Nonie Darwish: “Ahora me llaman infiel”

© Jamie Glazov, Nonie Darwish, Frontpage Magazine
Fuente:
http://archive.frontpagemag.com/readArticle.aspx?ARTID=954#
* * traducción hecha por servidora que tiene una jarta tiempo libre


Hoy la invitada de Frontpage Interview’s es Nonie Darwish, escritora y fundadora de ArabsForIsrael.com. Darwish, hija de un militar egipcio, creció en El Cairo y Gaza. Ahora da conferencias en todo el mundo en organizaciones cívicas, universidades, iglesias y sinagogas. Es autora del libro “Ahora me llaman infiel: por qué renunció a la yihad por América, Israel, y la guerra contra el terror (“Now They Call Me Infidel: Why I Renounced Jihad for America, Israel, and the War on Terror”).


NONIE DARWISH, BIENVENIDA A FRONTPAGE INTERVIEW.

Es un placer.

DIGAMOS ALGUNAS DE LAS COSAS QUE APRENDIÓ SIENDO UNA NIÑA EN EL ORIENTE MEDIO ÁRABE.

Nací y crecí como musulmana en el Cairo (Egipto0 y en la franja de Gaza. Fui a colegios en Gaza donde aprendí sobre el odio, la venganza y la retaliación. La paz nunca fue una opción, era considerada un signo de derrota y debilidad. Las personas que querían llegar a un acuerdo y la paz eran llamadas traidoras. Los judíos eran descritos como monstruos, simios, cerdos y enemigos de dios desde los pulpitos de las mezquitas. Cuando preguntaba por qué odiábamos a los judíos me respondían si no era musulmana.

Avergonzar a los niños es algo muy común en la crianza árabe. Nos contaron mentiras increíbles sobre los judíos: “no cojas caramelos de extraños no sea que sea un judío intentando envenenarte”. También nos contaban como los soldados israelíes dejaban embarazadas a las chicas árabes sólo por divertirse, apostaban si tendría un niño o una niña y la abrían en canal para ver quién había ganado la apuesta.

Mis compañeros de clase lloraban al recitar poesía yihadista a diario y deseaban morir como mártires. Los profesores llenaban nuestros corazones con miedo hacia los judíos lo que hacia que el odio y el terrorismo fuesen aceptados con facilidad. La propaganda de la yihad, el odio y el antisemitismo estaba presente en todas partes y no sólo en los colegios. Estaba en las mezquitas, periódicos, películas, discursos de políticos, en el arte y en muchas canciones yihadistas en la radio. Los rezos en las mezquitas a menudo acaban con insultos hacia los infieles (no musulmanes). Se lo crea o no, si crece con rezos como esos, puede sonar y sentirse normal.

¿QUIÉN ERA SU PADRE Y CUALES FUERON LAS CIRCUNSTANCIAS DE SU MUERTE? ¿CÓMO AFECTÓ ESO A SU FAMILIA?

Mi padre fue el coronel Mustafa Hafez y era responsable de la inteligencia militar egipcia en la franja de Gaza y el Sinaí durante los años 50. El presidente egipcio de entonces era Gamal Abdel Nasser y quería unificar el mundo árabe, destrozando Israel y oponiéndose a los intereses occidentales en la región. Siguiendo órdenes de Nasser, mi padre empezó una resistencia armada (Fedayeen) tipo guerrilla contra Israel llevando a cabo ataques transfronterizos en Israel que causaron un gran numero de muertes, daño y destrucción.


Hubo varios intentos de asesinar a mi padre en Israel. Como resultado mi padre quiso dimitir pero su dimisión fue retrasada porque Nasser no encontraba un sustituto. En respuesta a sus ataques, Israel mandó a uno de sus comandos a nuestra casa en Gaza, pero mi padre no estaba en casa. Todo lo que los soldados israelíes se encontraron fue a nosotros: mujeres y niños. Los soldados israelíes se fueron sin hacernos daño. Yo estaba muy agradecida de que lo hicieran, especialmente sabiendo que los Fedayeen sí mataban a civiles israelíes. A la mañana siguiente el equipo responsable de la seguridad de mi casa fue interrogado por el gobierno egipcio para averiguar quien nos había traicionado. Mi guarda de seguridad favorito que siempre jugaba con nosotros fue asesinado durante el interrogatorio.

