentes que viven con sus madres en casas de acogida se adaptan peor que los chicos. Los maltratadores son mucho más agresivos verbalmente con las niñas que con los niños. Esto puede ser porque los maltratadores identifiquen a las niñas con sus madres o porque quieran dañar a las madres a través de las hijas.

- El 55% de las mujeres en casa de acogida tenía un historial de violencia doméstica. Las chicas que habían sido testigo de malos tratos se adaptaban significativamente peor que los chicos mientras que el nivel de adaptabilidad entre chicas y chicos sin que no habían sido expuestos a violencia doméstica no era diferente.

- El 75% de las adolescentes que vive en centros de acogida ha sido víctima de abusos sexuales en su casa. La respuesta más frecuente ante estos abusos es escaparse de casa. A menudo estas niñas y adolescentes acaban prostituyéndose.

- De 617 mujeres maltratadas entrevistadas, un 20% (123) recordaba haber sido testigo de violencia doméstica entre sus padres antes de cumplir los 16 años. Estas mujeres tenían más problemas psicológicos que las mujeres que nunca habían sido testigo de violencia doméstica en sus casas y estaban peor adaptadas socialmente – percibían tener menos apoyo de sus familias y la sociedad en general, no tenían relaciones tan estrechas y no se sentían integradas en la sociedad. Estos resultados confirman la hipótesis de que ser testigo de violencia doméstica en la infancia tiene un efecto negativo social y psicológicamente cuando los menores se hacen adultos. e todas las mujeres que recordaban haber sido testigos de violencia doméstica entre sus padres, el 40% había visto a el padre usando fuerza física contra la madre, el 28% había visto a la madre pegarle al padre y el 32% había visto a padre y madre agrediéndose uno a otro.

- Los abusos visto más frecuentemente eran un miembro del matrimonio abofeteando o intentando pegar a su pareja con algún objeto. Además, los hombres pegaban, abofeteaban e intentaban asfixiar a sus esposas poniéndole las manos en el cuello más a menudo que ellas a ellos.

- La edad media en la que las mujeres habían sido testigos de violencia doméstica por primera vez era 7.7 años y el número de episodios violentos que habían presenciado antes de cumplir los 16 años era 6.

- Los menores cuyos padres tienen peleas físicas suelen estar más expuestos a ser maltratados. El 42.9% de las mujeres que recordaba haber visto malos tratos en casa también había sido maltratada de pequeña.

- Se ha demostrado que los hombres que han sido expuestos a la violencia doméstica en la infancia tienen el doble de probabilidad de maltratar a sus parejas que los hombres que no fueron expuestos a violencia doméstica.

RESPUESTA ANTE EL MALTRATO

Un total de 84 menores (48 niños y 36 niñas) y sus 67 madres que vivían en casas de acogidas para mujeres maltratadas participaron en un estudio sobre comportamiento infantil en niños testigos de violencia doméstica. La edad media de los participantes era 11 años, aunque los participantes tenían entre 9 y 15 años.

- Aproximadamente el 58% de estos menores había presenciado 59 ataques contra sus madres. El 42% había presenciado 75 ataques.

- El 68% de los menores había visto a sus madres ser maltratadas durante más de cuatro años, el 9.5% había presenciado violencia doméstica durante entre 3 y 4 años, el 16.7% lo había hecho durante entre 2 y 3 años, el 3.6% lo había hecho durante entre 1 y 2 años y el 1.2% restante lo había visto durante menos de un años.

- La mayoría de los menores que habían sido testigos de violencia doméstica estudiados cumplían los criterios establecidos para el diagnóstico del síndrome de de Estrés Post Traumático.

“Children Exposed to Intimate Partner Violence”
http://new.vawnet.org/Assoc_Files_VAWnet/NRC_Children.pdf
National Resource Center on Domestic Violence
http://www.nrcdv.org/

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