Además de putas apaleás

Apañada vas como seas mujer en Darfur. No sólo pueden violarte en masa los señores de la guerra (milicia Janjaweed – mercenarios árabes contratados por el gobierno de Darfur para hacer limpieza étnica), no sólo puedes quedarte embarazada y tener hijos de tus violadores sino que además luego tu familia, tus amigos y tu pueblo entero te pueden repudiar. En un artículo que he leído en el Guardian cuentan como Asha Mohammed es la excepción de la regla. Asha fue violada por varios hombres delante de su familia, tuvo a su hijo y su marido que trabaja en Libia dejó de mandarle dinero durante el embarazo y se divorció de ella al enterarse de que el niño era fruto de una violación (cualquier excusa es buena para desentenderse de tus responsabilidades como marido). Y digo que Asha a sus 30 años es la excepción de la regla porque en el campo de refugiados donde vive la comunidad entiende que el niño fue concebido bajo condiciones excepcionales y los aceptan a ella y a su hijo. Asha no tiene ayuda médica o psicológica y sabe que sus violadores nunca serán llevados a juicio. Ni siquiera detenidos. Bajo la sharia, a cada uno de sus violadores les caerían 100 latigazos y 10 años de prisión – contando con que aceptasen los testigos de Asha y contando claro con que las autoridades de la zona intentasen detener a los violadores pero es que son Janjaweed y están por encima de la ley. LA policía manda a las víctimas y a sus familias para casa cuando llegan a denunciar las violaciones y son los hospitales y las ONGs que trabajan en la zona los que se encargan de recoger pruebas médicas e insistir hasta que a la policía no les queda otra que aceptar las denuncias.