Después de dos años de intensas operaciones con la guerrilla mi padre fue asesinado en julio de 1956 en el primer asesinato en Gaza. Yo tenía 8 años y cuatro hermanos. Mi padre era extremadamente querido y respetado por muchísima gente, incluso hoy en día una calle y un colegio de Gaza llevan su nombre y una calle de Alexandria también lleva su nombre. En el famoso discurso de Nasser para nacionalizar el Canal de Suez, él habló de mi padre como un héroe (un shahid). El presidente Nasser juró que todo el país vengaría la muerte de mi padre sin hacer mención al alto número de muertes y destrucción que nuestra guerrilla había causado en Israel. Oficiales del gobierno nos preguntaron a mis hermanos y a mii quien de nosotros querría vengar a mi padre matando a judíos. Nos quedamos sin habla. Ninguno quería matar a nadie ni ser molestados con semejante pregunta.


USTED ENSEÑA QUE LA POLIGAMIA ES UN CONSTRUCTO APROBADO RELIGIOSAMENTE EN EL MUNDO ISLÁMICO. DÍGANOS CÓMO HA SIDO TESTIGO DE SUS EFECTOS EN LAS MUJERES Y EN EL RESTO DE LA SOCIEDAD.

La poligamia está permitida bajo la ley familiar de la sharia. El contrato del matrimonio musulmán permite al hombre casarse con hasta 4 mujeres y por lo tanto la fidelidad a una mujer no es requerida. Los hombres no tienen siquiera ni que ejercer su derecho a casarse con otras mujeres para que el daño esté hecho. Al permitir que los hombres sean “fieles” hasta a 4 mujeres se crea una situación en la que las mujeres no se fían de sus maridos, especialmente en tiempos difíciles. Y tampoco pueden fiarse de sus amigas que pueden ser elegidas para casarse con sus maridos.

El lazo básico de la lealtad entre marido y mujer es la base de todas las lealtades familiares. En la poligamia este lazo cambia de marido/esposa a mujer y padre o familiares varones y más adelante al primer hijo varón de la mujer. El padre o hijo de una mujer se convierte en su protector y defensor en tiempos difíciles del matrimonio o cuando el marido toma una segunda esposa.

Muchos defensores del islam dicen que las mujeres musulmanas tienen más derechos que las occidentales porque mantienen sus propias finanzas separadas de las del marido. Pero no dicen por qué. La razón por la que una mujer musulmana mantiene su dinero separado del marido es porque su padre nunca aceptará que su herencia vaya a una propiedad comunitaria a la occidental donde podría ser compartida con una segunda, tercera o incluso cuarta esposa y sus hijos.

Aunque la mayoría de musulmanes no practiquen la poligamia hay muchos que sí lo hacen. Al estar la poligamia permitida y bendecida por Ala, cambia la dinámica de la relación entre esposa y marido y las lealtades familiares. Una mujer musulmana no cambia su nombre al casarse, pero sí toma el nombre de su hijo. Por ejemplo, “Um Muhammed” o “Um Ali”, es decir, la madre de Muhhamed o la madre de Ali. El nombre del hijo se convierte en la seña de identidad y fuente de orgullo de la mujer musulmana.

En el folklore árabe e historias como Las Mil y Una Noches – donde la protagonista era una entre muchas en un harem intentando sobrevivir contándole cuentos al rey polígamo – se nos enseña el arte de la manipulación para sobrevivir entre mujeres que compiten por un rey.

Lo injusto de esta situación para la mujer se aprecia aún más en el divorcio facilísimo al que sólo tiene acceso el hombre. Las mujeres no tienen el mismo derecho a divorciarse. Pueden pedirle el divorcio a su marido pero si él se niega ella tiene que ir a juicio y pueden pasar años antes de que se lo den. La sharia también permite al marido pegar a las esposas que no le obedezcan. Imagínese eso: un hombre puede tener una segunda esposa, no darle a su mujer el divorcio y pegarle si le desobedece. Todo esto es legal bajo la ley islámica de la sharia. Leyes como esta hacen que la relación entre marido y mujer no sea la de compañeros sino la de esclava y amo. Las víctimas de todo esto son los niños que son criados por una madre opresiva que necesita continuamente su aprobación y apoyo contra el padre cuando toma a otra esposa. Los hijos tendrán un montón de competencia por el afecto de un padre que tiene varias esposas y varios sets de hijos.

