Además de putas…

Según Mariya Rasner, las mujeres rusas lo tienen todavía muy difícil paras escapar de la servidumbre en sus casas. Están atadas a maridos que controlan la economía familiar, sufren presión social si son solteras, las miran con desprecio si osan trabajar, si están casadas las miran mal si se divorcian… Rasner es una periodista ucraniana que también dice – en un artículo publicado en el 2003 – que cada año unas 14,000 mujeres rusas mueren a manos de sus parejas. Leo en la página web de Amnistía Internacional que la cifra ha subido a 36,000. Treinta y seis mil. Que se dice rápido. Treinta y seis mil.

Ni treinta y seis mil rusas ni cincuenta y nueve españolas que son las que llevamos (creo) en lo que va de año. Ni tres, ni dos ni una. Es que no debería morir una sola mujer a manos de su pareja. Ni una.

Como tantas otras mujeres alrededor del mundo, las rusas se culpan a sí mismas de los maltratos físicos y psicológicos de los que son víctimas y son reacias a ir a la policía. Total, ¿para qué? ¿para que se rían de ti y te manden de vuelta a casa sin admitir una denuncia? Sus leyes no reconocen la violencia de género como un crimen así que los hombres tienen carta blanca para torturarlas o matarlas.

Tiene que ser la alegría de la huerta vivir en un país donde se rechazan leyes para proteger los derechos de la mujer año tras año y tener que aguantar encima un presidente que suelte: “transmitan mis saludos a su presidente. !Vaya machote! !Violar a una decena de mujeres! No lo esperaba de él. Nos ha sorprendido a todos. Todos le tenemos envidia" por la boca a micrófono abierto pensando que estaba cerrado y se quede tan pancho.

Mujeres rusas en Amnistía Internacional.
http://www.amnesty.org/russia/womens_day.html

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