Ni tanto ni tan calvo

Por una parte tenemos a Bush empeñado en construir un nuevo muro de la vergüenza en la frontera con México y por otra a Zapatero abriendo las puertas de casa a lo bestia. Ni se puede construir un muro a estas alturas ni se pueden abrir las puertas como lo está haciendo Zapatero. En papel queda muy bonito decir que España apuesta por una ciudadanía iberoamericana, que donamos el 0,36 % del PIB para ayuda al desarrollo y que queremos fomentar la democracia en países latinoamericanos. Pero en la práctica las buenas intenciones no hacen que la gente deje de ir a España. Si queremos que los inmigrantes dejen de ir a España, hay que invertir un montón de dinero en sus países de origen. Si queremos que los que están o llegan a España se adapten y vivan en condiciones, hay que poner medios para evitar que se abuse tanto de los inmigrantes (vivienda, seguridad social, paro, etc – sentar las bases para que dentro de 10 años no estemos como en Francia) como de los ciudadanos.

Pero lo que no se puede hacer es quitarle a unos pa’darle a otros. Y en algunos temas, como en el de la vivienda, queda todavía mucho camino por recorrer en España así que no procede que Zapatero se cuelgue la medalla de tío guay y enrrollao en Uruguay mientras en su casa como aquel que dice la cosa está fatal. ¿Quién puede permitirse un piso hoy en día? ¿qué pasa con las viviendas de protección oficial? ¿cómo nos atrevemos a dar lecciones de democracia, civismo y corrupción cero con la que tenemos liada (caso Malayo)? ¿cuánto va a costarnos a los españoles la inversión que requiere abrir las puertas a millones de personas porque a este hombre se le ha ido la olla y dice que es hora de acabar con la deuda histórica que tenemos con países de Latinoamérica?

Aquí todos los meses celebran la independencia de algún país a bombo y platillo. Argentinos, colombianos, venezolanos… se muestran encantados de la vida y orgullosos de haber echado a los españoles hace siglos. A cualquiera que le preguntes te dice que los españoles éramos colonizadores, explotadores, violadores, vagos y el mismo demonio; te cuenta además que su país es el no va más (¿sí, por eso estás aquí verdad?), se va a convertir en la próxima potencia mundial y nos ensenarán cual es nuestro lugar. A cualquiera que le preguntes te dice eso y se ríe de ti por ser española y te mira como por encima del hombro y con pena por la que te espera… pero ahora resulta que todos quieren chupar del bote, todos quieren ayudas, todos quieren hacerse ciudadanos, todos se ponen la mano en el pecho para contarte que quieren irse pa’la Madre Patria. Tómame en cuestas.