Creo que incluso los hombres son dañados por su derecho a la poligamia ya que les roba la oportunidad de un compromiso hombre/mujer. Por culpa de la poligamia y otras restricciones sexuales en la sociedad musulmana los hombres pobres tienen más difícil encontrar una esposa que a menudo prefiere ser la segunda, tercera o cuarta esposa de un hombre rico. El resultado es un gran número de hombres jóvenes, sexualmente reprimidos, cabreados y dispuestos a escuchar los llamados a la yihad en las mezquitas. La yihad y el martirio se convierten así en la única garantía de un cielo donde les esperan 72 vírgenes con los brazos abiertos. En esta promesa divina de dios, la poligamia todavía existe en el cielo – para desventaja de la mujer musulmana.

USTED SOSTIENE QUE EL TERROR ISLÁMICO TIENE SU RAÍZ EN LA RABIA QUE EXISTE DENTRO DE LA FAMILIA MUSULMANA. ¿PUEDE HABLARNOS DE ESTO UN POCO?

Toda familia musulmana que vive en un país mayoritariamente musulmán vive bajo la ley familiar islámica o sharia. La sharia se divide en leyes criminales, civiles y familiares. La rama criminal de la sharia no se practica en todos los países musulmanes por la sencilla razón de tener castigos crueles e inusuales que incluyen la amputación de extremidades, latigazos, lapidación e incluso que les corten la cabeza.

La rama familiar se practica en todos los países musulmanes y muchos musulmanes que viven en Occidente están exigiendo que se practique. Esta rama de la sharia da la mayoría de los derechos a los hombres y muy pocos a las mujeres. Por ejemplo, los hombres pueden casarse con hasta 4 mujeres e incluso tener relaciones sexuales bajo el concepto de “ma malakat aymanahum” que significa esclavas que se poseen. La esclavitud ha sido abolida oficialmente en los países musulmanes pero el derecho del hombre a tener relaciones sexuales con una esclava todavía está abierto a interpretaciones.

Por ejemplo, en Arabia Saudí y otros países musulmanes las criadas son sistemáticamente violadas ya que muchos hombres interpretan su posición dentro de la unidad familiar como un tiempo de esclavitud. El contrato de matrimonio musulmán es diferente al contrato matrimonial judeo-cristiano. En la boda musulmana, el hombre no jura fidelidad a una sola mujer. Aunque el marido nunca ejerza su derecho a la poligamia, el daño a la relación marital ya está hecho. El miedo de toda musulmana cuando hay un problema en su matrimonio es que el marido lo solucione casándose con otra en lugar de ir a terapia de parejas.

Yo he odio a mujeres en Oriente Medio suplicándoles a sus maridos en medio de una discusión que se echen novias si quieren pero no se casen con ellas y pidiéndoles que lo hagan por sus hijos. En Occidente, la fuente de las lealtades familiares se originan con la lealtad marido/mujer y una relación de confianza donde el hombre promete ser fiel a una única mujer hasta que la muerte los separe. Esta promesa añade estabilidad y confianza en el matrimonio. Le da igualdad, dignidad y protección a las esposas – no sólo a ellas sino también a sus hijos. Por culpa del derecho a ser polígamo del hombre musulmán las mujeres musulmanas han desarrollado la necesidad de protegerse y por lo tanto no se ve propiedad común dentro de la familia musulmana. Los clérigos musulmanes a menudo dicen que las mujeres musulmanas tienen más derechos que las occidentales porque retienen sus propiedades separadas de las del marido, pero no explican por qué esto es así. Este derecho surgió para prevenir que la herencia recibida de su familia fuese a parar a la segunda, tercera o cuarta mujer. La poligamia por tanto cambia totalmente la dinámica de la relación entre un marido y su esposa o esposas. La lealtad ya no es entre marido y mujer sino entre esposa y miembros varones de su propia familia y más adelante entre esposa y primer hijo varón que protegerá sus intereses si el marido toma a otra esposa.

