El perro del hortelano

Una de las cosas que tenemos en común españoles y americanos es que a los hombres no les gusta que las mujeres sobresalgamos. Sinceramente, creo que es envidia de clítoris. Cuando entramos en el campo literario, es además una impotencia que algunos no saben llevar bien. Estos días se ha criticado a Alejandra Vanessa sin razón aparente. Se ha dicho que no sabe escribir, que le hacen falta clases de lengua y métrica, que esto y que lo otro. Como no podían con ella, se ha acabado atacándola con la historia de que ha copiado a la Pizarnik, pero nadie acierta a decir que poema exactamente es el que ha plagiado.

¿Qué pasa con Alejandra Vanessa? ¿por qué tanta atención para una escritora novel? ¿por qué la están poniendo a parir cuando su primer libro todavía está en imprenta? ¿por qué esos insultos y esas acusaciones tan gratuitas? ¿será miedo? ¿será envidia? ¿una mezcla de ambos? Es que somos como el perro del hortelano. Ni comemos ni dejamos comer. Porque todo el que tiene tiempo para criticar tanto, es porque no tiene nada más interesante que hacer.

Alejandra Vanessa (y servidora) está lo suficientemente ocupada para que todo lo que se diga de ella le resbale. A mí hasta cierto punto me resbala, pero hay una parte de mi que se cabrea: ¿qué pasa? ¿quéuna mujer no puede escribir? ¿no puede llevar la iniciativa? ¿no puede tener ideas propias? ¿no puede ponerlas en práctica a no ser que un hombre le de permiso? ¿Córdoba sigue siendo un pueblo chico donde las mujeres tienen que salir a la calle acompañadas? porque creo que todo se reduce a que Alejandra se está moviendo, está trabajando duro para subir cada pequeño peldaño, está publicando sus poemas, moviéndose culturalmente, haciendo cosas que la mayoría de escritores cordobeses no hacen por dejadez o desgana. A lo mejor hablo sin saber de lo que hablo, pero nunca he oído que nadie tire una piedra contra Juan Antonio Bernier o Raúl Alonso y fíjate que ellos también autopublican y también han organizado lecturas poéticas.

En America siempre se ha tenido a Martha Stewart como ejemplo de estilo, buen hacer y buen estar. Al mismo tiempo, todo el mundo ha estado pendiente del mas mínimo movimiento y el mas mínimo error para cebarse con ella. Hace un par de años vendió unas acciones antes de tiempo y no veas la que se monto. Empezaron a salir trapos sucios sobre como había alejado emocionalmente de su marido con el que siguió casada supuestamente para no perder su status como la perfecta anfitriona y ama de casa de cara a la gallería y lloverle insultos: fría, manipuladora, frígida, de ambición desmedida… lo que en cualquier hombre de negocios se da por supuesto, lo que es considerado como algo buenísimo o una serie de cualidades imprescindibles para triunfar, en Martha era motivo de acoso y derribo. No entro en si lo que hizo fue legal o no, entro en que por ser mujer se la ha atacado a mala leche. ¿Por qué se ha ido a por ella? ¿para restar importancia al escándalo de Enron? ¿para quitar el centro de atención mediática de hombres corruptos e ineficaces? ¿por qué no pueden perdonarle que tenga éxito y haya construido un imperio? ¿será miedo? ¿será envidia? ¿una mezcla de ambos?

Yo antes no compraba los productos de Martha Stewart, pero desde que está en la cárcel antes de darle mi dinero a un hombre se lo doy a ella. Por ejemplo, si tengo que comprar pintura para las paredes me voy a Walmart y compro pintura de Martha Stewart Signature Color Palette en lugar de ir a Home Depot; mi trabajo me cuesta porque soy adicta a la pintura de Walt Disney que tienen en Home Depot, pero lo hago. Estas navidades en lugar de comprar un árbol natural o uno artificial de cualquier marca, me compre un árbol de su línea Martha Stewart Everyday en Kmart. ¿Por qué? porque Martha es la más grande y la mas mejor y las mas chula y si hubiera estado en su situación yo también habría vendido mis acciones porque no me gusta un pelo perder dinero. Coño que parece que es la primera inversionista que vende unas acciones. A ver donde dice que por ser famosa tienes que arruinarte o tienes que dejar pasar oportunidades.

En España, cuando una mujer sobresale en cualquier campo, vamos a por ella. Alejandra Vanessa que todavía no ha publicado su primer libro y lo único que ha hecho la pobre es llevarse una mención especial de no sé qué jurado… plagiadora. Arantza Sánchez Vicario, no sé si la mejor tenista del mundo mundial pero desde luego si la mejor que ha dado España en mucho tiempo… lesbiana. Elena Ochoa, psicóloga y sexóloga… lesbiana y mal follada (pidiéndolo a gritos pa’que me entiendas). Lola Flores, la mejor embajadora que ha tenido España después de la Reina… una loca que le olía la polla al marido para ver si se había acostado con otra, ninfómana y además gitana. Lucía Etxebarría… fea, bigotuda, gorda, histérica y lesbiana.

Ojo que todo lo que aparece en el párrafo anterior NO lo digo yo: NO es lo que pienso en absoluto. Es lo que se rumorea, lo que quieren que creamos a pies juntillas para que nosotras mismas nos quitemos ideas de la cabeza. Entiende que tener mujeres estupendas como modelos a imitar es peligroso para esa mitad de España que se pasa el día tocándose los huevos (sin metáforas: dime tu a mi si es muy normal lo de tener que colocársela varias veces al día). Si las mujeres en España y America fuésemos conscientes de que hay un mundo de posibilidades a nuestro alcance, de que podemos ser cualquier cosa que queramos ser y serlo además con éxito, los hombres inevitablemente tendrían que cambiar el chip. Al cambiar los hombres su forma de pensar, el sistema económico, político y social que hoy conocemos se iría a la mierda y eso no le conviene a unos cuantos.

Alejandra Vanessa
www.labellavarsovia.com/autores/alejandra.html
Martha Stewart
www.marthastewart.com

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