Autobús para mujeres en México
Leo asombrada la noticia de la creación de una línea de autobús para mujeres en México. Conste que soy partidaria de un servicio de taxis sólo para mujeres (taxi rosa, creo que ya está inventado no sé dónde: las mujeres son conductoras y es un servicio para la que se haya pasado de copas o la que quiera llegar a casa en el taxi de una mujer y no con un hombre), pero lo del autobús me deja fría.
La flota de autobuses le debe haber costado una pasta al gobierno de la ciudad de México (sea a base de nuevos autobuses, sea a base de dejar sin servicio a otros usuarios). Claro que es muchísimo más barato eso, poner buses especiales o reservar unos cuantos vagones en el metro en hora punta para mujeres y niños, que educar a los ceporros que se monten en el bus a manosear, rozarse, y abusar verbalmente de las pasajeras. Vamos, como animales.
En definitiva, lo quieren vender como un adelanto y un favor que le están haciendo a la población femenina y lo mires por donde lo mires, es un paso atrás. El problema no lo van a solucionar separando a hombres y mujeres en autobuses, el problema se soluciona concienciando a la sociedad, educando a los niños desde que son chiquitos para que de mayores respeten a las mujeres. Y desde luego, si siguen con esa mentalidad de tener a las mujeres protegidas en urnas imaginarias, hoy son los autobuses y mañana será un burka porque lo único que consiguen es fomentar/justificar el machismo y cimentar la supuesta superioridad del hombre sobre las mujeres.
Y en la otra punta del mundo, Jerusalén, tenemos la otra cara de la moneda: mujeres peleando para que las dejen sentarse donde les dé la gana en los autobuses porque los judíos ortodoxos no quieren que se sienten en el frente. Hay una compañía de autobuses que lleva 10 años segregando a hombres y mujeres. Porque eso es segregación sexual pura y dura. Si eso se lo hacen a un musulmán o a un cristiano, habría gritos de protesta y se vería en todas las televisiones. Pero como hablamos de las mujeres, nadie se sorprende.
La flota de autobuses le debe haber costado una pasta al gobierno de la ciudad de México (sea a base de nuevos autobuses, sea a base de dejar sin servicio a otros usuarios). Claro que es muchísimo más barato eso, poner buses especiales o reservar unos cuantos vagones en el metro en hora punta para mujeres y niños, que educar a los ceporros que se monten en el bus a manosear, rozarse, y abusar verbalmente de las pasajeras. Vamos, como animales.
En definitiva, lo quieren vender como un adelanto y un favor que le están haciendo a la población femenina y lo mires por donde lo mires, es un paso atrás. El problema no lo van a solucionar separando a hombres y mujeres en autobuses, el problema se soluciona concienciando a la sociedad, educando a los niños desde que son chiquitos para que de mayores respeten a las mujeres. Y desde luego, si siguen con esa mentalidad de tener a las mujeres protegidas en urnas imaginarias, hoy son los autobuses y mañana será un burka porque lo único que consiguen es fomentar/justificar el machismo y cimentar la supuesta superioridad del hombre sobre las mujeres.
Y en la otra punta del mundo, Jerusalén, tenemos la otra cara de la moneda: mujeres peleando para que las dejen sentarse donde les dé la gana en los autobuses porque los judíos ortodoxos no quieren que se sienten en el frente. Hay una compañía de autobuses que lleva 10 años segregando a hombres y mujeres. Porque eso es segregación sexual pura y dura. Si eso se lo hacen a un musulmán o a un cristiano, habría gritos de protesta y se vería en todas las televisiones. Pero como hablamos de las mujeres, nadie se sorprende.
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