El derecho a la poligamia a menudo es acompañado por otras leyes opresivas para la mujer. Por ejemplo, el derecho al divorcio recae en el marido solamente. Ella puede solicitarle el divorcio pero si el marido lo rechaza tendrá que ir a juicio y enfrentarse a un tribunal donde su testimonio vale sólo la mitad que el de un hombre. El divorcio no sólo está en manos del hombre sino que es el divorcio más fácil que hay en el mundo – todo lo que el hombre tiene que hacer es tener un testigo mientras le dice a la mujer “me divorcio de ti” tres veces y ya está divorciado.

La injusticia hacia la mujer musulmana se multiplica con el derecho de todo musulmán a pegarle a su esposa si le desobedece. Hay otras muchas injusticias que sólo añaden sal a la herida: el testimonio de una mujer en un tribunal solo vale la mitad que el de un hombre, las mujeres sólo reciben la mitad de la herencia que les corresponde a sus hermanos. Complicando todavía más las cosas es el hecho de que el honor de toda musulmana y todo musulmán esté directamente relacionado con la pureza sexual de la familia de él. Entonces te encuentras a un musulmán abrumado con la responsabilidad de monitorear la castidad y los comportamientos de sus familiares (esposa, hijas, madre, hermanas, sobrinas, etc). Muchos musulmanes siempre se muestran dispuestísimos a cubrir a sus mujeres cuyos cuerpos consideran una gran tentación que siempre debe estar cubierta. El honor familiar se enlaza así al cuerpo de la mujer, un valor familiar que a menudo acaba en tragedias como el de los asesinatos de honor de niñas y adolescentes.

Por supuesto no todas las musulmanas son maltratadas o parte de un harem. Hay muchas mujeres educadas y poderosas cuyos maridos no han elegido casarse con otra mujer. Sin embargo, estas mujeres no son la mayoría y en tiempo de necesidad incluso la mujer más poderosa puede perderlo todo en un tribunal regido por la sharia simplemente porque como mujer tiene pocos derechos. A causa de la posición inferior de la mujer musulmana y de la privación del derecho a una relación estable y segura entre un hombre y mujer se crea un ambiente ideal para mucha agitación, rabia y comportamientos manipulatorios entre los esposos que intentan protegerse a sí mismos.

¿Cómo puede una mujer oprimida hacer que sus hijos crezcan sanos y felices? ¿Incluso a los varones? El carácter de los niños dependerá de la madre oprimida durante los primeros años de vida. Ese es el dilema de la familia musulmana.

La poligamia no sólo hiere a las mujeres sino que también afecta negativamente a hombres. Muchas mujeres prefieren ser la segunda, tercera o cuarta esposa de un hombre rico antes que ser la única mujer de un hombre pobre. Oriente Medio tiene un gran numero de solteros sexualmente frustrados que están listos para la yihad y las 72 vírgenes reservadas para ellos. Eso es lo que escuchan en las mezquitas todos los viernes.

USTED DICE QUE LOS ÁRABES VEN UNA VIRTUD EN NUNCA ADMITIR QUE SE EQUIVOCA. COMO MÍNIMO, ESTE PENSAMIENTO PONE DE MANIFIESTO UNA PATOLOGÍA Y EL FALLO DE UNA CULTURA ¿NO? HÁBLENOS DE ESTE TIEMPO DE PENSAMIENTO Y SUS EFECTOS.

La cultura árabe es famosa por su concepto de orgullo. La imagen es muy importante y el orgullo y la vergüenza son grandes motivadores. Proteger la imagen de los musulmanes ante el mundo occidental no musulmán es vital. Admitir un error puede avergonzarnos y no se considera una virtud. Las personas que admiten sus errores no son recompensadas por su honestidad sino ridiculizadas e incluso seriamente castigadas. A día de hoy muchos musulmanes achacan los ataques del 9 de septiembre a una conspiración judía. El padre de Muhammad Attah en Egipto negó durante 4 años que su hijo capitanease los ataques del 9 de septiembre incluso cuando medio mundo lo había visto subirse al avión que se estrelló contra las torres gemelas. Sólo recientemente ha dado la cara y admitido estar orgullos lo que su hijo el héroe (shahid) y no terrorista ha hecho.

