El argentino cuando besa…

Otro ejemplo de cómo el machismo social contamina lo judicial… En Argentina el mes pasado se saltaron a la torera los derechos sexuales de una chica de 16 años. No sé qué problema tendría en febrero pero dos policías la acompañaron a su casa, uno de ellos le pidió al compañero que se retirara y, una vez solo con su víctima, le plantó un beso en la boca. Ella lo denuncio por acoso sexual – estaba en todo su derecho: ningún hombre puede tocarte o besarte sin tu consentimiento y mucho menos cuando te tocan o te besan de una forma sexual.

Durante el juicio el policía declaró estar enamorado de la chica y la Cámara del Crimen argentino decidió que, como estaba enamorado, no había acoso sexual. Es decir, que por estar enamorado, aún sin ser correspondido, aun sin conocer de nada a la mujer, sin mediar palabra y sin nada… por estar enamorado…. o quizá por ser policía… por sus santos cojones vaya… cualquier hombre argentino puede ir plantándole besos a cualquier adolescente o mujer.

Hoy es un beso y mañana será una violación aunque las mujeres se resistan y si pasado mañana será quemarle la cara con ácido como hacen en Afganistán. Tremendo.

Y, que yo sepa, a ese hombre no lo han echado del cuerpo de policía. Pobre de la próxima que se cruce en su camino y “haga” que se enamore de ella. Porque por supuesto, el tío pensará que la culpa de todo la tiene la chica de 16 años que no sólo “lo enamoró” sino que encima lo denunció.