Giorgia Busotto y Daila Saiani

Giorgia Busotto y Daila Saiani han sido asesinadas a sangre fría en un camino mugriento en la isla de Sal (Cabo Verde). El ex novio de una de ellas quería invitarla a cenar. Algo raro habría cuando ella dijo que no iba a no ser que sus amigas la acompañasen. El ex se presentó con un amigo, las tres mujeres se subieron en el coche y en lugar de ir a un restaurante, los hombres las llevaron a un descampado donde la emprendieron a pedradas y patadas con dos de ellas e intentaron matar a la tercera que consiguió escaparse y avisar a la policía.

Seguro que Giorgia Busotto y Daila Saiani habrían preferido morir de un tiro antes de que las linchasen a pedradas como si fuesen perras. Qué forma más horrorosa, más inhumana de ser castigada por no estar enamorada y no querer aguantar a alguien a tu lado. ¿Quién se cree el tío ese que es para matarla? ¿Quién es para emitir un juicio de valor y decidir que su ex novia no merece seguir viviendo? ¿Quién habla sobre las mujeres caboverdianas?

Porque a este caso se le está dando bombo porque son dos turistas italianas en Cabo Verde. Si llega a ser alguna mujer autóctona no habría salido en las noticias. Si la cosa está mal en España, imagínate en Cabo Verde donde los niveles de pobreza y analfabetismo son impresionantes. Aunque en teoría el gobierno caboverdiano y la constitución del país penalicen los malos tratos, la violación y otros tipos de violencia contra la mujer, las mujeres siguen teniendo miedo a denunciar a sus agresores por cuestiones culturales y en la mayoría de los casos por falta de información. Sin saber leer o escribir, difícilmente van a saber que hay leyes que las protegen de sus maridos.