Ahora mismo hay personas en cárceles árabes acusadas de difamar el islam o su país frente a no musulmanes. Estas difamaciones pueden ser algo tan simple como alabar a los cristianos o los judíos o ser critico con el islamismo radical. El miedo a ser acusado de difamar a u propia tribu, nación o religión lleva a una cultura que tiende a culpar a los demás en lugar de mirarse a sí misma. La cultura judeo-cristiana se centra fuertemente en el concepto de que todos somos pecadores pero podemos salvarnos por la gracia de Dios. Eso es un gran alivio para la mente occidental. La educación musulmana ve a los miembros de otras religiones como pecadores. Los pecadores infieles sólo pueden salvarse anunciando que son musulmanes. Una parte importante del judaísmo es hablar del castigo divino cuando desobedecen las leyes de Dios. La admisión de culpa dentro de la fe judía no es vista por los musulmanes como una virtud y un paso hacia la mejora personal sino como la admisión de haber hecho algo malo, de que los judíos son malos y merecen la ira de dios. Esto es por lo que muchos musulmanes piensan que los judíos no se merecen una tierra o nación. Una vez escuché a un musulmán decir que ellos mismos admiten que son pecadores. En el islam también existe el concepto de “taqueya” que permite mentir a los infieles si es en beneficio del islam. Este concepto está tan arraigado en la cultura musulmana que ya no lo pensamos como “taqueya” sino que ha penetrado cada aspecto de la vida musulmana. Por esto tenemos muy poca capacidad de autocritica.


Pedir disculpas, admitir culpa o mirarse a sí mismo buscando soluciones no son valores muy fuertes para los musulmanes. Al contrario, estos comportamientos acarrearán muchos problemas. Una persona así será culpada de todo – incluso por cosas que no haya hecho. Por eso se producen muchos comportamientos defensivos y negacionistas que muchas personas en Occidente no pueden entender. Los musulmanes se engañan a sí mismos cuando dicen que las mujeres musulmanas tienen más derechos que las occidentales. Incluso muchas musulmanas se han convencido as ii mismas de ello y defienden la sharia antes que decir la verdad frente al mundo no musulmán.

Los musulmanes se engañan a sí mismos cuando dicen que Israel esta adentras de todos los ataques terroristas islámicos en el mundo, incluso los del 9 de septiembre. Se engañan a sii mismos cuando dicen que los tiranos árabes son el producto de la política exterior de EEUU y cuando EEUU les quita a Saddam dicen que están interfiriendo en sus asuntos internos. Esto es por lo que muchos musulmanes les dicen una cosa a Occidente en inglés y lo contrario al mundo árabe en árabe.

La vergüenza ocupa un lugar prominente en la vida de los niños árabes. Para evitar el intenso dolor de ser avergonzado, negar cualquier responsabilidad se convierte en una virtud con la que salvar y proteger su orgullo. El concepto de “taqueya” es una de las razones por las que tantos musulmanes permanecieron en silencio después del 9 de septiembre. Sólo unos pocos han hablado abierta y honestamente y han admitido que es un problema de la cultura musulmana que necesita ser examinado y corregido. Los pocos norteamericanos árabes que hablaron no fueron recompensados por su honestidad por la comunidad musulmana; al contrario, fueron dados de lado, criticados y motivo de escarnios por la mayoría de musulmanes. Esta mayoría está haciendo todo lo posible para silenciarnos. No quieren entrar en un dialogo a la occidental con nosotros ni que este debate se produzca en público.

Rara vez se ve un debate entre dos musulmanes y eso es por lo que cuando la valiente doctora árabe-americana Wafaa Sultan debatió con un clérigo musulmán en Al Jazeera la noticia saltó a todos los medios. La respuesta que recibió por su honestidad por parte de los clérigos musulmanes fue una fatwa – una orden de muerte. Esto explica y expone la profunda necesidad cultural de mentir para protegerse. Los clérigos no quieren un debate interno sobre la reforma. Lo que quieren es seguir mintiendo y protegerse a ellos mismos.

