Reciclar flores

Esta semana ha sido el cumpleaños de una de mis clientas. Hablando por teléfono me contaba que le han regalado una barbaridad de ramos de rosas y centros de flores y por suerte se ha enterado de que en Manhattan hay una empresa que se dedica a recoger flores, reciclarlas haciendo ramos/centros de mesa/coronas funerarias y regalarlas a gente que las necesite como enfermas de cáncer de mama que necesiten un subidoncillo de auto-estima, enfermos terminales de Sida y algún cáncer, ancianos que no tengan quien los visite en el hospital o en las residencias… Me parece una idea estupenda.

En el banco donde trabajo recibimos un montón de flores y la verdad es que nunca me he planteado qué hacen con las que no se lleva alguna de mis compañeras a su casa. Lo mío con las flores es según me dé la ventolera – si veo un ramo de rosas por $5 o $10 en un deli de Manhattan y me da el punto me las compro. Si las veo en el super o floristería de mi zona, como que paso porque están carísimas. Si me las regala alguien que me guste, me encantan. Si me las regala alguien que no me gusta, lo veo como un intento de comprarme, mando a la fulanita a la mierda y las flores acaban en la basura. Si me manda mi madre flores, todo lo que no sean flores de pascua me encanta – mamá si me estás leyendo: no me mandes flores de pascua estas Navidades que te conozco –.

FlowerPower Foundation
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