Agnes Pareyio y la mutilación genital femenina
Agnes Pereyio es una mujer de mediana edad, profesora, empresaria, casada, con tres hijos y una hija. A simple vista una mujer como otra cualquiera, privilegiada por poder trabajar y ser más o menos independiente viviendo en Kenia. El nombre de Agnes corre de boca en boca entre mis amigas porque ha sido nombrada Mujer del Año por las Naciones Unidas por su contribución a erradicar las ablaciones de clítoris y mejorar las condiciones de vida de niñas y mujeres que han sido víctimas de la mutilación genital en Kenia y Tanzania.
Obligada a pasar por el trance de la ablación durante 2 semanas cuando tenía 14 años y casada con un hombre al que no conocía de nada, de mediados de los 70 a mediados de los 80 Agnes trabajo como profesora. Más adelante se dedicó al mundo de los negocios y se intereso por colaborar con varios grupos de mujeres siendo tesorera y educadora en diferentes organizaciones feministas. Durante uno de sus programas conoció a un grupo de mujeres norteamericanas que estaban involucradas con el movimiento V-Day (Monólogos de la Vagina, Eve Ensler) y les dijo que le llegaban chicas que huían de sus casas para no ser sometidas a las diferentes mutilaciones femeninas o eran repudiadas por sus padres cuando decían que no querían que las mutilaran y no sabía dónde meterlas. Entre el 2000 y el 2001 se recogieron fondos y se construyo una casa de acogida (Tasaru Ntomonok Centre) que Agnes dirige desde entonces a las afueras de Nairobi, Kenia.
Con su nombramiento como Mujer del Año Agnes Pereyio espera dar visibilidad al tema de la mutilación genital femenina y atraer donaciones con las que seguir financiando y ampliar sus programas. En su casa de acogida tiene a chiquillas que han pasado por el ritual o que están a punto de pasar por él y convence a los padres para que las deje con ella; también tiene a niñas y mujeres que se han negado a someterse a ese rito y han sido repudiadas por sus familias. Se encarga de vestirlas, alimentarlas, educarlas y prepararlas para que reciban estudios superiores o se casen.
Según Unicef, unos 130 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación genital alrededor del mundo. Es una práctica arraigada en la mayoría de países africanos (28 de 53 países como Kenia, Sudán, Egipto, Somalia…), Colombia y Perú. También hay casos aislados en familias de origen africano que han emigrado a España, Reino Unido, Francia, Canadá y EEUU. En la mayoría de estos países no se ve a la mujer como persona sino como objeto – como tal, no tiene derecho a una sexualidad propia. Las ablaciones son algo que dan estatus a la familia, hace que las niñas y adolescentes sean más codiciadas porque al no tener deseo sexual no se van a ir por ahí con cualquiera y al tener la vagina cosida hasta la misma noche de bodas se garantiza que son vírgenes hasta el matrimonio.
Hay cuatro tipos de mutilación genial:
Obligada a pasar por el trance de la ablación durante 2 semanas cuando tenía 14 años y casada con un hombre al que no conocía de nada, de mediados de los 70 a mediados de los 80 Agnes trabajo como profesora. Más adelante se dedicó al mundo de los negocios y se intereso por colaborar con varios grupos de mujeres siendo tesorera y educadora en diferentes organizaciones feministas. Durante uno de sus programas conoció a un grupo de mujeres norteamericanas que estaban involucradas con el movimiento V-Day (Monólogos de la Vagina, Eve Ensler) y les dijo que le llegaban chicas que huían de sus casas para no ser sometidas a las diferentes mutilaciones femeninas o eran repudiadas por sus padres cuando decían que no querían que las mutilaran y no sabía dónde meterlas. Entre el 2000 y el 2001 se recogieron fondos y se construyo una casa de acogida (Tasaru Ntomonok Centre) que Agnes dirige desde entonces a las afueras de Nairobi, Kenia.
Con su nombramiento como Mujer del Año Agnes Pereyio espera dar visibilidad al tema de la mutilación genital femenina y atraer donaciones con las que seguir financiando y ampliar sus programas. En su casa de acogida tiene a chiquillas que han pasado por el ritual o que están a punto de pasar por él y convence a los padres para que las deje con ella; también tiene a niñas y mujeres que se han negado a someterse a ese rito y han sido repudiadas por sus familias. Se encarga de vestirlas, alimentarlas, educarlas y prepararlas para que reciban estudios superiores o se casen.
Según Unicef, unos 130 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación genital alrededor del mundo. Es una práctica arraigada en la mayoría de países africanos (28 de 53 países como Kenia, Sudán, Egipto, Somalia…), Colombia y Perú. También hay casos aislados en familias de origen africano que han emigrado a España, Reino Unido, Francia, Canadá y EEUU. En la mayoría de estos países no se ve a la mujer como persona sino como objeto – como tal, no tiene derecho a una sexualidad propia. Las ablaciones son algo que dan estatus a la familia, hace que las niñas y adolescentes sean más codiciadas porque al no tener deseo sexual no se van a ir por ahí con cualquiera y al tener la vagina cosida hasta la misma noche de bodas se garantiza que son vírgenes hasta el matrimonio.
Hay cuatro tipos de mutilación genial:
- Clitoridectomía: consiste en la extirpación de la capucha del clítoris con extirpación parcial o completa del clítoris.
- Escisión: consiste en la extirpación de la capucha, el clítoris y los labios menores (parcial o total).
- Infibulación: consiste en la extirpación parcial o total de los genitales externos (capucha, clítoris, labios menores y mayores) y sutura de la apertura vaginal.
- Una sin nombre: consiste en cualquier operación que por razones no terapéuticas incluya una o cualquiera de las anteriores.
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