Dicho más simplemente, los islamistas no quieren admitirle al mundo su agenda yihadista ni su simpatía hacia los terroristas. Eso es básicamente por lo que quieren silenciar a la oposición, al dibujante comics danés, al Papa, a un director de cine sueco a los políticos y a los escasos musulmanes y árabes que se atreven a hablar en contra del islam.

Nuestro crimen es ser honestos y abiertos sobre nuestra cultura, el islam radical y nuestro deseo de reforma. Incluso después de dejar Oriente Medio y convertirnos en ciudadanos estadounidenses seguimos cargando la responsabilidad de nunca reconocer un error y siempre echar la culpa de los problemas internos del mundo árabe a otros como Occidente o Israel.

Esta pantomima de no querer admitir los errores, estos juegos, sólo han conseguido mantener al mundo musulmán en un estado continuo de estancamiento y pobreza a pesar de la riqueza que genera el petróleo.


SU CAPITULO SOBRE CÓMO LLEGO A EEUU ME HA LLEGADO HONDO. COMO UN JOVEN QUE VINO A NUEVA YORK DESDE LA UNIÓN SOVIÉTICA, ENCONTRÉ MUCHAS COSAS EN COMÚN SOBRE SU FORMA DE AMAR A EEUU. A DÍA DE HOY, DÉCADAS MÁS TARDE, SIGO ENAMORÁNDOME DE LAS COSAS MÁS PEQUEÑAS EN EEUU. AMO A ESTE PAÍS COMO TAMBIÉN USTED HACE. ¿PODRÍA COMPARTIR CON NOSOTROS UNA HISTORIA O DOS SOBRE SU PRIMER ENAMORAMIENTO CON EEUU CUANDO LLEGÓ AQUÍ POR PRIMERA VEZ?

Muchos norteamericanos que tienen tu pasado o el mio nunca dejan pasar un día sin acordarse de dónde estuvimos y dónde estamos ahora. Yo también sigo enamorándome de las cosas más pequeñas. Hay un cómico ruso que alababa a EEUU por su elección, lo hizo en un chiste, pero con frecuencia los mejores chistes son los que se basan en una verdad.

Lo primero que un emigrante ve en EEUU es el abanico de opciones: en el estilo de vida, religión y afiliaciones. El respeto por la diversidad, las minorías y la igualdad bajo la ley es especialmente significativa si vienes de una cultura que trata a las mujeres y las minorías religiosas como ciudadanos de segunda clase bajo la sharia.

Lo que más llama la atención a la persona que acaba de llegar a EEUU no es sólo un trabajo que este bien pagado sino las virtudes de los muchos aspectos de la cultura norteamericana. Esos “gracias” o “¿puedo ayudarle?” con una sonrisa en las tiendas y mercados; los “buenos días”, “hola” y sonrisas a perfectos desconocidos en la calle; la autosuficiencia y el orgullo en el trabajo físico; la honestidad, capacidad de ser abiertos y decencia de las gentes norteamericanas.

No, no todas las culturas son iguales. Hay algunas que hacen muy fácil ser un ser humano.


USTED HABLA DE UN ASUNTO CRUCIAL AL DECIR CÓMO VIO QUE SE ESTABA ENSEÑANDO ODIO EN LAS MEZQUITAS CUANDO LLEGÓ A EEUU. TAMBIÉN HABLA DEL CURIOSO FENÓMENO DE MUSULMANES QUE DICEN ODIAR A EEUU, SE VIENEN A VIVIR E EEUU, VIVEN EN EEUU NO RESPETANDO LOS VALORES DE ESTE PAÍS Y BUSCAN DESTRUIR A EEUU A TRAVÉS DE LAS LIBERTADES QUE EEUU LES DA. ¿PUEDE HABLARNOS UN POCO DE ESTO?

Cuando llegué a EEUU en 1978 estaba contenta de dejar atrás una cultura yihadista, dictaduras y estados policiales. Estaba deseando ser parte de EEUU pero cuando fui a la mezquita local nos dijeron que no debíamos mezclarnos en EEUU sino mostrar nuestro orgullo en el islam y ser vistos como musulmanes en EEUU. Entonces se animaba a las mujeres a llevar ropas islámicas con orgullo incluso cuando las egipcias como yo misma nunca nos habíamos puesto ropa islámica o cubierto nuestras cabezas en Egipto.

