Bárbara Dührkop: "La propuesta de diálogo no es una traición a mi marido; al contrario"
©
Gabriela Cañas, El País
Fuente:
http://elpais.com/diario/2005/05/21/espana/1116626405_850215.html
Bárbara
Dührkop (Hannover, Alemania, 1945) es miembro de la ejecutiva del Partido
Socialista de Euskadi y eurodiputada desde 1987. Tiene el "dudoso
honor", según sus propias palabras, de ser una de las primeras víctimas de
ETA, que mató a su marido, Enrique Casas, en 1984, cuando los damnificados eran
aún "apestados". Irritada por las duras posiciones que mantiene el PP
contra la propuesta de diálogo de José Luis Rodríguez Zapatero para acabar con
ETA y por la posición pública adoptada por su correligionaria Rosa Díez, entre
otros, Dührkop es rotunda. Afirma que no siente que el presidente del Gobierno
esté traicionando a Enrique.
Pregunta.
¿Qué sentimientos tiene usted ante la propuesta del jefe del Ejecutivo de abrir
un diálogo con ETA si abandona las armas?
Respuesta.
Creo que los etarras que han matado y extorsionado deben cumplir sus penas. No
tengo ninguna compasión hacia ellos ni perdono a los que mataron a mi marido.
Dicho esto, creo que la muerte de mi marido es irreversible y que mi deber
hacia él es luchar para que no haya más maridos muertos ni más papás muertos,
como decía mi hijo cuando tenía seis años. Entonces me preguntaba: "¿Por
qué no hacemos lo que quiere ETA para que no maten a más papás?". Yo tenía
que explicarle que no se puede hacer lo que quiere ETA. La propuesta de ahora
no la veo como hacer lo que ETA exige, porque se le está diciendo que si deja
las armas, entonces empezaremos a hablar. Creo que la frase de José Luis
Rodríguez Zapatero a este respecto es perfecta: "No hay precio político
por la paz, pero la política puede traer la paz".
P. Es
paradójico que no haya habido tanta polémica en el pasado cuando se intentó
negociar con ETA estando la organización mucho más activa y que se produzca
ahora, sin embargo, tanto enfrentamiento con la oposición.
R.
Mire, sería incomprensible que un Gobierno de un país donde hay terrorismo no
tuviera contactos, no se mantuviera informado. Otra cosa es que se haga en las
primeras páginas de los periódicos. Cuando se iniciaron las conversaciones de
Argel, ETA nos ponía sobre la mesa casi un muerto cada dos días. Ahora ETA
lleva dos años sin matar y a lo mejor es una situación favorable. Me parece
frívolo por parte de la oposición como de otros sectores de mi partido que
alguien se erija en portavoz de las víctimas y se niegue a abrir la puerta a lo
que puede ser, ojalá, el paso definitivo hacia un proceso de paz, teniendo en
cuenta que no queremos pagar un precio por la paz porque eso convertiría en
estéril la muerte de mi marido.
P. ¿Por
qué negociar de igual a igual ahora que la banda está tan derrotada
policialmente? Quizá no es un argumento despreciable.
R. Creo
que no es un argumento inteligente. ¿Alguien cree que ETA va a rendirse sólo
por el acoso policial? Quizá es ahora que está contra las cuerdas cuando hay
que abrir esa pequeña puerta de atrás. Porque 28 años de terrorismo nos han
demostrado que los métodos policiales no son suficientes. Hemos avanzado mucho,
sin duda. No quiero minimizar ese éxito. También la colaboración internacional
ha sido muy importante. Si ETA está débil, es el momento de abrir esa pequeña
puerta.
P. ¿Qué
opina de la posición discrepante de Rosa Díez y otros miembros de su partido,
que han criticado en carta pública la actitud de Patxi López con el PP?
R. En
mi familia política la ropa se lava dentro de casa. Si mis posiciones son
minoritarias dentro del partido, tengo tres opciones: defender mis opiniones y,
si pierdo, acatar y callar. La tercera opción, si las discrepancias resultan
muy dolorosas, es la de irme a casa.
P. Pero
se supone que la discrepancia interna enriquece a un partido político.
R. Por
supuesto, pero en casa, no en la prensa y, sobre todo, no atacando a nuestro
jefe de filas, Zapatero, cuando está haciendo una apuesta arriesgada y
valiente. Es una frivolidad.
P.
Mariano Rajoy, el líder del PP, ha dicho que Zapatero está traicionando a las
víctimas. ¿Qué le parece esa acusación?
R. Una
necedad. No siento que mi presidente del Gobierno esté traicionando a Enrique.
Al contrario. Creo que está haciendo una apuesta para poner fin a casos como el
de Enrique Casas y 800 muertos más.
P. ¿Es
usted optimista sobre las posibilidades de este nuevo y eventual proceso de
paz?
R.
Quiero serlo. El abuelo de mi padre soñaba con evitar a sus hijos lo que él
vivió, la I Guerra Mundial. Desgraciadamente, hubo una segunda. Si fuéramos
capaces de dejar a nuestros hijos un País Vasco sin terrorismo... Sería la
victoria del siglo.
Comments
Post a Comment