Sor Juana Inés de la Cruz

Sor Juana Inés de la Cruz
1651-1695

Hija de padre vasco y madre mexicana, Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Se crió con su abuelo materno, que tenía una gran biblioteca con muchos libros clásicos entre los que Juana adoraba pasar el tiempo. Su genio se manifestó desde temprana edad: habiendo estudiado apenas las primeras letras en Amecameca, a los tres años ya sabía leer, a los siete pedía que la mandaran a estudiar a la Universidad y a los ocho escribió una loa para la fiesta de Corpus. Cuando trabajó en la Corte, a los 16 años, fue considerada una niña prodigio. Aunque se la conoce principalmente por su obra literaria, Juana escribía sólo para mantenerse económicamente. Lo que realmente le apasionaba era el aprendizaje y el debate.

Quiso ir a la universidad y en algún momento le pasó por la cabeza vestirse de hombre, pero finalmente decidió que era menos descabellado meterse a monja. Así podría seguir junto a sus libros, su más preciado tesoro; y también escapar al destino de cualquier mujer de la condición económica de Juana: el matrimonio. Después de un intento fallido con las Carmelitas, cuyas reglas eran de una rigidez extrema, a los 21 años ingresó en la orden de las Jerónimas, donde la disciplina era algo más relajada. Allí se pasó la vida escribiendo versos sacros y profanos, villancicos cada Navidad, autos sacramentales y comedias de capa y espada. También sirvió como administradora del convento.

Famosa, aun dentro del claustro, constantemente era llamada para escribir obras por encargo. Además ganó dos premios en el certamen universitario del Triunfo Parténico. Entre sus obras se cuentan, para el teatro, tres autos sacramentales: El cetro de José, El mártir del sacramento y El divino Narciso; dos comedias: Los empeños de una casa y Amor es más laberinto; en prosa Explicación del arco, Razón de la fábrica alegórica y Aplicación del la fábula, Las meditaciones del Rosario y La Encarnación, además de varios opúsculos y manuscritos hoy extraviados como El equilibrio moral y un tratado de música y El caracol. Entre su vasta obra poética se destaca el Primero Sueño, una silva descriptivo-filosófica de unos mil versos y que continúa la tradición de los sueños de ascensión del alma en busca de la suprema verdad, Dios o el supremo conocimiento. El primer libro publicado por Sor Juana fue Inundación Castálida, que reunió una buena parte de su obra poética.

Muchas veces se omite o niega en las biografías de Sor Juana su amor platónico por María Luisa Manrique de Lara, Marquesa de la Laguna, Condesa de Paredes. Las dos mujeres se veían con cierta regularidad, la condesa la visitaba en el convento y ahí se quedaban las dos mujeres intercambiando pensamientos y enriqueciendo mutuamente su intelecto. Según Octavio Paz, autor del estudio de mayor autoridad que existe sobre Sor Juana titulado Sor Juana Inés de la Cruz o Las Trampas de la Fe, sus poemas de amor sólo pueden entenderse si se toma en cuenta ese sentimiento, que al parecer era correspondido.

En cierta ocasión, Sor Juana criticó el sermón de un jesuita en una carta a su antiguo amigo, el obispo de Puebla, quien le escribió bajo el seudónimo de Sor Filotea pidiéndole que se alejara de las letras profanas y se dedicara por entero a la religión. Sor Juana se defendió en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por las derechos culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar y a impugnar el tal sermón. Sin embargo obedeció, viéndose obligada a deshacerse de su biblioteca de cuatro mil volúmenes y su colección de instrumentos musicales y científicos. Murió cuatro años después en ciudad de México, contagiada por atender a sus hermanas enfermas de fiebre durante una epidemia, el 17 de abril de 1695.

En México se ha creado la asociación El closet de Sor Juana, que aboga por la no discriminación de las personas indistintamente de su orientación sexual. Además, Sor Juana apareció en los billetes mexicanos de mil pesos, que con la inflación terminaron volviéndose monedas. Después del recorte de los tres ceros al peso, Sor Juana salió de circulación brevemente, para reaparecer en los billetes de doscientos.

Dato lavanda:

En 1990 se filmó la película argentina "Yo, la peor de todas", basada en los últimos años de vida de Sor Juana Inés de la Cruz.

© Cultura lesbiana
Fuente: http://culturalesbiana.blogsome.com/2006/07/07/sor-juana-ines-de-la-cruz/

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