Las puertas de Cristo

Deliberadamente escribo "Cristo" en lugar de "Christo" porque lo de “las puertas de Cristo” me suena a testigo de Jehová, sectario y sodomita jajaja Esta mañana cambié de planes, pasé de ir a clase de Business Law y me fui a Manhattan a ver la exposición de Christo y Jeanne-Claude en Central Park porque yo lo valgo y porque hoy era el último día – mañana ya empiezan a desmontarlas.

El tema de las puertas ha dado para mucho en lo artístico-literario. De las puertas del paraíso de Ghiberti a las puertas del infierno de Rodin. De las Puertas del Infierno de Dante a las puertas de la percepción de Blake, Aldous Huxley, Jim Morrison y sus Doors. Con estos antecedentes y tratándose de una obra de arte, pensaba que iba a tener una experiencia místico-religiosa y que iba a volver a casa relajada y sintiéndome una mujer nueva, pero lo único que siento es un cansancio tremendo. Tonta que soy por buscarle los tres pies al gato ya que Christo y Jeanne-Claude son los primeros en reconocer que a sus puertas no hay que buscarles un significado esotérico-mágico-divino-político-religioso-erótico-festivo.

Central Park estaba abarrotado. Había bastante más gente que cualquier otro domingo por la mañana. El zoológico estaba lleno de niños con sus padres, uno de los estanques estaba lleno de gente haciéndose fotos, el agua estaba helada y los patos estaban andando encima del hielo y comiendo el pan que les ha tirado la gente... banderas por todas partes. Había un grupo de abuelas protestando contra la construcción de un estadio en otra zona de la ciudad con motivo de los juegos del 2012.

Que ver las puertas es bonito, es bonito. Central Park estaba precioso con todas las banderas/puertas en color amarillo huevo tirando a un azafrán apagado sin atreverse a ser un naranja vivo haciendo contraste con la nieve. Además el sol estaba fuera y eso contribuía a que a una le apeteciera sentarse en un banco a leer y relajarse. Con las ganas me he quedado porque todos los bancos estaban llenos de viejos con perros o madres con críos chicos.

De Central Park he bajado andando por la Quinta Avenida hasta la tienda Disney donde me he comprado una camiseta de Miss Peggy (la cerda de los Teleñecos). De ahí a un Barnes & Noble donde he comprado una copia del libro de la editorial Taschen sobre la exposición y varios libros de literatura erótica para un regalo de cumpleaños que tengo esta semana y para mi biblioteca particular. De Barnes & Noble me he ido a comer al McDonald’s que hay en la calle 42 cerca de la Biblioteca y de Bryant Park porque no sólo de aire vive esta mujer.

Después de comer he cruzado por la calle 42 hasta la avenida 11 y he bajado hasta el Javits Center que está haciendo esquina con la calle 38. Este fin de semana ha habido una exposición para gays y lesbianas mas deslucida que las de otros años porque el señor Bush ha ganado las elecciones y lo primero que ha hecho ha sido cerrarles el grifo (al menos eso es lo que me ha dicho la del stand de México).

Otros años ha habido dos plantas llenas de stands de veinte mil cosas, más barras libres, mas comida, más una zona con ropa y un escenario para conciertos. Hoy solo había una planta con tenderetes espaciados, un escenario de mala muerte y cuatro o cinco barras donde te daban alcohol “de gratis”. No he bebido nada que luego nunca sabes qué psicópata te puede salir en el tren de vuelta a casa y, como están las cosas como están, más vale no darle motivos al juez pa’que te diga que la culpa ha sido tuya por beber un domingo por la tarde estando sola en una exposición de gays y lesbianas, ¡pecadora! Sí, que me monto unas películas que no son normales jajaja

Gays había muchísimos, muy fashion ellos, tanto que parecía un congreso de adictos a “Queer eye for the straight guy”. Lesbianas pocas, poquísimas. He cogido revistas gays, revistas lésbicas, periódicos, folletos a punta pala de veinte mil organizaciones, folletos de ciudades y países que abren sus puertas a los visitantes gays y lesbianas, catálogos de DVDs porno, libros y ropa, condones, llaveros, pegatinas y no sé qué más. He dejado las bolsas en un sillón y mañana miraré y separaré lo que tengo que leer y lo que puede ir a la basura tranquilamente.

Me he quedado un rato hablando con un sacerdote, contándole que soy de España y en mi país eso de que los curas vayan a ferias de la solidaridad (que es lo poco que hay en Córdoba a no ser que las cosas hayan cambiado) como que todavía no pasa y si pasa yo no estoy enterada. Es refrescante que un miembro de la Iglesia te diga que no eres un monstruo y que los monstruos son los sacerdotes y obispos que se niegan a reconocer que todos somos hijos de Dios.

Aunque no tengo pareja, he hablado con una mujer sobre fecundación in vitro y adopción y me he enterado de las diferentes posibilidades que existen para gays y lesbianas en varios estados donde es legal tanto adoptar a niños como alquilar una madre o comprar óvulos de otra persona.

Después de la expo, me he ido a la tienda Hersheys de visita obligada en todas mis idas y venidas a Manhattan, he comprado chocolate para dar y regalar y he venido para casa.

Christo & Jeanne-Claude's Gates
http://www.the-gates-at-central-park.com/

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