Ruth

Se llama Ruth como se podría haber llamado Lucía, Antoñita o Paca. El nombre es lo de menos. Esta niña de 3 años está ingresada en un hospital de Barcelona con dos costillas rotas y pancreatitis. En 3 años de vida la niña sabe lo que es pasar hambre, lo que es que te pateen y te peguen, lo que es no tener a nadie que te proteja. La madre era la encargada de cuidarla. Si llegaba tarde a casa el padre no se molestaba en darle de comer. Si la chiquilla lloraba porque tenía hambre el tío la insultaba y le pegaba unas palizas tremendas.

No es la primera vez que Ruth está en el hospital. No ha sido un accidente. Los padres sabían muy bien lo que hacían – la niña ya estuvo en otro hospital donde dieron un nombre falso para que la policía no pudiera rastrearlos ni quitarles a la chiquilla (aunque sospecho que lo de perder a la niña era lo de menos, lo que les preocupaba era acabar en la cárcel). Eso que se sepa, vete a saber por cuántos hospitales haya pasado la pobre.

La Generalitat va a asumir la tutela de Ruth. No sé qué le pasará a los padres. No son españoles y ojo que su nacionalidad es lo de menos; para mí lo importante es que han ido a España buscando un futuro mejor para ellos pero no para su hija. Animales así están de más en un país democrático. Barbaridades como estas que las hagan en su país donde pasarse los derechos de los niños por el forrillo debe estar bien visto. En España no debemos aceptar este tipo de conductas. Que los deporten – que aprendan ellos y aprendan los vecinos que en estos tres años no se molestaron en levantar el teléfono para llamar a la policía o a servicios sociales ni una sola vez.