La moda de lo orgánico

He pasado el día en Brooklyn en casa de una conocida con posibilidades de convertirse en amiga con derecho a roce que después del día que he pasado ha perdido todas las posibilidades. Me ha pegado un recorrido y una charla new-age-hippie-erótico-festiva de padre y muy señor mío. Resulta que se ha apuntado a un food coop,es decir, una especie de supermercado en régimen de cooperativa donde le venden las verduras y la fruta más barata a cambio de que sea voluntaria equis número de horas a la semana. Lo mismo la tienen en la caja que regando lechugas que sembrando patatas. Sí, se ahorrará una pasta en comida pero el desriñonamiento que debe tener entre la tupitina de trabajar y luego limpiar las lechugas y verduras a fondo – que se las dan llenas de tierra – no puede ser bueno ni merecer la pena. Me ha enseñado el food coop y después hemos ido a Trader Joe’s a hacer la compra. Trader Joe’s es la meca orgánica de neo-hippies, vegetarianas, guays y modernas… con poderío claro, porque al ser orgánico lo venden todo carísimo. Entiendo que una compre huevos o carne de pollo, cerdo o ternera orgánica si no quiere meterse en el cuerpo tanta hormona y tanta leche que le dan a los animales para cebarlos, pero lo de las patatas no lo entiendo. En serio. Que alguien me explique por favor qué diferencia hay entre una bolsa de patatas fritas de las de toda la vida y una bolsa de patatas fritas “orgánicas”. ¿Es que las de toda la vida no crecen en la tierra? Los mismos conservantes y los mismos productos llevan tanto unas como otras. El remate del tomate ha sido cuando hemos acabado de comer, se levanta la tía y en lugar de tirar las sobras a la basura se va al patio, abre un cajón y echa las sobras de la lasaña orgánica, quiche de queso orgánico y ensalada orgánica que no nos habíamos comido. Yo la ensalada no la he tocado porque me daba yuyu pensar que pillaba una infección bacteriana (tipo Ecoli que no sé ahora mismo cómo se dice en español). Lo del cajón es que ha montado un compost con lombrices. ¿Qué quieres que te diga? A mí eso de tener un cajón con “sienes y sienes” de lombrices en el patio de tu casa me parece una guarrada tremenda”. Anda que voy a volver yo a su casa mañana mismo.