Drew Gilpin Faust

Para las que no hayan estudiado historia de la Guerra Civil norteamericana o no estén al día de los cambios en Harvard, Drew Gilpin Faust es una perfecta desconocida. A mí su nombre me sonaba un poco porque hace tres o cuatro veranos tuve clase de Historia de la Guerra Civil y Esclavitud y el profesor menciono uno de sus libros en clase. Lo más cerca que he estado de Harvard ha sido a través de los libros de Naomi Wolf y Harold Bloom (él está en mi lista negra, pero leí su estudio sobre Shakespeare que es de lo más interesante). Ir, no he ido nunca, pero tengo una bolsa de ejecutiva - regalo de mi amiga Arantza - que a veces me llevo en los viajes de negocios y es un repelente la mar de efectivo contra el típico ejecutivo que quiere comprarte una copa en el aeropuerto de turno (somos como somos y una mujer con cerebro sigue intimidándolos ¡ay qué asquito dan!).

Drew Gilpin Faust, decano del Instituto Radcliffe y profesora en Harvard, va a ser la primera en ocupar la presidencia de esa universidad dos años después de que el anterior presidente dijera que si las mujeres no estábamos en los primeros puestos en matemáticas, química, física y otras disciplinas había que achacarlo claramente a un componente natural (en otras palabras: que las mujeres somos tontas del culo de nacimiento).

Gracias a su carrera como historiadora, Drew Gilpin Faust conoce el pasado de la universidad y está dispuesta a mantener el listón alto en las cosas que hacen que la universidad sea super conocida y a trabajar y pelear porque la universidad se modernice eliminando barreras entre departamentos y disciplinas. No es solo que vaya a ser la primera mujer en presidir Harvard, es que las mujeres que han pasado por Harvard por fin ocupan el lugar que les corresponde tras muchos sacrificios, esfuerzo y tenacidad.