Rasgarse las vestiduras

Nunca entenderé a la gente que defiende a los violadores. Ni a los familiares ni a sus esposas, mujeres que siguen al lado de presuntos violadores o que no se divorcian de violadores encarcelados. De mayo a junio de este año un hombre de 33 años que trabajaba como guarda de seguridad en un instituto se cameló a una alumna de 14 años, la besuqueó e intentó violarla. Ahora acaban de acusarlo formalmente de intento de violación, corrupción de menores y no sé qué otros cargos (que los americanos no se andan con chiquitas y donde nosotros tenemos “violación” ellos tienen 7 cargos diferentes por el mismo crimen). La esposa del presunto violador ha hablado con la prensa rasgándose las vestiduras y gritando a los cuatro vientos que su marido es inocente. No sé qué la ha impulsado a explicar que la violación debe ser un malentendido, que su marido puede ser muchas cosas pero no es un violador, que su relación de pareja puede no ser perfecta pero ellos la hacen funcionar, que no se cree que su marido se viese con esa estudiante fuera del instituto porque ella iba a llevarlo y recogerlo todos los días del trabajo (¿es tu marido o un bebecito de 6 meses, madre? ¿por qué tenías que llevarlo y traerlo? Mu’normal no es eso) y que no, que se pongan como se pongan la niña, sus padres y la fiscalía su marido no es un violador. Un tío del presunto violador también ha salido diciendo que su sobrino es incapaz de hacer algo así, que nunca ha roto un plato y es incapaz de matar a una mosca. Repito: cómo corre la gente a defender a pederastas y violadores. Veremos en qué quedan estos alardes y estos rasgarse la camisa cuando salga el juicio.

Comments

Popular Posts