Mitos y realidades de la violencia doméstica

Mitos y realidades de la violencia doméstica

* * Texto adaptado de “Mejor Sola que Mal Acompaña: Para la Mujer Golpeada” de Myrna M. Zambrano (Seattle: Seal Press, 1985) que circula por internet.

MITO #1: Las mujeres golpeadas se quedan porque les gusta.
REALIDAD: A nadie le gusta ser amenazada, ser cacheteada, ser aventada, ahorcada o pateada. No es fácil dejar a un hombre que es su única forma de mantenimiento, un hombre que le amenaza hasta con la muerte si usted se va. Para la víctima es difícil abandonar la relación especialmente si esta no tiene adónde irse y si tiene hijos a los que hay que alimentar. Una mujer no se queda en un matrimonio violento porque le gusta sino porque muchas veces la presión de su familia, su iglesia y comunidad la dejan sintiéndose que tiene pocas alternativas.

MITO #2: Si ella se aguanta por bastante tiempo, las cosas cambiarán y se mejorará la relación.
REALIDAD: Si la mujer no se va, si no busca ayuda legal o psicológica, es posible que el abuso físico y mental se empeore, no que se mejore. Muchas mujeres se quedan esperando que el abuso termine. Unas al fin se van cuando la violencia es tan seria que ellas quieren matar a sus abusadores, o saben que la próxima vez ellos las van a matar. Es peligroso llegar hasta este punto; la mitad de todas las mujeres asesinadas en los Estados Unidos son asesinadas por sus esposos o novios.

MITO #3: Si él no tomara alcohol, no golpearía a su esposa o compañera.
REALIDAD: Aunque en muchas relaciones el alcohol parece provocar el asalto o incitar el comportamiento violento, muchas mujeres son golpeadas por hombres en su juicio y por hombres que no toman. El alcohol es solamente parte de la razón por la que él abusa. A veces el alcohol les da a los hombres un sentimiento de valor falso. No se puede decir que es la única causa, o que si deja de tomar también va a dejar de pegar.

MITO #4: Las mujeres se merecen ser golpeadas porque se portan mal.
REALIDAD: Nadie merece ser golpeado no importa que haya hecho. Las mujeres que son golpeadas saben muy bien que la mayoría de las veces la violencia no tiene motivo. El coraje del abusador y sus deseos de controlar todo son las causas de sus estallos, no lo que ella haga o no haga.

MITO #5: Si él trabaja, trae dinero a la casa, y es bueno con los niños, una mujer no debe de exigir más. Ella debe aguantar sus defectos.
REALIDAD: No debemos perdonar la violencia nada más porque un hombre es bueno con los niños y trae su dinero a la casa. La violencia doméstica no debe ser permitida por ninguna razón. La esposa debe ser tratada decentemente como cualquier miembro de la familia.

MITO #6: La violencia doméstica no afecta a los niños. Ellos no se fijan en esas cosas.
REALIDAD: La violencia en el hogar definitivamente afecta a los niños. Un porcentaje muy alto de hombres que golpean a sus esposas vieron a sus propias madres ser golpeadas. La violencia entre esposos es un ejemplo para los niños y se puede aprender. Es muy posible que si sus niños ven esto en su casa, ellos también golpearan a sus esposas o serán víctimas de abuso. También vivir en esta clase de hogar frecuentemente
puede causar problemas en la escuela para los niños. Aunque sus niños no hablen acerca de la violencia, ellos saben que sí existe y sí les afecta profundamente.

MITO #7: Esto es la voluntad de Dios y nadie se debe de meter.
REALIDAD: Puede ser que Dios disponga de mucho en nuestras vidas, pero él nunca aceptaría que una mujer sea golpeada regularmente. Hay mucho en nuestras vidas que no podemos controlar como una enfermedad fatal o la muerte de un niño, pero el control que sí tenemos se puede usar para ayudar a parar la violencia.

MITO #8: Estoy de acuerdo que las mujeres no se les debe golpear, pero lo que ocurre en casas ajenas no es asunto de nadie.
REALIDAD: La violencia doméstica es el problema de todos. Mujeres son maltratadas y asesinadas todos los días. Este asalto está mal hecho y es ilegal. Todos debemos proponernos pararlo. Su esposo no tiene más derecho a dañarla, que cualquier desconocido que sería encarcelado si la golpeara o la tratara de violar en su casa.

MITO #9: Si las mujeres no se dejaran, los hombres no seguirían pegándoles.
REALIDAD: Aunque una mujer trate de defenderse, es golpeada a veces hasta más fuerte. La mayoría de las mujeres son físicamente más chicas que los hombres y no se van a poner a luchar con ellos.

MITO #10: La violencia entre esposos es un problema de los pobres sin educación.
REALIDAD: La violencia doméstica es un crimen contra las mujeres y afecta a todas las comunidades. Mujeres víctimas del abuso pueden ser ricas o pobres; blancas, negras o latinas; pueden tener poca educación o recibirse de una universidad. Las mujeres ricas usualmente tienen más recursos para esconder sus moretes del público. Ellas pueden visitar a doctores particulares en lugar de salas de emergencia, consultar a abogados en lugar de clínicas legales, viven en terrenos menos poblados donde los vecinos no se enteran de lo que está pasando. No es común que ellas pidan ayuda de agencias públicas y así sus problemas se quedan privados. Ser golpeada no demuestra que usted es pobre o que no tiene educación.

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