Para mi sorpresa, empecé a ver a egipcios y otros árabes radicalizarse aquí, en las mezquitas estadounidenses. Nos dijeron que Arabia Saudí estaba construyendo todas estas mezquitas, mandando a sus clérigos más radicales e incluso mandándoles los sermones a estos clérigos directamente desde Arabia Saudí. Cuando pregunté por qué estábamos construyendo más mezquitas de las que necesitaba la comunidad musulmana norteamericana me dijeron que era para llenarlas con americanos – para llevar el islam a los norteamericanos y cambiar la constitución norteamericana con el Corán. Escuché a algunos decir: “felicidades, Europa está dominada por musulmanes. Que Dios bendiga a América con el Corán también”.

Cuando Louis Farrakhan hizo comentarios antisemitas y anti-EEUU, escuché a algunos árabes norteamericanos que iban a las mezquitas norteamericanas con asiduidad decir que Louis Farrakhan era útil para la causa árabe. Gradualmente muchos de los musulmanes moderados que conocía empezaron a comportarse y actuar de manera más radical haciéndose amigos sólo de otros musulmanes y criticándome por haberme casado con un norteamericano. Me rechazaron cuando me negué a cubrirme la cabeza, algo que nunca había hecho antes. Incluso mi madre y mi abuela nunca se habían cubierto la cabeza o puesto ropas islámicas durante toda su vida en Egipto. Algunos inclusos insultaban a los norteamericanos tachándolos de estúpidos o inocentes por ser una sociedad tan abierta. Después empecé a ver a estudiantes involucrándose activamente en los campus universitarios a la vez que vistiendo sus ropas islámicas con orgullo. Empecé a percibir una brecha entre los musulmanes y el resto de EEUU y una actitud de “nosotros contra ellos”.

Parecía haber un intento organizado de expandir los limites cada vez más con alguna nueva demanda o queja de los musulmanes radicales en EEUU. Algunos proponían aprovecharse de los vacíos legales en EEUU para acrecentar el poder musulmán. Algunos musulmanes radicales y personajillos sospechosos empezaron a venir a EEUU y a menudo me pregunté quienes eran. ¿Por qué elegirían vivir en un país al que consideraban el “gran Satán”? ¿Por qué someter a sus hijos a las tentaciones de Occidente? Pronto fue obvio para mí que EEUU estaba siendo inundada por clérigos radicales musulmanes con una agenda más política que religiosa.

Uno de estos personajillos era Sheikh Omar Abdel Rahman de Egipto. Este hombre causó incontables problemas en Egipto y era uno de los sospechosos en el asesinato del presidente egipcio Anwar El Sadat. Salió de Egipto a Sudan donde causó más problemas. En Sudán pudo conseguir una visa de la embajada estadounidense y vino a EEUU a predicar en una mezquita de Nueva Jersey. Este tipo de predicadores a menudo son considerados como payasos y como un extremo incluso por los musulmanes moderados en Egipto, pero llegan a EEUU y se encuentran con un nuevo status respetable y unas libertades con las que nunca podrían haber soñado bajo una dictadura musulmana. Estos predicadores radicales musulmanes nunca deberían haber sido aceptados en EEUU. Estos predicadores han descubierto que sólo en EEUU pueden hacer que el sistema trabaje para su propio beneficio demandando esto o aquello y si alguien les critica aprenden que lo único que tienen que hacer es decir tres palabras: racista, cerrado de mente e islamofobia. Unas palabras que aprendieron muy rápido de organizaciones musulmano-norteamericanas que dicen ser moderadas. Estas expresiones representan realidades que son un modo de vida sus antiguos países donde el racismo, estrechez de mente y el antisemitismo son la norma. En EEUU estos individuos son finalmente libres para extender su odio, ira y subversión y causar una brecha entre los musulmanes y el resto de estadounidenses.


NONIE DARWISH, MUCHAS GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS Y GRACIAS POR TENER EL CORAJE DE CONTAR LA VERDAD.

Gracias a ti y a Frontpage Magazine por darme la oportunidad.

© Jamie Glazov, Nonie Darwish, Frontpage Magazine
Fuente:
http://archive.frontpagemag.com/readArticle.aspx?ARTID=954#

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