El poeta viva la vida
No hay cosa peor que pegarle a un padre. Si la hubiera, tendría que ser a la fuerza el poeta viva la vida: ese artista de tres al cuarto que cree ser la reencarnación de Leonardo DaVinci.
El poeta viva la vida se enorgullece de ser un moderno hombre del Renacimiento. Se vanagloria de todas y cada una de sus vertientes: poeta, promotor de lecturas poéticas, organizador de eventos y conciertos, productor, músico, acróbata ocasional y todo lo que le echen. Un autentico hombre multiterreno. Bueno en la cama, eso que no se nos olvide (sobre todo si es español, que en España son todos muy machos).
En la poesía, no es nada del otro mundo. Se pasa meses explotando dos poemas que copió de algún estudiante que tuvo en los talleres de verano de algún pueblo perdido de la mano de Dios, que le mandaron por correo electrónico o que escribió en un momento de iluminación cuartobañera. En cualquier caso, no son buenos. Pero nuestro poeta viva la vida piensa que son oro puro (tú y yo sabemos la verdad: como el oro que cago el moro).
En cuanto a eventos, como promotor es un fraude. No paga a los músicos y poetas con los que trabaja y a veces hasta les cobra por tener el “privilegio” de trabajar para él. Como productor, se convierte en una sanguijuela que saca dinero de aquí y de allí, pero nunca pone su propio dinero para un proyecto. En ambos casos, se le va la olla hablando de su organización como su fuera Microsoft o algo por el estilo. Tierra llamando al poeta viva la vida, tierra llamando al poeta viva la vida: baja de las nubes. Una secretaria a la que pagas en carne y tú mismo no formáis una organización sino un tándem patético.
En el apartado mujeres, prefiere buscarlas con un pasado truculento. Cuanto más traumatizadas mejor, así se dejarán pisar como si fueran alfombrillas de baño, irán a trabajar mientras él se queda en casa organizando conciertos, escribiendo, promoviendo su obra a través de internet… es decir, durmiendo, y no le harán preguntas ni le exigirán que busque un trabajo como haría cualquier mujer en su sano juicio.
Ten cuidado con el hombre viva la vida. Hoy he hablado del poeta, pero es el viva la vida un lobo con muchas pieles: forense, cantante, empresario, médico, fontanero, profesor, bombero…
El poeta viva la vida se enorgullece de ser un moderno hombre del Renacimiento. Se vanagloria de todas y cada una de sus vertientes: poeta, promotor de lecturas poéticas, organizador de eventos y conciertos, productor, músico, acróbata ocasional y todo lo que le echen. Un autentico hombre multiterreno. Bueno en la cama, eso que no se nos olvide (sobre todo si es español, que en España son todos muy machos).
En la poesía, no es nada del otro mundo. Se pasa meses explotando dos poemas que copió de algún estudiante que tuvo en los talleres de verano de algún pueblo perdido de la mano de Dios, que le mandaron por correo electrónico o que escribió en un momento de iluminación cuartobañera. En cualquier caso, no son buenos. Pero nuestro poeta viva la vida piensa que son oro puro (tú y yo sabemos la verdad: como el oro que cago el moro).
En cuanto a eventos, como promotor es un fraude. No paga a los músicos y poetas con los que trabaja y a veces hasta les cobra por tener el “privilegio” de trabajar para él. Como productor, se convierte en una sanguijuela que saca dinero de aquí y de allí, pero nunca pone su propio dinero para un proyecto. En ambos casos, se le va la olla hablando de su organización como su fuera Microsoft o algo por el estilo. Tierra llamando al poeta viva la vida, tierra llamando al poeta viva la vida: baja de las nubes. Una secretaria a la que pagas en carne y tú mismo no formáis una organización sino un tándem patético.
En el apartado mujeres, prefiere buscarlas con un pasado truculento. Cuanto más traumatizadas mejor, así se dejarán pisar como si fueran alfombrillas de baño, irán a trabajar mientras él se queda en casa organizando conciertos, escribiendo, promoviendo su obra a través de internet… es decir, durmiendo, y no le harán preguntas ni le exigirán que busque un trabajo como haría cualquier mujer en su sano juicio.
Ten cuidado con el hombre viva la vida. Hoy he hablado del poeta, pero es el viva la vida un lobo con muchas pieles: forense, cantante, empresario, médico, fontanero, profesor, bombero…
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